Panorama
Alguien que se haga cargo
Por Diego Genoud
El gobierno volvió de Brasil con las manos vacías y el fracaso del dólar soja extrema la dependencia con el Fondo. La candidatura de Cristina, el drama sin solución del PRO y la fórmula de Milei.

El fin de semana largo que siguió a la peor corrida en mucho tiempo, Victoria Tolosa Paz y Enrique "Pepe" Albistur estuvieron reunidos durante horas con Alberto Fernández y un grupo de colaboradores en la residencia presidencial de Chapadmalal. La ministra de Desarrollo Social y el histórico publicista del peronismo le pidieron con insistencia que llame a Cristina Fernandez de Kirchner para retomar un diálogo que está muerto y avanzar en el acuerdo para que el Frente de Todos vaya unido a las presidenciales. Amigo de Fernandez desde hace décadas, Albistur llegó a marcar el teléfono de la vicepresidenta y a ofrecerle dejarlo en línea con ella. Pero Fernández se negó una vez más y volvió a decir lo que le repite a todos los funcionarios que aún lo acompañan y no quieren abandonarlo a su suerte. "Ya la voy a llamar", prometió. ¿Le queda tiempo?

Tolosa Paz y Albistur fueron los albertistas más destacados en la clase magistral que la vicepresidenta ofreció en el Teatro Argentino de La Plata. Después de organizar un acto con Tolosa como oradora principal en Ensenada, el matrimonio fue invitado especialmente por el séquito de la ex presidenta. A Fernández no le gustó, como tampoco le agradó que Daniel Scioli, el candidato que él suponía propio, decidiera moverse con independencia y visitar a Mayra Mendoza en Quilmes. Sin embargo, albertistas a prueba de bala como Santiago Cafiero ya militan por el proyecto del ex motonauta.

Con una inflación descontrolada que agrede cada vez más a los históricos votante del peronismo, y casi sin reservas en el Banco Central para enfrentar la presión devaluatoria, Fernández se debilita día a día y demora la decisión que le podría devolver algo de protagonismo y cambiar el escenario político. Mientras tanto, una parte del cristinismo simula estar a salvo de la debacle general y deja correr la versión de una nueva candidatura de la dos veces presidenta. Aunque Cristina dijo hace 10 días que ya dio "lo que tenía que dar", los llamados que en las últimas horas se hicieron desde el Senado al dueño de C5N Fabián De Sousa no fueron para reprenderlo. El hermetismo alimenta una posibilidad que entusiasma a muchos de los leales de la vicepresidenta y en la residencia de Olivos consideran "puro humo".

En los últimos días, CFK comió en Buenos Aires con José Luis Rodríguez Zapatero -que vino a la Feria del Libro- y recibió de él un pedido similar al que le hacen sus incondicionales: los progresistas europeos festejan el regreso de Lula y se ilusionan con ver otra vez a Cristina en el poder. Con menos debilidad por los símbolos y más necesidades, los intendentes del conurbano bonaerense quieren lo mismo: alguien que los vuelva a liderar.

En los últimos días, CFK comió en Buenos Aires con José Luis Rodríguez Zapatero y recibió de él un pedido similar al que le hacen sus incondicionales: los progresistas europeos festejan el regreso de Lula y se ilusionan con verla a ella otra vez en el poder. 

El presidente y la mitad de su gabinete vienen de comprobar en Brasil que ni siquiera Lula puede impedir su caída acelerada al despoder. Ya fuera de carrera, Fernández atraviesa el tramo final de un experimento que no tiene resuelto su desenlace. La detallada exposición en el Palacio de la Alvorada, donde Leonardo Madcur le mostró con números a toda la plana mayor del PT la urgencia que domina al peronismo, no alcanzó para destrabar un acuerdo que se demora más de lo previsto. Alberto quería que Lula le diera un respirador artificial a su gobierno y al mismo tiempo prefería que Sergio Massa, su enemigo íntimo, no pudiera exhibirlo como un triunfo propio.

Aunque los industriales brasileños lo presionan para que facilite los pagos, a Lula le cuesta financiar las importaciones argentinas hasta fin de año por más de una razón. El tres veces presidente no controla el Banco Central y no decidió todavía avanzar con una reforma de la carta orgánica para disponer de recursos que debería estar usando el Tesoro, como los DEGs que le dio el Fondo Monetario Internacional. Tampoco recuperó el BNDES como motor para financiar obras de infraestructura en toda la región. Blanco de la ofensiva judicial conocida como Lava Jato, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil fue cuestionado en campaña por Jair Bolsonaro y el PT aparece todavía a la defensiva en ese aspecto. Son límites del tercer lulismo que llevan incluso a Brasil a reconocerse condicionado y dependiente de los flujos de capital privado. Aunque Argentina es el más expuesto, el nivel de endeudamiento creció en los últimos años en toda América Latina y hace inviable acciones como las que Lula y Néstor Kirchner coordinaron en el amanecer de sus gobiernos para pagarle cash la deuda al FMI.

La caída de reservas está asfixiando una vez más al gobierno de las tribus peronistas. Los informes de las consultoras coinciden en plantear un escenario de fragilidad extrema. El fracaso del dólar soja se debe tanto al impacto de la grave sequía como al aumento de la brecha que lleva a los sojeros a sentarse sobre los silos y presionar por más concesiones. No alcanza la devaluación del 38% que decidió Massa en un contexto en el que el dólar oficial sube del 6 al 8% mensual porque la brecha está otra vez arriba del 100%. Según Ecolatina, si se dejan de lado los DEGs del Fondo, las reservas netas ya son negativas en U$S 1.100 millones. Como en el juego de la oca, se vuelve a los niveles de agosto del año pasado, el momento en el que Massa asumió con el traje de salvador y lanzó la primera edición del dólar para el agrobusiness.

Mientras el peronismo reza para que las lluvias se repitan y queda atado a la voluntad de los sojeros, el dólar agro aportó menos de un tercio de lo que aportó el soja I. Con los U$S 274 millones que vendió en la última semana, Ecolatina calcula que el Banco Central quemó más de 3200 millones de dólares en lo que va del año con intervenciones en el mercado cambiario.

Hay otro aspecto nocivo que reconocen entre los economistas del propio Frente de Todos: el dólar agro tiene impacto en una inflación de alimentos que está fuera de control. La transición hacia las PASO vuelve a quedar lejos y las candidaturas en el peronismo se discuten en un escenario de inestabilidad que hace dudar de todo.

En un esfuerzo descomunal por sostener a Massa, Cristina afirmó en su última aparición que el acuerdo con el Fondo le impedía al gobierno utilizar reservas para hacer frente a la corrida. No aclaró que fue el ministro de Economía el que decidió en forma voluntaria atarse las manos hace apenas dos meses, cuando incluyó ese compromiso en el punto 26 del memorándum de políticas económicas y financieras de la última revisión.

Como aquel Macri que liberó todos los controles cambiarios al asumir y tuvo que retroceder tarde después de haberlo pagado caro, Massa logró permiso para que lo autoricen a desatarse y ahora se esfuerza para que el Fondo adelante en junio los desembolsos previstos para el resto del año. Si como se anuncia el organismo de crédito lo hace, el gobierno no podrá utilizar los dólares sino que deberá cancelar vencimientos con su acreedor privilegiado. Además, tendrá que profundizar el ajuste de tarifas, la devaluación del dólar oficial y la suba de la tasas que ya estrangula a las pymes. La ultima suba del BCRA llevó la tasa efectiva anual al 140%, como parte de un círculo vicioso que conduce a la economía al "infierno más temido" del que hablo CFK hace un mes en Río Negro: recesión y altísima inflación.

Lula no controla el Banco Central y no recuperó el BNDES para financiar obras de infraestructura en  la región. Blanco del Lava Jato, el BNDS fue cuestionado en campaña por Bolsonaro y el PT aparece todavía a la defensiva.

La propuesta frustrada de Marco Lavagna de postergar para después de las elecciones provinciales la difusión del IPC confirma dos datos al mismo tiempo. El primero es que la inflación ingresó en un nuevo régimen y avanza en el año electoral a un ritmo preocupante. El segundo es que, en el final de su carrera, Roberto Lavagna está reescribiendo su historia debido al apoyo decidido que le presta a Massa. El ex ministro de Economía de Duhalde y Kirchner acompañó al ex intendente de Tigre, con más o menos intensidad, desde que creó el Frente Renovador y logró financiamiento durante años para la estructura que montó bajo la escuela de gobierno Yrigoyen Perón Frondizi (YPF). Pero nunca se expuso tanto como en estos últimos meses, con la participación de su hijo, Madcur y Gabriel Rubinstein en el gabinete económico.

El Relevamiento de Expectativas del Mercado que publica el Banco Central elevó a 126,4% el índice de inflación previsto para el año electoral -más de 16 puntos arriba que lo que estimaba un mes atrás- y ya calcula que el IPC de los próximos 12 meses escalará hacia 146,5%. Se cumplan o no los pronósticos de las consultoras privadas, lo que hoy ya golpea a la sociedad es lo que advierte el presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires, Fernando Savore: los aumentos de los alimentos son una agresión violenta y cotidiana a los consumidores que apelan a las segundas marcas y compran cada vez menos en el territorio madre de todas las batallas. Una realidad que, de no atenuarse en el corto plazo, sella la partida de defunción del proyecto Massa.

El escenario que deberá afrontar el próximo presidente será endemoniado y el orden que empieza a advertirse en Juntos no está exento de contradicciones. La autoexclusión de una María Eugenia Vidal que no consigue por ahora ser prenda de unidad en la Ciudad y la decisión de Cristian Ritondo de ser candidato de Patricia Bullrich en la inmensidad bonaerense confirman que Macri hará su esfuerzo para impedir que Horacio Rodriguez Larreta se quede con la franquicia del PRO. 

El ex presidente motorizó la reunión en la casa de Jorge Triaca en la que la cúpula partidaria se volvió a ver las caras después de seis meses. Tal vez consciente de que cometió el error de renunciar a ser antes de tiempo, Macri quiere ahora reservarse una cuota de poder para la etapa que viene. "También puede ser que se haya dado cuenta del desastre que generó todo eso. Cada vez estamos peor y tocando fondo. Hay que frenar un poco todo eso. Mauricio tensó demasiado y solo lo benefició a Milei", dice uno de los dirigentes que estuvo en el encuentro.

Como el de Alberto y Cristina, el dialogo personal entre Macri y Larreta sigue clausurado. El ex presidente no quiere bajar a su primo para ungir a una Vidal que muchas veces le dijo que no y el alcalde no retira a Fernán Quiros en beneficio del primo Jorge.

"Puede ser que Mauricio se haya dado cuenta del desastre que generó todo eso. Tensó demasiado y solo benefició a Milei. Cada vez estamos peor y tocando fondo", dicen cerca de Larreta. 

La ex ministra de Seguridad se quejó en la cumbre de la llegada de José Luis Espert. "Lo están bancando ustedes para que me saque votos a mí", dijo una y otra vez. Al lado de Larreta, aseguran que es al revés y sostienen que Bullrich cerró con Ricardo López Murphy para perjudicar al jefe de gobierno. Además, cuestionan que Macri y Bullrich inviten a un Milei que ya dijo No y no quieran dejar entrar a Espert, que está desesperado por sumarse.

En Juntos reconocen que la tendencia lleva a un escenario de tres tercios. El economista de Libertad Avanza sigue creciendo. Un encuestador que trabaja desde hace años para el peronismo con sondeos presenciales remarca que la intención de voto de Milei es más alta en los sectores bajos, una realidad que no se advierte de la misma manera en IVR. De acuerdo a esos números, el abanderado de la dolarización y el ajuste de shock duplica y triplica la intención de voto que tienen sus propios candidatos en las provincias. Por alguna razón, Cristina le dedicó un largo pasaje de su último discurso.

Entre los moderados de Juntos, afirman que la vicepresidenta y Macri quieren que gane Milei porque saben que no va a poder gobernar y especulan con que eso reposicionaría a los dos líderes de una polarización que se derrumba. Pese a que acaba de acaba de admitir en TN que asesoraba a Macri a través de Carlos Melconian, a Scioli a través de Guillermo Francos y a Massa vía Guillermo Nielsen, Milei es visto como alguien sin compromiso con el pasado por una porción del electorado que está vacante. Su campaña contra los políticos y su promesa de dolarizar resulta más seductora que el ajuste explícito por el que milita la enorme mayoría de Juntos. La sucesión de fracasos en el poder y la pulverización de los pesos llevan a que una franja de desesperados busque una alternativa salvadora. Lo advirtió Miguel Angel Pichetto en una entrevista, el martes pasado: "La Argentina tiene una gran vocación por la magia y la emocionalidad en decisiones de naturaleza política".

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