Toto Caputo celebró en sus redes sociales el acuerdo con las empresas del sector energético en la negociación por la deuda acumulada desde diciembre con Cammesa. El acuerdo se alcanzó luego que el ministro de EconomÃa prometiera a las energéticas revivir el negocio de las nuevas centrales, que Massa dejó atado justo antes de irse del gobierno.
"Pampa, Central Puerto y Central Costanera eran las empresas que sostenÃan una posición mas dura. Cuando aflojaron, traccionaron al resto de la industria", dijo a LPO una fuente del sector. En efecto, el bono que ahora aceptaron implica una quita de la deuda del 50% por su actual cotización, que puede variar.
La resolución de la SecretarÃa de EnergÃa, que anticipó LPO, dispone el pago de la deudacon un bono a 14 años y una paridad del 50% en el mercado. El tÃtulo cancela la deuda con proveedores de gas y generadores por diciembre de 2023 y enero y febrero de 2024, lo que suma un total de USD 600 millones. El stock de pasivo acumulado a mayo corriente supera los USD 2800 millones.
Lo que despierta curiosidad son las razones que llevaron a los jugadores mas importantes del sector a revertir la resistencia inicial. "Me estoy peleando con amigos con los que jugaba al paddle la semana pasada", confesó Caputo dÃas atrás. Se referÃa a su primo hermano Nicky Caputo, el "amigo del alma" de Mauricio Macri, ambos aficionados a ese deporte.
Según pudo reconstruir LPO con fuentes del sector, una de las palancas que usó el ministro para destrabar el acuerdo fue poner sobre la mesa el negocio de las nuevas centrales, que él mismo habÃa retirado, cuando comenzó a avanzar sobre el área que formalmente todavÃa está a cargo de Eduardo RodrÃguez Chirillo.
Cuando Caputo lanzó un 'takeover' de la SecretarÃa de EnergÃa incumplió varios de los contratos vigentes. Además del canje compulsivo de deuda, frenó obras licitadas por Sergio Massa sobre el final de su mandato para sumar centrales de energÃa eléctrica por 3.000 megas. Esto exponÃa al Estado a juicios multimillonarios en el exterior, como reveló LPO.
Esto remite a obras licitadas y adjudicadas en los últimos tres gobiernos. Durante el gobierno de Macri se construyeron nuevas centrales con financiamiento propio a cambio de contratos de venta de energÃa en dólares por 15 años.
Bajo un esquema similar, al final de su gestión, Sergio Massa licitó la construcción de centrales térmicas para la generación de energÃa por 3000 megas más. Tras el triunfo de Milei, la entonces secretaria de EnergÃa, Flavia Royón, consultó a Chirillo si debÃa adjudicar las obras. El nominado secretario de EnergÃa le dijo que sÃ.
Sin embargo, cuando asumió el nuevo gobierno el ministro Caputo -del que depende EnergÃa- se negó a firmar los contratos, que ahora rpomete reactivar.
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Gran decisión frenar esas obras en un país en el que sobra electricidad como para tirar al techo. Reactivarlas es un error porque la obra pública genera déficit fiscal (que es la única causa de la inflación). Si los últimos tres gobiernos (todos de extrema izquierda) las impulsaron, era porque eran adictos al déficit que es algo criminal.