El lunes de la semana pasada, en medio del impacto del Ãndice de inflación de enero que marcó un inquietante 6 por ciento, la misión técnica del Fondo Monetario Internacional que habÃa llegado el domingo 5 se volvió a Washington tras haberle dado el visto bueno a los números presentados por el Ministerio de EconomÃa.
Esa es la información que manejan en el equipo de Sergio Massa, que este lunes envió a Washington una delegación encabezada por el viceministro, Gabriel Rubinstein, para que termine de cerrar la aprobación con la conducción polÃtica del organismo.
Rubinstein buscará sà ponerle un moño a las negociaciones que primero mantuvo via zoom con los equipos de Luis Cudeddu y luego de manera presencial cuando los técnicos del FMI vinieron a Buenos Aires.
Cabe recordar que, en 2022 el déficit fiscal primario cerró en 2,4% del PBI sobrecumpliendo en una décima la meta anual. Y que las reservas en 2022 llegaron a la meta de 5.000 millones de dólares de aumento neto y la sobrecumplieron en unos 440 millones de dólares, de acuerdo a fuentes oficiales. Con el atado de manos de Massa en agosto para no pedirle al Banco Central más financiamiento monetario, los tres puntos crÃticos del acuerdo con el FMI quedaron cumplimentados.
En consecuencia, para marzo se espera que se haga público el "staff report" con todas las consideraciones de los técnicos para que luego el Board del FMI resuelva si desembolsa los 4.000 millones de Derechos Especiales de Giro (DEGs) correspondientes a esta cuarta revisión (unos 5.400 millones de dólares).
Los técnicos no objetaron el repunte de la inflación en diciembre al 5,1% y tampoco se pronunciaron sobre la recompra de deuda con reservas internacionales que está llevando a cabo el Ministerio de EconomÃa. Al respecto, cabe aclarar que usar reservas para contener los dólares paralelos está expresamente prohibido por el acuerdo, pero bajo este paraguas legal y técnico de la recompra de bonos, el Central queda autorizado a intervenir en el mercado secundario de bonos a propio criterio.
La polémica radica porque en 2023 la economÃa debe haber acumulado 9.800 millones de dólares de reservas netas, por lo que este año deberá sumar otros 4.000 millones -conforme a la meta corregida de la segunda revisión-. De estos, los primeros 1.200 millones son para el primer trimestre, y en enero las reservas cayeron 190 millones de dólares y en lo que va de febrero el Central vendió 516 millones de dólares en el MULC, volcó otros 450 millones a la recompra de bonos y utilizó otros 670 millones para el pago de intereses al FMI.
De esta manera, cada vez parece más lejos de poder alcanzar esta meta y todos los ojos se ponen en una tercera edición del dólar-soja a fin de trimestre para cumplir con la meta del Fondo. Al fin y al cabo, todavÃa hay unas 6 millones de toneladas de soja de la campaña anterior sin liquidar.
En tanto, el Gobierno está buscando que la exigente meta de 2023 contemple al menos 5.000 millones de dólares que no ingresarán al paÃs por efecto de la sequÃa, no por errores en la polÃtica económica.
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El verdadero problema para nosotros es que los pibes del fondo son medio zurditos y quieren cobrar, motivo por el cual no van a proponer cambios al nuevo gobierno hacia políticas de mercado sino reventar con más impuestos a empresas e individuos, lo que suena a música celestial para kukas y globertos, esperemos cambios en USA y el FMI o estaremos en el horno.
Como siempre God save peronia...jajajaja