Las primeras palabras de Silvina Batakis como ministra de Economía inmediatamente después de su jura sorprendieron por su sesgo ortodoxo: en los escasos tres minutos que habló desde el Patio de las Palmeras de la Casa Rosada, en dos ocasiones puso a la búsqueda del equilibrio fiscal como una prioridad.

"Yo creo en el equilibrio fiscal y creo que tenemos que avanzar en ese sentido", dijo la nueva ministra, en un guiño a la continuidad del programa del FMI.

Batakis dijo que cree en el "equilibrio fiscal" y usó una frase de Martínez de Hoz

De esta manera, Batakis intentó decirle al mercado -que la recibió con una lluvia ácida en su primer día como ministra- que no aplicará las recetas históricas del kirchnerismo, luego de que como revelara LPO, su nombre fuera propuesto por Cristina Kirchner.

Lo mas sano en este contexto es una recesión civilizada.

Desde el entorno de Cristina justificaron las palabras de Batakis porque el panorama está "muy complicado". Pero hay algo más: En el kirchnerismo toma fuerza la idea de pisar el crecimiento para frenar el drenaje de dólares y la inflación, con el argumento de que resulta la medida menos costosa.

"La otra opción es una devaluación, que lejos de resolver nada, te puede hacer colapsar todo", afirmó a LPO uno de los economista más consultados por Cristina.

Esta es la propuesta que esbozó la semana pasada Eduardo Crespo, un economista reconocido por ambos lados de la biblioteca. "Lo mas sano en este contexto es una recesión civilizada", afirmó en su cuenta de Twitter.

Desde una de las usinas más reconocidas de la economía heterodoxa reconocieron a LPO que las proyecciones fiscales están fuera del rango de cumplimiento con el FMI y el financiamiento con emisión al límite. "Eso va a implicar que hay que pasar la tijera fiscal y falta discutir por dónde y por cuanto". De hecho, en su breve discurso Batakis no hizo referencia a la distribución, un caballito de batalla del kirchnerismo.

"Los márgenes son limitados. El principal foco de incertidumbre es la interna política a la vista de todos. Hasta que no haya consenso para el rumbo a seguir, lo económico va a estar muy condicionado", agregaron. 

Por otro lado, así como el mensaje de la ministra fue mínimo y demasiado general, el día también terminó sin que se conociera quienes la acompañarán en la gestión.

"Así como no están los anuncios, faltan las designaciones. No está claro quien va a llevar al relación con el FMI, ni los nombres de los secretarios de Hacienda y Finanzas", señalaron las fuentes consultadas. En efecto, este lunes se supo que renunció a su cargo Raúl Rigo, el experimentado secretario de Hacienda, un cuadro histórico del peronismo. Su salida sacudió la política: "Deben estar muy mal las cosas para que Rigo deje el cargo", afirmó a LPO un experimentado economista.

A este escenario de incertidumbre su suma la cuestión energética, con dos desafíos centrales: importación de combustible y tarifas. La pregunta que sobrevuela estas horas es sobre la injerencia va a tener el Ministerio de Economía en esa área, dado que la segmentación es un requisito del acuerdo con el FMI.