El FMI ratificó este martes sus proyecciones de inflación para la Argentina en el 60% respaldando el objetivo que se pusieron Massa y Rubinstein para 2023. Sin embargo, las subas de tarifas de enero y el salto del precio de la carne de cara a febrero ya le quitan chances a la cifra oficial.
De acuerdo a estimaciones privadas, la inflación en enero superó el 5,5%, la segunda suba consecutiva luego de cuatro meses en baja. Y para febrero, tal como adelantó LPO, repercutirá el aumento de la carne que anotó una suba del 10% desde el 28 de enero y todavía puede subir más. Es que el ganado en pie en las últimas dos semanas subió 26%. Además impactarán las subas del 8,2% en las prepagas, del 4% en combustibles y del 9,8% en telefonía.
El precio del ganado saltó 17% y anticipan subas de la carne de hasta el 40%
Para la política económica el escenario se tensa: si la inflación de enero y febrero promedia el 5,5%, hará falta extremar la baja al 3,7% promedio los diez meses restantes de año para que el objetivo del 60% se cumpla.
Las proyecciones de inflación privadas de enero se ubican todas arriba del 5,1% de diciembre y se acercan más al 6%. De ratificarse esto el próximo martes 14 cuando el Indec dé a conocer el Índice de Precios al Consumidor, el Gobierno quedará incómodo respecto de la promesa de que en abril el dato será inferior al 4%.
El monitor de precios en supermercados del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabini Ortiz anotó una suba del 4,6% en las cuatro semanas previas al 30 de enero, liderada por las subas en la categoría Electrodomésticos (8,6%), seguida por los Alimentos Frescos (6,6%).
"En la quinta semana de enero vimos una suba del 3,6% de en la carne, entendemos que el mayor impacto del aumento del precio del ganado en pie se va a plasmar en los precios en el mostrador en febrero", detalló economista del Aldana Montano del centro Scalabrini Ortiz.
En el bolsillo de las familias también repercutieron la suba en el transporte público del orden 40% para el boleto de colectivo, la de las prepagas (6,9%) y la quita de subsidios a las tarifas de gas y electricidad del 40% y del 80% en el agua, elementos que el centro Scalabrini Ortiz no relevan. "En base a nuestro relevamiento proyectamos una inflación para enero cercana al 5%", agregó Montano.
A la consultora EcoGo, sus mediciones le indican 5,6% para enero, al igual que las estimaciones de la consultora ACM. A su vez, el modelo predictivo de Equilibra arroja 5,7%. Y el sondeo de precios de C&T Asesores Económicos llegó al 6,4% donde el rubro de Transporte y Comunicaciones fue el de mayor incremento "por la combinación del aumento de transporte público, de los servicios de telefonía móvil y de la sostenida alza en los vehículos".
"La inflación de enero estuvo impulsada principalmente por rubros de fuerte estacionalidad positiva durante el verano (recreación, entretenimiento, hoteles, restaurantes), y una fuerte suba en el precio de la carne (+13% en Liniers), verduras (en torno a 12%) y frutas (levemente por encima del 6%). Por el contrario, ropa, educación, y los rubros que conforman el programa Precios Justos, contribuirían a ajustar hacia abajo", detalló la economista de Equilibra, Lorena Giorgio.
"Con el tipo de cambio oficial con un crawl mensualizado en torno al 5,6% y salarios nominales creciendo al 5,4% en el promedio bimestral, es muy difícil que la inflación se ubique muy por debajo de estos números", agregó Giorgio.
El economista Francisco Ritorto de la consultora ACM explicó a este medio que "En enero, la estimación nos dio 5,6% con un aporte de 0,53 p.p. de la suba de carne; y para febrero la proyección nos da más cercano al 6%, donde existe en ambos existe una influencia de los aumentos de la carne. En febrero, todavía podría esperarse que revisemos la estimación en base a nuevos aumentos que se anuncien o lo que pueda llegar a pasar con la carne durante el transcurso de ese mes".
"Un 60% de inflación acumulada para 2023 suena optimista, ya que el año va a comenzar con una inflación mensual por encima del 5%. Para ponerlo en perspectiva: para llegar a una inflación del 60% anual deberíamos tener una inflación promedio mensual de 4% durante el transcurso del año, lo que termina implicando un desafió para la gestión actual".
"Algunos factores que podrían contribuir para lograr este resultado es que se continúe el sendero de esfuerzo fiscal visto en la segunda parte de 2022 y el cumplimiento de las metas con el acuerdo del FMI. Además, para este año se estima una desaceleración de los precios internacionales de la energía lo que aportaría un alivio en los precios domésticos. En cuanto a lo negativo, se encuentra la inercia inflacionaria que presiona sobre los aumentos salariales lo que genera un riesgo de espiralización en los precios. Y por último, los ajustes en precios regulados podrían acelerar el índice también", explicó Ritorto.
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