La petrolera malaya Petronas decidió congelar su megainversión en la Argentina a la espera de la sanción del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que contiene la Ley Bases. Es que esa norma le otorga incluso más beneficios que la ley especial que habÃa empujado el kirchnerismo y duerme en el Senado.
El proyecto de esta petrolera malaya, que implica una inversión de decenas de miles de millones de dólares, apunta al desarrollo industrial del GNL asociada a YPF y se comenzó a negociar durante la gestión del santacruceño Pablo Gonzalez, en el gobierno de Alberto Fernandez.
"A los malayos le prometimos una ley y no pasamos de la media sanción en Diputados. Entonces fuimos con un decreto hecho a medida y las cosas se empezaron a destrabar. Esto del RIGI es como otro borrón y cuenta nueva", cuenta un exfuncionario de la gestión kirchnerista.
En efecto, el decreto del gobierno de Alberto Fernández otorgaba a Petronas los mismos beneficios económicos, impositivos y cambiarios del Decreto 929 conocido como decreto Chevron, que a la luz de la década, fue decisivo para el desarrollo de Vaca Muerta.
"Lo cierto es que los beneficios que se le otorgaron a Petronas por decreto y que reflejan el espÃritu del marco regulatorio para el sector, no distan mucho de los que se propone el RIGI", agrega el ex funcionario. Pero si habrÃa una diferencia importante, en la anterior normativa Petronas sólo podÃa repatriar hasta el 50% de las ganancias, ahora con el RIGI podrÃa repatriar todas las ganancias.
Otra diferencia, no menor, es que el RIGI no contiene cláusulas de compre argentino ni de desarrollo de proveedores locales, como preveÃa el proyecto anterior.
En rigor el kirchnerismo no se opone a los regÃmenes de incentivos, es sabido que cuenta varios en su haber, como la ley de software o el sostenido respaldo a la promoción del ensamble en Tierra del Fuego. Desde el bloque de Senadores explican que lo que proponen es que los incentivos se diseñen a medida de cada empresa, no de manera general como plantea el RIGI .
En el entorno de Horacio MarÃn, actual presidente de la compañÃa, la ven distinto. "El decreto era insuficiente. Sin un marco legal, las negociaciones con Petronas son mas dolor de cabeza que otra cosa. El RIGI es fundamental para destrabar esta inversión tan cuantiosa, como otras tantas interesadas a la espera de contar con alternativas favorables", dijo a LPO una fuente de la petrolera de bandera.
Según pudo saber LPO en Petronas están sorprendidos. Bajo la óptica malaya resulta inconcebible los vuelcos de la dinámica polÃtica argentina. "VenÃan negociando con La Cámpora y un dÃa se encontraron con Techint", bromeó una fuente del sector que confirmó a este medio que las negociaciones están en pausa.
La historia se remonta a agosto del 2022 cuando YPF y Petronas llegaron a un acuerdo para el desarrollo conjunto de Gas Natural Licuado (GNL) para ampliar el aprovechamiento de la reserva de recursos hidrocarburÃferos que contiene el yacimiento de Vaca Muerta. Un ambicioso proyecto a largo plazo estimado de mÃnima en diez años con una inversión total de 40.000 millones de dólares.
La proyección de los inversores es que dentro de una década, cuando el proyecto esté finalizado, se podrán producir y exportar más de 25 millones de toneladas año de GNL, equivalente a 110 millones de metros cúbicos de gas dÃa, lo que representa el doble de la producción de gas actual de Vaca Muerta y el 80% del consumo total del paÃs.
La cuenca neuquina es la segunda reserva shale gas del mundo, y mes a mes vuelve mostrar un récord de producción. Cubre el 50% del total de la demanda del paÃs. Pero para poder exportar la producción gasÃfera de Vaca Muerta, se requiere la infraestructura necesaria para la licuefacción a escala. Aprovechar los recursos de la cuenca, requieren una inversión base de USD 10.000 millones de dólares.
Ahora bien, en caso de que el proyecto avance, se abre una segunda polémica. La cuestión pasa la ubicación del puerto. El plan original era localizarlo en BahÃa Blanca pero la nueva conducción de YPF considera la posibilidad de localizarlo en RÃo Negro.
"Primero tiene que salir la ley del RIGI y ambos lugares presentan condiciones favorables y desfavorables en cuanto a terreno, mar y aguas profundas. Los barcos tienen dimensiones monstruosas. Rio Negro presenta todas las condiciones. El problema es que hay que desarrollar toda la estructura portuaria. En cambio BahÃa Blanca tiene estructura porturaria pero no cumplen con las condiciones naturales", explicaron a LPO fuentes de YPF.
En el kirchnerismo reconocen cierta cintura polÃtica en la estrategia que despliega MarÃn. "Esta haciendo acuerdos por su cuenta con los gobernadores de Vaca Muerta. Llevar el puerto a RÃo Negro es una manera de acercar a Wereltilnek", dijo a LPO una fuente al tanto de las conversaciones, en referencia al gobernador de RÃo Negro, que durante el gobierno pasado acompañoó al peronismo, pero siempre mantuvo márgenes de independencia.
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Bahía Blanca tiene el puerto de aguas profundas de 45 pies y Quequén uno de 50 pies.
Hay que ser muy chorros para hacerlo en otro lado, para cobrar coimisiones multimillonarias.
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