Macroeconomía
La economía cayó por tercer mes consecutivo impactada por las restricciones a las importaciones y la sequía
El Indec difundió el estimador de noviembre con una baja del 0,7% mensual. La economía no logra cruzar el techo de diciembre de 2017

La economía llegó a su máximo en agosto y desde entonces acumuló tres meses desacelerándose. El Estimador de Actividad Mensual que el Indec dio a conocer este martes confirmó las estimaciones de indicadores privados. En noviembre la economía se achicó 0,7% respecto de octubre y se alejó un poco más del máximo histórico por tercer mes consecutivo.

Gracias al gran dinamismo de la actividad económica en la primera mitad del 2022, en la comparación interanual las estadísticas arrojaron un crecimiento respecto de noviembre del 2021 del 2,6%. Desde la consultora ACM explicaron que, además de ser el tercer mes en caída, la marca de noviembre es "la peor caída desde el mes de enero de 2022". Y agregaron: "Esto era esperable para la última etapa del año, ya que se proyectaba un descenso en la actividad para el último trimestre". 

Por un lado, el freno obedece al "impacto dentro de las industrias por las restricciones al acceso de divisas para importaciones y adicionalmente la caída del sector agrícola, el cual ya presento en 8 meses variaciones negativas en su actividad en términos interanuales", precisaron.

Al fenómeno de mejoras pasadas que permiten ver mejoras interanuales cuando la economía se está achicando (o viceversa) entre los economistas se lo conoce como arrastre estadístico o statistical carry over. Precisamente el diagnóstico para 2023 es que el arrastre estadístico se acabó.

El contraste entre el crecimiento de la primera parte del año y el estancamiento con contracción de la segunda mitad quedará camuflado en una cifra de crecimiento del PBI promedio, que se estimá será del orden del 5,5% para todo 2022.

Puntualmente, el último Relevamiento de Expectativas de Mercado mostró que para el promedio de los economistas consultados, el crecimiento económico del 2022 será del 5,3% y que, a lo largo de este 2023, la economía crecerá solamente 0,5%. Esto quiere decir que este año comenzará en baja y, con algo de impulso del sector público por las elecciones, cerrará recuperando parte de lo perdido, aunque no lo suficiente como para conservar el mismo nivel de PBI per cápita.

Si al estancamiento de la actividad de este año se le agrega el nuevo régimen de alta inflación -cuyas proyecciones oscilan entre el 70% en los relevamientos de la calle y el 100% entre los sondeados por el REM del Banco Central- el diagnóstico para 2023 es estanfación.

Argentina desde 2011 y hasta 2018 estuvo envuelta en un ciclo de virtual estancamiento: con crecimiento del PBI en los años electorales y caídas del PBI en los años impares que deshace casi la totalidad de lo avanzado en el año previo. 2019 fue el primer año impar en contracción por la seguidilla de corridas cambiarias, que desembocaron primero en la última racha de tres meses consecutivos contractivos antes de la pandemia  y, luego, en el primer acuerdo con el FMI. Por el contrario, 2022 fue el primer año par con crecimiento. De hecho, en agosto el nivel de actividad desestacionalizado llegó a 152,6 (donde 100 es el nivel de 2004) y quedó apenas una décima del 152,5 puntos de diciembre de 2017, el valor más alto hasta ahora.

En otras palabras, el nivel de agosto es el techo al que llega la actividad y no logra cruzarlo por falta de divisas y de inversiones que permitan hacer crecer más la torta. Y en 2023 el nivel de actividad estará frenado, no necesarimente será recesivo ya que, técnicamente, para hablar de recesión se requieren dos trimestres consecutivos con variaciones interanuales negativas.

Sin más dólares en el horizonte lo que vemos es un escenario de estancamiento y leve contracción para 2023. La sequía va hacer caer el PBI agroindustrial 4,4% este año. Seguramente algo antes de que empiece la segunda mitad del año, el Gobierno le de un impulso expansivo a la demanda agregada para mejorar las chances electorales del oficialismo, pero la clave va a ser si hay o no dólares para financiar esa expansión. Si no, no vemos la economía volviendo a un sendero de crecimiento

El economista de la consultora Ledesma, Gabriel Caamaño, detalló que el estancamiento del segundo semestre se debió a las trabas a las importaciones, el impacto de la sequía, la incertidumbre macroeconómica que se tradujo en una brecha cambiaria entorno al 100% y también en deterioro de salario real "producto del pico inflacionario de julio-agosto". En efecto, se estima que el poder de compra de los trabajadores terminó 3% debajo del que tenían un año atrás.

"Estos tres meses de contracción no son una golondrina de verano, sino algo más tendencial. A principio de 2022 adelantamos que la falta de dólares iba a desembocar en un proceso contractivo que veíamos para julio y se terminó plasmando en los números del Indec dos meses más tarde. La exigencia de dólares sigue presente por lo que el proceso de contracción no se ha detenido todavía y podría estabilizarse dentro de unos meses en un nivel más bajo de actividad. Sin más dólares en el horizonte lo que vemos es un escenario de estancamiento y leve contracción para 2023. La sequía va hacer caer el PBI agroindustrial 4,4% este año. Seguramente algo antes de que empiece la segunda mitad del año, el Gobierno le de un impulso expansivo a la demanda agregada para mejorar las chances electorales del oficialismo, pero la clave va a ser si hay o no dólares para financiar esa expansión. Si no, no vemos la economía volviendo a un sendero de crecimiento", dijo Martín Rapetti, director de la consultora Equilibra.

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  • 4
    arminioleonardo
    01/02/23
    07:12
    Se espera un crecimiento más débil de lo previsto para 2023. Para este año se calcula un crecimiento no mayor al 2% del PBI.
    La inflación muy elevada de nuestro país obstaculizará la actividad económica. Es cierto también, que la sequía y una menor cantidad de importaciones impactarán fuerte. Además, estos dos problemas afectarán al nivel general de precios de nuestra economía en el 2023.
    La inflación general en argentina sigue siendo muy superior al objetivo que pretende alcanzar el gobierno actual y los precios de los alimentos aumentan a un ritmo muy acelerado.
    En el 2022 el costo de vida (IPC) subió un 95%.
    En resumen, en el 23 tendremos una desaceleración del crecimiento y una inflación muy alta y preocupante.
    Responder
  • 3
    mariangel
    25/01/23
    13:32
    Sergio, taj ahí? . . . como queda demostrado, vender humo es lo tuyo
    Responder
  • 2
    l
    25/01/23
    12:46
    Pero si estamos creciendo mas que China! estamos creciendo mas que durante el gobierno de Nestor!

    Por favor, esta bien que mientan, pero el nivel del grotesco al que han llegado las pelotudeces que dicen, estamos ya bien entrados en recesion, que solo se va a agravar en los proximos meses.
    Responder
  • 1
    25/01/23
    10:29
    No se puede esperar otra cosa con un manejo soviético de la economía pese a los maquillajes estadísticos
    Responder
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