
Francia enfrentará este domingo un ballotage inédito por la polarización de la sociedad francesa que se inclina entre la extrema derecha de Marine Le Pen y la izquierda dura que lidera Jean Luc Melenchon. Un escenario tan inesperado que barrió a un tercer puesto al centrismo del presidente Macro y su aliado Nicolás Zarkozy.
El Nuevo Frente Popular que lidera Melenchon pareciera ser asà el único dique de contención para evitar una victoria del lepenismo. Este prfesor y periodista nacido en Tanger es el lÃder de la agrupación Francia Insumisa que propone un nacionalismo de izquierda, conalgunos rasgos en común con el Podemos de España o el Syriza griego y vÃnculos muy estrechos con las izquierdas latinoamericanas.
A punto tal es relevante la cuestión latinoamericana para el armado de Melenchon que el responsable de las relaciones internacionales de su partido es Christian RodrÃguez, un dirigente chileno que aceptó conversar en exclusiva con LPO.
RodrÃguez nació y creció en Chile durante el gobierno de Allende. Con el golpe de Estado de 1973 fue encarcelado por la dictadura de de Pinochet. Dejó su paÃs natal a los 17 años para ir a Francia, ahora su paÃs de adopción y logró convertirse en uno de los primeros anillos de confianza de Melenchon.
-¿Cómo se explica la buena elección del Nuevo Frente Popular?
-Creo que es evidente, y lo hemos dicho desde la elección de Jean-Luc Melenchon, cuando logró más del 22% de los votos en la elección presidencial del 2022, que habÃa una fuerza nueva que empezó por la NUPES (Nueva Unión Popular Ecológica y Social) que es un contrato legislativo, con un programa de gobierno, y que fue impulsado por la Francia Insumisa convocando a los verdes, al Partido Socialista y al Partido Comunista.
Mélenchon, el lÃder antisistema que admira a Cristina y puede gobernar Francia
Hemos tenido una vocación unitaria, siendo el partido más importante el movimiento de Jean-Luc Melenchon, nunca hemos dejado que el sectarismo penetre en nuestras filas. Por lo tanto, ese camino de la NUPES es un camino que fue muy difÃcil durante este tiempo, porque varios socialistas, comunistas y verdes ya elegidos diputados o diputadas, se olvidaron del acuerdo y empezaron cada uno a querer jugar con colores propios.
A tal punto que la NUPES, prácticamente, ya estaba desaparecida y éramos muy pocos los que seguÃamos luchando por la unidad y sobre todo por la unión popular, que era lo que llamábamos a formar con toda la fuerza, no solamente polÃtica, sino también sindicales asociativas, organizaciones y de derechos humanos.
-¿Las elecciones europeas cambiaron todo?
-Al llegar la elección europea, donde una vez más el pueblo nos decÃa que habÃa que ir juntos, pero cada uno partió con sus colores propios, el Partido Socialista, los Verdes, los Comunistas, y nosotros, logramos doblar el número de diputados para la Asamblea. Ahà donde se ve el impacto y el choque de la sociedad francesa. Al tener 32% de votos, recogieron los votos del pueblo francés que fueron dirigidos al Frente Nacional, que hoy dÃa se llama Renovación Nacional.
Entonces, frente a eso y la disolución acelerada de Macron de la Asamblea Nacional se puso la disyuntiva nuevamente del tema de la unidad y se volvió en 24 horas, en 48 horas, a crear un acuerdo de gobierno y electoral.
La nueva unidad es entonces la respuesta de las fuerzas de izquierda progresista, incluidos los verdes y el mundo sindical y social, a poner una barrera e impedir que la extrema derecha gane.
-¿Cuál es el riesgo de un gobierno de extrema derecha y en qué rol queda Macron?
-Una cosa es la extrema derecha versus el Frente Popular. El macronismo está desapareciendo con muy bajos puntos y Macron se fue siendo la figura que iba a calmar, según él, los extremos y que se habÃa que elegirlo a él porque asà la extrema derecha no iba a pasar nunca más.
Macron fracasó porque en los dos periodos que ha gobernado no ha hecho más que aumentar la extrema derecha por sus polÃticas brutales, pero sobre todo porque han favorecido el discurso del odio, las propuestas de la extrema derecha para gobernar y co-gobernar con ellos.
Hay 86 diputados de la extrema derecha sentados ya en los bancos de la Asamblea Nacional. Macron ha gobernado este paÃs con un decreto que le permite cerrar, amordazar a la oposición y todas las grandes decisiones como la ley de jubilación y el presupuesto, han sido impuestas por este artÃculo que cierra el debate parlamentario.
Entonces, lo tenemos con la extrema derecha contra la NUPES, contra La Francia Insumisa, diciendo que somos lo mismo que la extrema derecha.
-¿Hay alguna chance de acuerdo con Macron?
-No hay ninguna posibilidad de acuerdo con el macronismo para llegar a ser una mayorÃa. Pero Macron sueña con levantar una alianza con lo que queda de la derecha republicana hasta el borde de cualquier cosa posible, pero que no sea la Francia insumisa.
Macron y todos sus acólitos han dicho claramente, sà a un frente republicano, jamás con la Francia Insumisa, jamás con Jean Luc Melenchon, porque nosotros somos el monstruo, somos antisemitas, somos Hamas, etcétera.
-¿PodrÃa volver a romperse la unidad de la izquierda?
-Hay sectores que quieren eso. Francois Hollande llegó a eso con los sectores macronistas compatibles anti-Melenchon. La maniobra es retomar una supuesta mayorÃa para Macron con alianzas que pueden ser incluso con miembros del nuevo Frente Popular. Ahora, lo inexplicable de Macron es esa actitud de haber disuelto la Asamblea, que en mi opinión responde también a la idea de terminar de vender Francia a Estados Unidos, terminar de fortalecer la OTAN y dar paso a lo que Macron venÃa diciéndo de enfrentar una guerra directa con Rusia.
De hecho, mientras estamos hablando, Macron se fue a Estados Unidos. No está haciendo campaña aquà y seguramente fue a dar cuenta de lo que el atlantismo le ha dado como rol a Macron, le ha dado como rol a Francia.
Francia ha perdido absolutamente toda independencia, toda opinión en la escena internacional, por esta alianza de Macron respondiéndole a Estados Unidos y respondiéndole a las órdenes que le da la OTAN. Entonces, para nosotros es imposible una alianza con Macron porque nuestra fuerza popular y nuestro proyecto es completamente antagónico a las polÃticas neoliberales que ha impulsado.
-¿Hay relación de Melenchon con Cristina Kirchner?
-Si, Melenchón tiene buenas relaciones con Cristina Kirchner, y la izquierda latinoamericana, pero nosotros hace tiempo que no tenemos comunicación con Cristina, desgraciadamente, antes estábamos más cerca. En Argentina, el resultado fue terrible.
-¿Qué piensan de Javier Milei?
-Lo de Milei para todos nosotros es un golpe, porque lo muchos no entienden es que un un avance de la extrema derecha en cualquier punto del planeta, nos golpea a todos. Milei es un duro revés para toda la izquierda mundial y para el progresismo.
La nueva visión internacionalista, humanista, en defensa de los bienes comunes, de la soberanÃa, de los más pobres y excluidos, hace que la dinámica del internacionalismo tenga que tener esa conciencia aguda de que donde nos golpean en cualquier parte del mundo nos golpean a todos y por iguales.
Cuando Milei sale a hacer el ridÃculo, se hace el cómico en Madrid está golpeando a todas las fuerzas progresistas, no solamente de Argentina, no solamente de América Latina, sino que también en Europa. Y una vez por todas eso hay que entenderlo.
Cuando nosotros pedimos y damos nos sentimos argentinos, nos sentimos bolivianos, nos sentimos mexicanos, venezolanos. Esa es una visión que tenemos que compartir con todos, más allá que cada uno anda defendiendo su frontera y su espacio propio.
-¿Siguen la polÃtica latinoamericana?
-El avance de la extrema derecha es demasiado fuerte, unido, coherente versus una izquierda casi completamente atomizada, dividida en no sé cuántos miles de grupos, cada uno más revolucionario que el otro, como en el caso América Latina, la existencia de Grupos de Puebla, de internacionales progresistas, de foros de Sao Paulo, de fuerza y construcción internacional, etcétera.
Entonces, nuestra mirada de los diferentes gobiernos de esta región tiene que ver con la urgencia de ponernos de acuerdo, en una lÃnea muy pragmática, en un programa de unidad de gobiernos en torno a la defensa de los bienes comunes, a los salarios, a terminar con el hambre, a la defensa del planeta frente a los cambios climáticos. Debemos crear un gran movimiento por el fin al avance de la extrema derecha.
El vÃnculo de Milei con la extrema derecha europea es más que evidente. El no puede seguir con esa violencia que tiene en destruir el estado de bienestar que ha costado tanto al pueblo argentino, para que llegue un payaso y en pocos meses quiera destruir todo.
Si los argentinos lo sacan le están haciendo un excelente bien a sus vecinos, mira que los chilenos están muy tratados con el modelito Milei, al conjunto América Latina. Hay que impedir esa alianza perversa entre El Salvador, Ecuador y Argentina de la extrema derecha, entre los bolsonaristas, hay que impedir el avance. En Europa evidentemente que estamos muy atentos a poder construir con los argentinos algo de peso frente a la extrema derecha.
-¿Cómo se ven el lunes después de la elección?
-En esta elección para nosotros todo es posible, necesitamos barrer a la extrema derecha, necesitamos ser un gobierno del Nuevo Frente Popular y eso va a depender de la movilización y sobre todo de la actitud de Macrón que hasta ahora es ambigua de impedir que sigan con este discurso que cualquier cosa menos con la Francia Insumisa.
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