
En el sector tabacalero circularon este lunes versiones de que la jefa de la AFIP, Florencia Misrahi, se prepara para reglamentar una norma a medida de las multinacionales Massalin y British American Tobacco (BAT), que en el mercado local opera a través de BAT Argentina (ex-Nobleza Piccardo).
La medida -que dejarÃa fuera del mercado a todas las empresas nacionales- serÃa una maniobra diseñada por Massalin y puesta en marcha a través de sus aliados en el gobierno. Entre los que se cuentan al ex jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y la propia Misrahi.
Es que la norma solamente la podrán cumplir las empresas extranjeras y dejará sin Instrumentos Fiscales de Control (IFC) -las estampillas fiscales que se pueden ver en los paquetes de cigarrillos- a las tabacaleras nacionales.
"Estos IFC pasarÃan a ser instrumentos fiscales de extorsión", dicen en el sector tabacalero. Además, agregan que hasta ahora las estampillas sirvieron para controlar y fiscalizar, sin embargo, en los últimos meses, devinieron en una herramienta útil para la industria en manos de Massalin, para acabar con la competencia.
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Las empresas nacionales advierten que, de confirmarse la nueva normativa de la AFIP, las multinacionales gozarán de la explotación del 100% del mercado del tabaco "como es deseado por el gobierno y su preferencia por las empresas extranjeras".
En el sector sostienen que el gobierno desreguló el mercado a través de la derogación de la ley de impuesto mÃnimo, sin embargo eso no fue suficiente para las gigantes del tabaco que buscan este nuevo método para quedarse con el mercado.
Desde la pequeña y mediana industria nacional sostienen que esto podrÃa impactar en el trabajo directo de unas 3.000 personas que viven del comercio de las tabacaleras locales.
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Qué bueno. Seguro que al quitarles la pata del estado de encima las empresas destinarán esos miles de millones de dólares que se ahorren en gigantescas inversiones productivas que generarán miles de puestos de trabajo y una riqueza sin igual en un sector tan desarrollado y benéfico como la industria tabacalera. Así funciona siempre en el capitalismo liberal.