Mientras algunos despachos porteños tratan de instalar la posibilidad de que Rodrigo de Loredo se convierta en compañero de fórmula de Patricia Bullrich y así alimentar la salida hacia una "ruptura blanda"; el domingo pasado durante la visita de Horacio Rodríguez Larreta a Córdoba, hubo situación de tensión entre el radical de Evolución y el PRO. 

En el almuerzo de "camaradería" que habían preparado de manera coordinada los cordobeses amarillos y Eduardo Macchiavelli, uno de los hombres de confianza del alcalde porteño, De Loredo desafió en la cara a Larreta, ante la mirada atenta del candidato del jefe de Gobierno y su rival en la disputa mediterránea: el senador Luis Juez.

Tras la derrota en La Pampa, temen que ahora Juez no acepte la interna y se rompa Juntos en Córdoba

"El radicalismo está agrandado después de los que pasó en La Pampa", desafió De Loredo, tras acusar a algunos de los integrantes del PRO cordobés de "aspirar a una banca en la Legislatura o en el Concejo Deliberante y no a discutir el poder real". La agresividad de De Loredo dejó perplejos a a varios y motivó una charla del entorno de Larreta con sus armadores cordobeses y con el propio Juez.

"Se fue de mambo Rodrigo con la soberbia de siempre. Igual, nos sirve para demostrar que no es como cuenta Juez acerca de la unidad y que este pibe es capaz de hacer cualquiera", dijo a LPO un hombre del PRO de Córdoba sobre la actitud de De Loredo. "No se hace eso frente a un presidenciable de la coalición que integras", agregó.

Se fue de mambo Rodrigo con la soberbia de siempre. No se hace eso frente a un presidenciable de la coalición que integrasIgual, nos sirve para demostrar que no es como cuenta Juez acerca de la unidad y que este pibe es capaz de hacer cualquiera.

El planteo del diputado radical empuja la ruptura. En Córdoba no habrá elección dentro de Juntos para definir el candidato que le disputará la gobernación al peronista Martín Llaryora. La misma dificultad que enfrenta Juntos en Tucumán, donde tampoco habrá primarias, lo que abre enormes interrogantes sobre como harán los candidatos de Larreta (Luis Juez y Córdoba y Germán Alfaro en Tucumán), para resolver su competencia con el radicalismo.

Después de las conversaciones de la semana pasada, y de las que se produjeron el domingo, quedó claro que la herramienta será la encuesta, pero se trata de un sistema muy delicado que plantea dificultades importantes: Por ejemplo, definir qué encuesta considerarán los candidatos. De hecho, el pasado viernes, De Loredo puso reparos a un principio de acuerdo que existió entre los titulares de los partidos para tomar los resultados de una encuesta que habían acordado la cúpula radical y el PRO.

Esto motivó una presión con pinzas: De Loredo cruzó al presidente de la UCR cordobesa, el negrista Marcos Carasso y Marcos Ferrer, otro hombre Evolución, presionó al PRO.

Así, el escenario de fricción cordobés motivó la comparación con el contexto mendocino y la decisión de Larreta de no confrontar con el radicalismo cuyano al intentar bajar a Omar de Marchi, hasta hace poco su armador nacional.

La decisión que tomó Larreta en Mendoza, como así también la afirmación del radical de Evolución en el incómodo almuerzo de Carlos Paz, generaron suspicacias en el entorno de Luis Juez, quien al igual que De Marchi ahora advierte que será candidato "sí o sí".

Pero las malas noticias para el juecismo no se agotaron en el incómodo almuerzo de Carlos Paz. También en la escala de Larreta en Córdoba, el macrista Gustavo Santos tuvo una charla mano a mano en uno de los allegados del jefe de Gobierno porteño y en la conversación volvió a cuestionar duramente al senador, que hoy lidera las encuestas.