Se cumple una semana de los anuncios del ministro Toto Caputo y no hubo un solo avance concreto para completar la transferencia de deuda del Central al Tesoro. La conferencia de prensa del pasado viernes a última hora fue un manotazo de ahogado para tranquilizar a los actores del mercado que exigen con intensidad en aumento alguna señal respecto al cepo.
Es lo que intentó Caputo, ladeado por el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, cuando puso como condición para levantar las restricciones cambiarias, la limpieza total de los pasivos en poder de la máxima autoridad bancaria.
Los pasivos del Banco Central se pueden ubicar en dos columnas. En una los pases remunerados que reemplazaron las Leliqs. Suman cerca de 5 billones de pesos. Un remanente menor, dado que el mayor volumen ya se transfirió al Tesoro en sucesivas licitaciones con tasas significativamente superiores. Acá no hay mucho problema.
El tema son los famosos puts. Un seguro de compra de tÃtulos del Tesoro por parte del Central que no tienen oferta en el mercado secundario. Si un tenedor tiene un bono y nadie lo quiere comprar, el Central está obligado a hacerlo a la cotización del cierre de la jornada anterior. Los puts vigentes superan los 18 billones de pesos equivalentes al 4% del PBI. Solo en lo que va del 2024 los bancos se hicieron de 5.5 billones en la ejecución de estos seguros.
Ese es el verdadero nudo gordiano de la cuestión. Porque esos seguros existen precisamente por la falta de confianza que genera en los tenedores de deuda el Tesoro Nacional. Más aún si se trata de funcionarios del gobierno que reperfiló compulsivamente la deuda en pesos.
El escenario es delicado, la reunión de Caputo con los banqueros de este lunes terminó mal, como reveló LPO. Los banqueros no entendieron que querÃa hacer Caputo, pero quedó sobrevolando la idea de un canje compulsivo. Luego de ese encuentro todo se trabó y ahora los banqueros hablan por la bajo d eun default de los Puts, es decir un canje compulsivo.
A tal punto que el ex viceministro de EconomÃa, Orlando Ferreres, se animó a definir la propuesta como un nuevo plan Bonex.
Otro de los puntos que generan dudas en el mercado es el costo fiscal que tendrá el mayor pago de intereses que supuestamente ofrecerá Caputo por los bonos del Tesoro que reemplacen los puts.
Según los cálculos de la consultora Aurum Valores el impacto se estima en 1,7% del PBI más de intereses, aunque gracias a una maniobra de contabilidad creativa, esto intereses no tendrÃan impacto en el resultado financiero mientras los bancos no los liquiden.
Como sea, para el mercado nada de esto facilita la salida del cepo. "La letra de regulación monetaria (Leremo) es para ganar plazo y moneda, en caso de que el Tesoro recompre deuda en dólares con excedentes, como hizo con Lecaps; y mejorar respaldo de base con reservas, a cambio de mayor exigencia fiscal y un perfil de vencimientos desafiante", dijo a LPO el titular de un banco importante.
Esta fuente destacó que la jugada de Caputo "no cambia el déficit consolidado, porque los intereses que se ahorra el Central los asume el Tesoro. Con lo cual el déficit consolidado del sector público que considera BCRA más Tesoro se mantiene por encima del 10%".
Lo insólito es que todos coinciden en que lejos de alejar incertidumbres, Caputo las cultiva. Similar situación se dio con una innecesaria previa del presupuesto donde deja escrito que los precios van a duplicar la velocidad del dólar, garantizando cepo para rato.
"En la conferencia del viernes, en un momento determinado Toto se refirió expresamente a las Lebacs con cara de sarcasmo. Ahà puso en evidencia su notable encono con Sturzenegger. Y obvio que sabe que le esta serruchando el piso. Esto ya no es escepticismo, es nihilismo", describió con sorna otro banquero. "¿Toto y Bausili no activan rápido la reglamentación de las letras porque están presionando a Milei?", se preguntó el banquero.
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Esto es un binex y mal hecho