En el paÃs de Vaca Muerta falta gas en las provincias del Norte. Por eso es tan importante la reversión del gasoducto Norte, una obra que viene complicada.
Mientras tanto, para evitar el desabastecimiento, se selló un llamativo acuerdo de importación de gas con Chile. Chile no tiene gas: lo que le vende a la Argentina es la regasificación del GNL que ese paÃs importa. Una triangulación.
Los buques de GNL llegan al puerto chileno de Mejillones, en donde se lo regasifica y se inyecta a través del gasoducto Norandino, que desemboca en Salta.
El gobierno chileno autorizó un despacho total de 128 millones de metros cúbicos en tanto se registraron picos diarios de 2,3 millones de metros cúbicos, topeando la capacidad del caño que cruza la cordillera. El contrato rubricado es entre Enarsa y las firmas chilenas Engie EnergÃa Chile y ENAP RefinerÃas. El costo del MBTU supera los USD 15 dólares, cuando el que se produce en Vaca Muerta ronda los USD 4.
La triangulación de importación de gas vÃa Chile tiene antecedentes opacos. Consta en la investigación de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) por las importaciones ralizadas entre 2016 y 2018, cuando Juan José Aranguren era ministro de EnergÃa.
Aranguren ya habÃa sido denunciado por este hecho por el entonces senador nacional Pino Solanas, quien fundamentó su sospecha precisamente en que Chile no es un paÃs productor de gas natural, sino que lo importa por barcos. En ese momento las compras se pagaron hasta 128% más caras que el gas proveniente de Bolivia.
La misma sospecha le cabe a esta gestión de Enarsa. Este medio contó que con la reciente reestructuración del directorio, el gobierno busca ocultar un escándalo mayor: el despido del vicepresidente Rigoberto MejÃa Avena, el funcionario investigado por el memorandum firmado con la brasileña Petrobras, conocido como swap de barcos de GNL a cambio de gas que se importa de Bolivia a USD 20 por millón de BTU, muy por encima del precio de mercado.
MejÃa Avena fue director de la petrolera brasileña. Además este funcionario estuvo en el ojo de la tormenta cuando en 2019 durante el gobierno de Macri, un grupo de diputados denunciaron a las autoridades de la estatal de energÃa por la venta a precio vil de las centrales termoeléctricas.El caso fue revelado en exclusiva por LPO.
Ahora, con el contrato de importación de gas con Chile que se firmó en junio previo a la salida de este funcionario, cae sobre su figura un nuevo caso de conflicto de intereses: Rigoberto MejÃa Avena es chileno y continúa viviendo Chile.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
Opcionalmente se recurrió a Bolivia, pero más allá de que Agustín Gerez el año pasado haya cancelado el vínculo contractual con Bolivia para el abastecimiento de gas (cosa que comenzó a regir a partir del invierno 2024), Bolivia no es capaz de aumentar la producción para enviar gas a la argentina.
Entonces, si queremos tener combustibles en el norte argentino mientras se completa la reversión de gasoducto norte 1) abastecer de combustibles líquidos, por ejemplo gasoil, que, según el precio del momento, estamos hablando de más 20 dólares por millón de bru, con más de infierno logístico o 2) hacer un Swap con Brasil de barcos de gnl que la argentina comenzó a importar desde 2009 (más o menos) pagando por el q este gas más de lo que le pagaba a los productores locales (se repite lo que bien escribís en tu artículo) e importar gas en forma de GNL desde Chile.
Entiendo que la opción dos no es la mejor y la que a todos más nos gusta, pero es la alternativa más viable considerando las condiciones de borde con las que se cuenta. Ahora, esto no exime la posibilidad de que haya habido alguna maniobra fraudulenta. Pero desde el punto de vista estrictamente físico, al menos yo no veo una opción superadora de lo que se está haciendo. Dada las circunstancias en las que vivimos, si alguien descubre la forma de hacerlo mejor que aporte su idea.