El gobernador Juan Schiaretti anticipó que el próximo 1 de febrero, cuando inaugure por última vez un perÃodo de sesiones ordinarias, no dirá qué dÃa será la elección provincial, una fecha que mantiene en vilo a Juntos por el Cambio porque de ella depende la definición de las candidaturas opositoras.
Es lógico: el peronismo no quiere que el tÃtulo del último discurso de Schiaretti sea la fecha de elección. Se especula que el mandatario hará un repaso histórico de casi un cuarto de siglo de administración peronista que alternaron él y José Manuel de la Sota, y dar a conocer qué dÃa serán los comicios atenta contra la épica y la narrativa de ese discurso.
Para el llaryorismo, la elección provincial deberÃa ser en mayo, lo que implica un cambio a la ley electoral provincial. En los últimos dÃas hubo una fuerte presión en ese sentido. Pero en el schiarettismo no muestran las cartas: por ahora, la primera fecha disponible es la del 25 de junio. Para esta hipótesis, no es necesario modificar el Código Electoral. Sin embargo, es tradición en el PJ cordobés que el candidato tenga injerencia en esta decisión. En cualquier caso, la convocatoria debe realizarse 90 dÃas antes, por lo que el PJ tiene margen hasta fines de febrero para alinear la ley a la expectativa de MartÃn Llaryora.
En tren de análisis, en el peronismo coinciden que Schiaretti no suspenderá la ley electoral vigente, un manoseo que él le endilga al kirchnerismo. En cambio, no descartan una nueva ley que establezca un cronograma fijo, algo que es reclamado sistemáticamente por la oposición.
El cronograma electoral provincial es una cláusula gatillo para Juntos por el Cambio, ya que disparará la resolución de la disputa interna entre Luis Juez y Rodrigo de Loredo. Juez quiere ser ungido candidato por consenso, mientras que De Loredo no cede en su intención de que haya una interna. Juez rechaza la disputa intestina porque sabe que en ese escenario el peronismo tendrá incidencia directa, pero quiere que De Loredo sea parte de la oferta electoral, como su vice o como candidato a intendente. Ninguna de las dos opciones seduce al radical.
Hasta ahora, Juez se mueve como candidato a gobernador: este martes se reunió con Domingo Cavallo en un gesto al cÃrculo rojo, históricamente esquivo al jefe del Frente CÃvico. Junto a él estaban los presidentes de los partidos, incluyendo Marcos Carasso, del radicalismo. Paradójicamente, la precandidatura a gobernador de De Loredo atomizó al radicalismo.
Juez no acepta acordar con los radicales y se complica Juntos en Córdoba
En medio del desconcierto, Juntos acusará a Schiaretti de afectar la institucionalidad al no precisar el cronograma electoral. Este martes, Mario Negri hizo un ensayo de esa ofensiva: "Juan Schiaretti: ‘Hablar hoy de candidaturas es poner el carro delante de los bueyes'. Lo dice el mismo gobernador que ya eligió su candidato a sucederlo, hace campaña todos los dÃas con él y no dice ni a la oposición ni a sus comprovincianos cuándo va a convocar a elecciones", escribió en Twitter el jefe de la bancada radical en Diputados.
En el PJ recuerdan una anécdota: el dÃa que José Manuel de la Sota y sus laderos fueron hasta la Casa de las Tejas a entrevistarse con el entonces gobernador, Ramón Mestre. De la Sota quiso conocer la fecha de los comicios, ante el rumor de que el último gobernador radical los adelantarÃa (como finalmente ocurrió). Mestre le respondió que la darÃa a conocer en el momento oportuno, ante lo cual De la Sota se levantó y dio por terminada la cumbre. A los pocos meses, en diciembre de 1998, De la Sota derrotó cómodamente a Mestre, con lo que se inició el ciclo peronista en Córdoba. El juego de roles es evidente.
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