
Pedro Galli preside la institución más antigua de Paraguay. La Asociación Rural de Paraguay (ARP) fue fundada hace 138 años, mucho antes de la existencia de los partidos polÃticos tradicionales que este domingo se disputarán la presidencia del paÃs.
En una oficina llena de nombres icónicos vinculados con el ruralismo paraguayo y banderas de la ARP y Paraguay, Galli recibe a LPO y sorprende por la libertad con la que habla de polÃtica, un rasgo inusual de los empresarios que suelen ser entre temerosos y solemnes a la hora de opinar en on sobre el poder.
Pero no es casualidad. A Galli le gusta en serio la polÃtica y coqueteó con una candidatura a senador por la Concertación. "Soldado que huye, sirve para otra", guerra bromea.
El empresario dedica buena parte de la entrevista a cuestionar la polÃtica de Paraguay de no reconocer a China y remarca el daño que eso genera en la exportación de cabeza de ganado. "Estados Unidos y las potencias occidentales nos usan como pato de la boda", afirma.
Para Galli la corrupción "está minando los cimientos de la nación" y pone énfasis en la importancia de avanzar judicialmente contra el contrabando y la economÃa ilegal. "Lo de Cartes es la punta del iceberg", advierte.
-¿Cómo está el campo en Paraguay?
En general la parte agrÃcola fue un desastre el año pasado. Con la cosecha de la soja bajó un tercio de la producción, después recuperó algo. Y en términos de carne estamos en niveles más bajos de lo que desearÃamos los productores, tenemos el precio más bajo de la región comparado con Argentina, Brasil y Uruguay. Venimos saliendo de cuatro años de sequÃas prolongadas y precios bastantes malos, que nos hizo descender el rebaño en casi un millón de cabezas.
Todo indica que estamos en un proceso de mejoramiento. Los precios están razonables, lo mercados están firmes, pero siempre estamos tipo furgón de cola, tenemos una debilidad en cuanto los mercados. Estamos fuera del mercado chino, que es el que estabiliza prácticamente el precio, los otros competidores tienen un precio superior, mandan el 50 por ciento de su producción a China, que es un mercado que compra volumen.
En términos de carne, no toda la que se produce es premium, nuestro mercado de volumen anteriormente era Rusia. Mirando por el retrovisor es crónica de una muerte anunciada. Era nuestro principal mercado comprador, fue bajando por polÃticas internas rusas, para disminuir las importaciones. Antes de la guerra habÃa dos empresas funcionando, y los niveles de exportación habÃan bajado.
Estamos en las 80 mil toneladas. Como corolario, las sanciones por la guerra, aunque los productores no están dentro de las sanciones, sà los medios de pago y el tema logÃstico. Eso produjo una disminución drástica. Cerraron una planta y quedamos con una sola habilitada para Rusia. Pasó a ser el tercer mercado. Nuestro mejor mercado ahora es Chile, con casi el 45 por ciento de las compras. Los demás cortes industriales tuvieron que ser redireccionados a otros paÃses, estamos ahora con Chile, Brasil, Taiwán, Rusia, Israel. No tenemos seguridad de grandes volúmenes. Brasil es un fuerte competidor en volumen.
El año pasado con la vaca loca, China le cierra a Brasil, y Brasil presiona sobre nuestros mercados. Las prácticas abusivas de la concentración de mercado es siempre un riesgo para nosotros. Tenemos cero control de los precios. El termómetro es Brasil, aunque Brasil y Argentina tiene caracterÃsticas distintas a las nuestras en la proporción que exporta y su mercado interno. Ambos están en el 25 por ciento de su producción total es con destino a exportación. Con Uruguay somos grandes productores y nuestro mercado interno es pequeño, no soporta una sobreoferta. El 70 por ciento sà o sà tenemos que exportar. Cuando les falta ganado por diversas circunstancias, empieza a mejorar el precio.
La demanda a nivel mundial es alta, por eso las perspectivas son buenas. El desarrollo demográfico y económico del Sudeste asiático. El consumo de carne bovina es directamente proporcional al mejoramiento de la economÃa de los paÃses. Los pobres no comen carne, comen pollo, si pueden. China tiene el 20 por ciento de la población mundial.
-¿El no reconocimiento de Paraguay a China y el vÃnculo con Taiwán, complica al sector?
La tranca que tenemos es nuestro relacionamiento con Taiwán. Es una cuestión sine qua non. No hay posibilidades de acceder al mercado chino si no reconocemos a China. Estamos nadando contra la corriente, estamos en contra del orden mundial establecido ya hace 50 años, cuando en los 70 se reconoció que habÃa una sola China con capital en Beijing. O estás con China o estás con Taiwán. Reconocemos como China a una isla que es Taiwán. Solo 13 naciones de los 195 en el mundo lo hacen. República Dominicana, Nicaragua, El Salvador, Honduras, en los últimos cinco años...Quiérase o no, se va a definir en los próximos años. Hay presiones de las potencias occidentales para mantener el status quo. Nos tienen como el pato de la boda.
-¿Y como hay que entender la reunión que se produjo, con el canciller en EEUU, para la apertura del sector cárnico?
Sufrimos un alto grado de extorsión, mezclado con un oportunismo económico, para no llamarlo corrupción. Detrás de las polÃticas de Taiwán, hay ayudas transparentes y otras que no sabemos.
-La famosa diplomacia de la chequera..
Exacto, la diplomacia de la chequera. Los argumentos que sostiene el gobierno no resisten el menor de análisis. Ayudas de 150 millones de dólares al año. Con los precios de los paÃses solamente en carne, tendrÃamos uno 800 millones de dólares más, si nos permite el mercado chino.
El argumento es que Taiwán es una democracia y China es un paÃs comunista, pero tenemos relaciones diplomáticas con Cuba. Dicen que China no respeta los derechos humanos, pero tenemos relaciones diplomáticas con Irán, que cuelga a sus atletas en la plaza públicas, tenemos relaciones comerciales y diplomáticas donde la libertad de la mujer está restringida. Después el argumento principal es la larga amistad creada por dos dictadores, Stroessner y Chiang Kai-shek, hace más de 60 años. La diplomacia se basa en los intereses del paÃs.
-¿Sólo tiene que ver con la diplomacia de la chequera o la presión de EEUU o hay alguna otra cosa?
Esos son los dos factores. Me he entrevistado con el subsecretario de Estado, que te deja entrever que el problema es de los chinos. Los oficiales chinos nos dicen que cómo vamos a tener relaciones con un paÃs que está reconociendo a una provincia nuestra.
Lo paradójico es que los mayores socios comerciales de EEUU son los chinos y Taiwán. El mayor intercambio comercial de Taiwán es con China. Creemos que seguiremos siendo socios comerciales de Taiwán, que es un buen socio comercial. Ellos importan 120 mil toneladas de carnes contra 3 millones de toneladas que importa China. La población de Taiwán es la misma que la de Shanghái. Algunos candidatos dijeron que no iban a cambiar el status quo, otros dicen que van a revisarlo. Ese cambio se debe dar.
PaÃses como el nuestro, en la orbita de EEUU, han cambiado de bando. Los ingresos que podrÃamos tener...En Paraguay, el sector agropecuario no es cualquier sector, es el más importante después de la producción de la energÃa eléctrica. El sector pecuario es el más importante en términos sociales por la permeabilidad. El gobierno habla de abrirse al mundo, pero menos con el 30 por ciento del mundo. Si existe la polÃtica de la chequera, cuesta mucho deshacer. El primer viaje de este gobierno y el último fueron a Taiwán.
-¿Cuál es su expectativa ante la elección presidencial?
Paraguay tiene una trayectoria disciplinada del manejo macroeconómico. Tenemos una inflación histórica del 4 por ciento. Fuimos los que salimos más rápido de la crisis de la pandemia. Pero el próximo gobierno tiene que tomar en serio el déficit fiscal importante en las cajas de jubilaciones, y si no se toman medidas, el próximo enfrentará un déficit, y los más fácil para un ministro de Hacienda es aumentar los impuestos.
Después no es fácil. Tenemos una población del más del 70 por ciento por debajo de los 35 años de edad, pero la más baja inversión de América Latina en educación. Ese bono no lo podemos usar. No tenemos buenos planes de educación. Hay que formalizar. El 50 por ciento de la economÃa está en el área informal, entonces toda la presión tributaria, por más que parezca que es baja, se duplica, porque va sobre el sector formal.
Lo más importante: necesitamos mejorar la imagen de la Justicia. Tenemos un problema serio de inseguridad jurÃdica, inseguridad fÃsica, una corrupción rampante profundizada por la impunidad. Si no logramos mejorar, siempre vamos a estar atrayendo inversiones de fondos dudosos. No queremos ser destino de capitales provenientes del lavado de dinero, del narcotráfico, el contrabando.
-Lo que se me viene a la mente es la situación judicial de Cartes. ¿Es un ejemplo de lo que pasa en otros sectores?
Es la punta del iceberg. Es lo poco que se ve, pero lo que está sumergido es lo importante. Eso te da la pauta de la infiltración de este tipo de economÃa que no es del todo sana. No tenemos medidas ejemplares en los casos de corrupción de personas que están en el gobierno.
Esas medidas vienen desde afuera. Es una situación incómoda. Está señalado por una potencia extranjera. Acá no nos expedimos por el mismo caso.
-Cartes es socio de la ARP, cómo se manejan como institución ante las denuncias que enfrenta?
Nosotros tenemos una barrera para hacer una declaración oficial, no podemos expedirnos. Nos expedimos de forma extraoficial y en redes sociales. Cartes no es socio per se de la Rural, hay sociedades que sabemos que están vinculadas a él. Por un tema estatutario, Cartes no es un asociado. Mientras no haya condena judicial, no podemos expedirnos. Pero tampoco es socio. Nos gustarÃa ser capaces de investigarlo y que sea inocente.
-¿Por qué no funciona la justicia paraguaya? ¿Es connivencia o ineficacia?
La justicia paraguaya está totalmente presionada por la parte polÃtica. Muchos de los que están en el Poder Judicial tienen compromisos polÃticos. Tenemos un miembro del Consejo de la Magistratura que está siendo investigado y sigue en su cargo.
El otro lado de la moneda es la inseguridad jurÃdica y los casos de corrupción que nunca se resuelven. Nunca es bueno que no haya alternancia entre gobiernos. Eso produce que el gobierno actual tenga que estar cuidándose porque que el próximo puede revisar su actuación, y si es el mismo que viene repitiéndose siempre, es lógico que se den estos casos de impunidad.
-¿Y qué piensa del Congreso?
El Parlamento siempre fue cooptado por los grupos de poder. Aparecieron también agrupaciones polÃticas no muy importantes en términos cuantitativos, pero que en los arreglos internos tuvieron mucho peso en la toma de decisiones, como estos grupos de izquierda. En la balanza de las acciones parlamentarias se nota el peso de estos pequeños grupos, que se alÃan con uno u otro bando de acuerdo a las conveniencias.
Creo que el sistema bipartidista produce cierto equilibrio en cuanto a la toma de decisiones y a evitar esas alianzas odiosas que existen por conveniencias coyunturales.
-Usted habla de alternancia. En las últimas décadas, la única alternancia en el gobierno fue Fernando Lugo. ¿Considera que en esta elección la alternancia pueda ser dentro del Partido Colorado?
No es posible la alternancia dentro de un mismo partido. No me puedo quejar de las relaciones con los distintos gobiernos. Por el peso de nuestro sector en la economÃa, les obliga a escucharnos y trabajar en conjunto. Como alianza público-privado han tenido éxito. Pero no digo que una alternancia ahora, digo en términos generales. La alternancia es saludable.
-¿Cuál es el principal problema del paÃs?
La corrupción está minando los cimientos de la nación. Somos un paÃs democrático con un modelo que queremos conservar, pero las instituciones débiles no ayudan. Debe haber un manejo justo de los recursos del Estado, una mejora en la calidad gasto público.
El mal manejo de la administración pública genera pérdidas. Hemos intervenido en varias decisiones importantes del Ejecutivo y hemos reclamado decisiones equivocadas que se han revertido. Acá se estigmatiza a veces la imagen del productor agropecuario. "Se junta con los ricos, con la oligarquÃa", dicen. Hay de esa gente, pero no ven el sudor que deja la mayorÃa en el campo. Estamos endeudados hasta la coronilla, con más de 1600 millones de dólares en la cartera en ganaderÃa.
-Cómo está la relación del sector en el Mercosur con Argentina, Brasil y Uruguay. ¿Se complementan, hay problemas con las asimetrÃas?
En el sector tenemos una excelente relación con las otras agremiadas del Mercosur. Tenemos la FARM, que es la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur, hace una semana tuvimos el festejo de los 25 años en Buenos Aires. Además, están incorporados Bolivia, Chile y Colombia. Escalando un poco en el Mercosur, como paÃses chicos necesitamos estar en bloques. Pero por otro lado tenemos que ver las conveniencias de nuestro paÃs. Pero no puedo dejar de pensar en las negociaciones unilaterales de Uruguay con China para TLC, independiente del Mercosur.
-La ARP tiene un senador y usted estuvo cerca de ser candidato en esta elección, ¿Mantiene la idea de dar un salto a la polÃtica?
La Asociación Rural del Paraguay es la institución civil más antigua del paÃs. Estamos por encima de las luchas polÃticas. Pero tenemos una gran debilidad, poca representatividad en el Congreso. Tenemos que poner gente ligada al sector.
En mi caso, tuve una propuesta de uno de los sectores polÃticos más importantes para integrar su lista de senadores. Después de un análisis con referentes de nuestro gremio, habÃa aceptado el desafÃo, pero las mezquindades polÃticas hicieron difÃcil compatibilizar con mi posición como presidente del gremio. Era una oferta bastante importante para el gremio. Es una deuda que tengo, pero soldado que huye sirve para otra guerra.
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