Jorge Rolón Luna es abogado, profesor de la Universidad Católica y arrastra una larga trayectoria en el ámbito público. Fue integrante del Poder Judicial desde donde hizo denuncias pesadas sobre la connivencia entre la polÃtica, el Estado y el crimen organizado en Paraguay.
En los últimos años puso el ojo en el fenómeno del sicariato y como el sistema polÃtico, o más precisamente el Partido Colorado, se financia con dinero ilegal y protege e impulsa "narco-candidatos", un fenómeno que traza un paralelismo de la situación paraguaya con las realidades de México y Colombia en diferentes momentos de la historia.
Para Rolón Luna "hay que cambiar el modelo de guerra contra las drogas" y es implacable con la responsabilidad del partido hegemónico paraguayo en la permanencia y empoderamiento de ese flagelo con el correr de los años.
Sin temor a consecuencias por lo pesado de los actores con nombre y apellido a los que apunta, decidió ser candidato por el Frente Guasú, partido que ya integró durante la presidencia de Fernando Lugo siendo miembro del consejo de administración de Itaipú.
En diálogo con LPO, detalla la relación de los colorados con el narcotráfico y afirma que "el partido parasita al Estado y la sociedad" y tiene "nexo directo" con el grupo narco brasileño Primer Comando Capital.
-VenÃs haciendo un trabajo muy fuerte de denuncia en relación al sicariato y la narcopolÃtica, que no muchas personas en Paraguay están dispuestas a hacer. ¿Por qué ese salto a la candidatura?
Bueno en primer lugar porque tengo una vocación por el ámbito de lo público, eso viene de larga data. Fui magistrado judicial, miembro del mecanismo nacional de prevención contra la tortura, miembro del consejo de administración de Itaipú, me tocó participar de las negociaciones con los brasileños allá por el 2008, 2009, cuando el gobierno de Lugo se sentó por primera vez a tocar algunos temas y a tratar de obtener algunos derechos nunca reconocidos por Paraguay. Trabajé en la creación del Observatorio de Seguridad Ciudadana, fui el primer director.
-¿Estás viendo casos de sicariato en esta campaña?
Con respecto al crimen organizado, y con su correlato que es la violencia que trate aparejada, en este caso la del sicariato, se empezó a hablar más de lo habitual por casos que crearon conmoción social, como el asesinato de la hija de un gobernador, un intendente de la ciudad equivalente a Ciudad Juárez, más una persona importante en el ámbito mediático. Algunas investigaciones y operativos contra estas organizaciones en las que se involucraron Europol y otras agencias internacionales pusieron este tema bajo reflectores. Se visibilizó más de lo habitual, siempre estuvo ahà el tema de la vinculación entre el Estado y el tráfico de drogas, o entre los polÃticos y estas organizaciones.
Es un fenómeno que viene desde la época en que los militares abrieron el camino para los grupos criminales internacionales que se involucraron en la producción de marihuana, heroÃna y cocaÃna. Paraguay empieza a construir su industria en el ámbito de la marihuana y se da a partir de lÃder polÃticos locales en ciudades como Capitán Bado y Pedro Juan Caballero en el departamento de Amambay. Luego se extiende a prácticamente todo el territorio, sobre todo de frontera.
Todos estos productores, traficantes, facilitadores de ese tráfico inicialmente de marihuana hacia el Brasil fueron lÃderes polÃticos del Partido Colorado. El clan Morel, integrado por intendentes y presidentes de seccional colorada en Capitán Bado, fue la vÃa a través de la cual el Comando Vermelho. Similar situación se da en distintos ámbitos del paÃs. El fenómeno de esta vinculación con la polÃtica también tiene algunos sujetos de otros partidos polÃticos, pero son minoritarios. La presencia de polÃticos y funcionarios del Partido Colorado es tremendamente mayoritaria.
-Por su hegemonÃa, la connivencia es entonces es con el Partido Colorado.
Dos veces se dio un hecho interesante. Hace dos años la policÃa allanó una reunión de un comando del Primer Comando Capital (PCC) en una seccional colorada en Pedro Juan Caballero. Hace poco se descubrieron dos autos usados en un caso de sicariato en el patio de esa misma seccional. El vÃnculo es directo. Tenemos narcodiputados. Todo el mundo sabe que uno de ellos tráfico de droga, otro preso, del Partido Colorado, en un operativo grande y un candidato a Senador que hacÃa negocios con estos grupos. Estos son apenas unos casos emblemáticos.
-No debe ser fácil denunciar todo este tipo casos. ¿Qué tan en riesgo está tu seguridad?
Me siento relativamente seguro. Nadie lo está. Los tentáculos de estos grupo son muy largos. El Estado paraguayo no tiene la capacidad de proteger ni a sus fiscales, ni a sus jueces, ni a periodistas. Otro aspecto son los casos numerosos que involucran a policÃas y militares en el tráfico de drogas.
-¿No se puede frenar esto desde las instituciones?
Creo que el modelo de la guerra contra las drogas es un modelo fracasado. Esta guerra no termina nunca, aunque se dé por perdida. Hay más drogas en las calles, más violencia, los casos de sicariato vienen en aumento, se extiende hacia zonas que no eran de actividad narcotraficante. Está dejando una estala en el ámbito del narcomenudeo. Cuando hay un alto tráfico de droga en una sociedad parte de esa droga se queda, se empieza a consumir y hay violencia por la venta callejera.
Si fortalecemos en Poder Judicial y el Ministerio Público, que con la fiscal anterior hubo complacencia hacia los altos niveles de la polÃtica vinculada al tráfico de drogas. Cuando esa estructura se movió fue porque vino Europol o porque la embajada norteamericana presionó. Si no fortalecemos la Justicia, que no es independiente, está partidizada y es muy corrupta, no se va a cortar el nexo entre la polÃtica y el tráfico de drogas, sobre todo en un paÃs con una economÃa primarizada, con un alto nivel de trabajo informal.
La mayor parte de la gente hace un cuentapropismo. Es el caldo de cultivo ideal para que los jóvenes que no tienen oportunidad busquen el dinero fácil del narcotráfico. Es difÃcil que el dinero del narcotráfico no permee todo en un paÃs corrupto. Un poco de dinero hace que un fiscal lleve a juicio o no a alguien. Sà es cierto que los vÃnculos entre las organizaciones criminales y el Partido Colorado son muy fuertes.
-¿Qué opinión te merece el nuevo fiscal general, Emiliano Rolón?
Tenemos que darle cien dÃas de gracia. Tiene buenos antecedentes, no tiene reputación de persona deshonesta. Los jueces y los fiscales tienen partido aquÃ. Es obligatorio desafiliarse. El señor Rolón, que no es mi pariente, estuvo afiliado y es de origen colorado. Nunca antes en Paraguay entró en una terna para seleccionar al fiscal general alguien que haya estado o pertenezca al Partido Colorado.
-Más del 50 por ciento de la población paraguaya está afiliada a la ANR..
También el partido afilia sin preguntar. Ellos dicen que el lugar desde donde se persigue penalmente no puede estar en manos de alguien independiente. La FiscalÃa no solo determina a quién se persigue, sino a quién no se persigue. Es un arma para mantener un estado de impunidad. De todas formas, no puede haber alguien peor que Sandra Quiñonez, alguien con una trayectoria mediocre que luego e refleja en su actuación como fiscal, porque no hizo nada con la corrupción ni contra la corrupción interna ni contra la corrupción general.
-El sistema preferencial de voto electrónico puede dejar fuera del Congreso al Frente Guasú o a Patria Querida. ¿Crees que puede haber menos énfasis en las denuncias de este tipo de cosas, una suerte de pacto con bipartidita?
Hay fuertes indicadores de que favorece a los candidatos con dinero. Uno está en una lista para un cuerpo colegiado y compite con el que está al lado. Nuestro sistema es muy poco amistoso con algo más que un bipartidismo bastante fuerte. Ahora sabremos hasta qué punto se va a acentuar. Una gran presencia del Partido Colorado en el Legislativo es un voto al status quo, a no resolver el problema de la tierra, a mantener un modelo económico que ha llegado a su techo, que no genera empleo. Esta el status quo del modelo de criminalidad que existe, en donde la captura del Estado que hacen estas organizaciones criminales es vital para el negocio. El narcotráfico requiere del Estado. Sin ilegalidad de sustancias, el narcotráfico como negocio ilegal desaparece. Después está la polÃtica criminal del Estado que decide a quién perseguir, si es a los microtraficantes, entonces los grandes capos van a seguir.
Santiago Peña tiene al menos 15 fotos en donde ni siquiera le interesa aparecer con personas que tienen graves acusaciones en cuanto a su vinculación el tráfico de drogas. En esta campaña visitó a un polÃtico en silla de ruedas producto de un intento de asesinato y en prisión domiciliaria porque lo acusan de un caso de sicariato. Y es miembro de la Junta Departamental en Caazapá. El Paraguay sigue siendo un paÃs feudal. Si quiero obtener votos en Caazapá tengo que ir con el lÃder local que es el que ordena lo que se vota. Los polÃticos colorados no hacen campaña, no van a los debates. Es un sistema piramidal. El señor feudal, que puede ser un ganadero o dueño de una radio o un canalcito, es el que tiene por debajo otro sublÃder hasta llegar al puntero. Esa estructura es la que te asegura los votos. Cuando Peña visita a este diputado, BenjamÃn Adaro Monzón, le va a dar los votos que tiene como patrimonio.
-¿Cómo se derrota entonces al Partido Colorado?
El Partido Colorado se nutre, parasita al Estado y a la sociedad. El Estado es fuente de clientela polÃtica y de recurso que le ayudan a seguir manteniéndose en el Estado con los procesos electorales. La base fija de votos es muy dura. Acá podés decir cualquier cosa que no hace mella. Peña dijo abiertamente que "ustedes no están ahà por sus méritos, sino por el partido". Es el discurso del stronismo.
-¿Cómo creés que seguirá el tema con Cartes después de la denuncia del Departamento de Estado? ¿Es la punta del iceberg?
Lo que sucede con Cartes y otros polÃticos colorados significarÃa una debacle en cualquier parte del mundo. Pero es tan grande esa clientela polÃtica que en no hizo mella en el electorado. Es penoso que las instituciones no funcionen en Paraguay y que tenga que venir un gobierno extranjero a decirnos quién es corrupto y quién no. Todo el mundo sabe y supo que ganó su primer millón de dólares a través de negocios ilÃcitos, estuvo preso y prófugo por estafar al Estado.
Su más de diez años en Pedro Juan Caballero con una casa de cambio, que todos sabemos que son ámbitos de lavado de dinero. No niega que hizo negocios con el Pablo Escobar paraguayo. Amo y señor de la frontera. Y después con DarÃo Messer. Por eso encaja tan bien en el partido.
El Partido Colorado es una franquicia para delinquir y ocupar cargos en el Estado. Cartes nunca fue colorado, Peña era liberal. Esa franquicia le sirvió a un general para ser un dictador, hoy le sirve a un tipo vinculado al lavado de dinero y el contrabando para seguir haciendo negocios en el paÃs. Cartes duplicó su patrimonio en los cinco años de gobierno. El Partido Colorado es el gran obstáculo para la democratización verdadera de Paraguay.
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