Tras la derrota parlamentaria de la ley ómnibus que dejó al sector energético convulsionado, se profundiza la crisis en la Secretaría de Energía en medio de la tensión de Eduardo Rodríguez Chirillo con Nicolás Posse y Luis Caputo.  

En el segmento de la producción de hidrocarburos, el Gobierno no realizó las transferencias comrpometidad para financiar el segmento de generación como tampoco lo hizo con las productoras de gas enmarcadas en el Plan Gas.

Los contratos de compra de gas y de electricidad están fijados en dólares al tipo de cambio oficial. Por eso en diciembre, luego del salto de $350 a $800 del valor del dólar, el gasto de subsidios a la energía aumentó. Sin embargo, ese efecto recién se comenzará a percibir a partir de marzo, ya que el Gobierno paga a 60 días .

 Esto llevo a que la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) le envié una carta a Chirillo, para reclamar acciones sobre este problema.  

Caputo consigue el primer superávit financiero en 20 años, pisando pagos a provincias y energéticas

Una situación similar ocurre en el segmento de transporte. El director general de Transener Pablo Tarca comunicó que no recibe fondos del Tesoro y que por eso las firmas entraron en alerta máxima. "Toto" no gira el dinero para conseguir ficticios logros fiscales. De hecho tanto Transener como Transba pagaron solo el 50 % de los sueldos correspondientes al mes de enero y advierten que el suministro eléctrico esta en riesgo.

Respecto al segmento distribución la clave es la eliminación de Cammesa.  El Gobierno echó a todo el directorio y quiere cerrarla para terminar con su rol de intermediaria en la compra de combustibles para las centrales.

El Gobierno quiere el mercado se "autogestione" y que las distribuidoras y las generadoras negocien libremente. El superávit financiero que Caputo anunció para enero se explicó en gran parte porque el Gobierno pisó los pagos a las generadoras de energía, que en enero tenían que cobrar $413 mil millones y no cobraron nada.

Como las distribuidoras eléctricas acumularon hasta enero una deuda con Cammesa de casi 400 millones de pesos debido al congelamiento tarifario, el Gobierno quiere que esas dos deudas se anulen entre sí. Las empresas dicen que pagarán a Cammesa el 25% relativo a noviembre y con eso se acercarán al 50% de la deuda.

Chirillo está trabajando en este plan con Carlos Bastos, ex titular de Infraestructura de Domingo Cavallo durante su paso como ministro de Economía de la Alianza. En las empresas del sector están en shock porque les llegan todas estas versiones y nadie habla con ellos, una situación que no les pasó nunca.

A este escenario complejo se suma ahora la novedad de que el nuevo encargado de administrar al sector eléctrico será Damián Sanfilippo, un exdirectivo de AES y Ashmore, entre otras compañías. 

Hasta hoy, Sergio Falzone, un ex ejecutivo de Central Puerto, se manejaba dentro y fuera de la secretaría como el hombre fuerte para administrar el sector. Sin embargo, se lo llevó puesto la interna oficial que arde al calor de los cambios de fondo en el mercado que viene impulsando Chirillo.

En el sector deducen que el enroque de Sanfilippo por Falzone se enmarca en la interna entre Chirillo y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, que aliado al ministro de Economía buscan quedarse con energía. Por eso, la llegada del exdirectivo de DESA implicaría un golpe al poder del actual secretario.

Desde su llegada a Energía, Chirillo viene batallando, con escaso éxito, para colocar funcionarios de su confianza y manejar la totalidad de los resortes del área. El reiterado freno a las designaciones generó varios inconvenientes, al punto que inclusive amenazó con renunciar frente a las trabas impuestas por Economía.

En 2023, los subsidios energéticos le demandaron al Tesoro USD 9683 millones, según cálculos de la consultora Economía & Energía. El monto, que representó un 1,5% del PBI, y así y todo significó una caída interanual del 22% equivalentes a USD 2661 millones, por la caída de los precios internacionales y el ahorro de importaciones.