Juan Schiaretti delegó la gestión de la crisis polÃtica derivada por la muerte de bebés en el hospital Neonatal de Córdoba en dos funcionarios de su confianza: Claudia MartÃnez, a cargo del Ministerio de la Mujer, y Julián López, al frente de la cartera de Justicia, quien en las últimas 48 horas tomó las riendas.
La primera hizo el acercamiento ofreciéndole a las madres contención psicológica a través del Polo de la Mujer, un espacio que se encarga de atender los casos de violencia. López fue quien llevó a las mujeres a sentarse con el gobernador en su despacho. Ambas señales fueron claras hacia dentro del Gobierno.
La muerte de los bebes en Córdoba abre una crisis en el gobierno de Schiaretti
AsÃ, desplazó de la escena a Diego Cardozo, el ministro de Salud que comandó la epidemia por el coronavirus, pero que "chocó la calesita" con esta crisis que sacude al Gobierno de Córdoba. Los reproches y el malestar con este funcionario escalaron en los últimos dÃas.
Hay dos reclamos internos que se le hacen: primero, el "desmanejo administrativo" en el hospital donde ocurrieron las muertes; el segundo, y más importante a la hora de valorar la continuidad del funcionario y parte de su equipo, la falta de reflejos polÃticos para proteger al gobernador. En este punto, advierten en El Panal, se esperaba que Cardozo "diera la cara y pusiera su renuncia a disposición", como es costumbre en escenarios similares.
El relato oficial es que Schairetti se enteró de la denuncia por las muertes cuando trascendió en los medios, pese a que el Ministerio de Salud habÃa denunciado el caso a principios de junio y los fallecimientos se seguÃan internamente desde fines de marzo. En paralelo, la oposición en bloque hizo una fuerte embestida con el mandatario provincial, achacándole responsabilidad directa en el "ocultamiento".
Junto a Cardozo está en la mira la primera lÃnea del Ministerio de Salud. Todos llegaron al poder provincial bajo el paraguas de "La Carrillo", una agrupación de médicos schiarettistas que se fue quedando con los resortes del sistema sanitario y la conducción de varios hospitales.
Además de Cardozo conducen Salud el viceministro Pablo Carvajal y el subsecretario de Salud Carlos Cánovas. Este conflicto también impacta a Esteban Ruffin, director de Hospitales de la ciudad de Córdoba. Sin militancia territorial, todos comparten la pertenencia a "La Carrillo".
Paradójicamente, el hospital donde ocurrieron las muertes se llama "Ramón Carrillo", y fue inaugurado por Ramón Mestre el 14 de diciembre de 1998, seis dÃas antes de perder las elecciones frente a José Manuel de la Sota.
Cirujano y ex tenista profesional, Cardozo es partidario del verticalismo. Por eso lo apodan, a sus espaldas, "Cabo", rango que tiene por ser médico de planta del PoliclÃnico Policial.
Esa forma de ejercer el poder interno tuvo su punto cumbre con el Memorándum 2/2018, a través del cual prohibió a los directores y subdirectores de los hospitales hablar con el periodismo. Él dijo que la medida era para ordenar la comunicación, aunque en los hechos los funcionarios que están al frente de los nosocomios dejaron de hablar.
Aunque una joven enfermera fue detenida por el caso, imputada por dos homicidios, en el Gobierno provincial hay voces que piden dejar que la investigación avance y piden prudencia: esperan que el análisis detallado de las historias clÃnicas arrojen luz sobre las causas de los cinco fallecimientos. Lo cierto es que Schiaretti "ya no confÃa" en Cardozo y buena parte del equipo del MInisterio de Salud, confiaron en El Panal.
En este marco, el viernes por la tarde, tras la detención de una enfermera sospechada, Schiaretti convocó al grupo de madres cuyos bebés fallecieron entre marzo y junio. Las mujeres lo venÃan reclamando, pero el mandatario esperaba que el fiscal Raúl Garzón avance con las imputaciones y tener opiniones independientes de cada uno de los decesos. Ambas cosas ocurrieron en las últimas horas.
Pese al malestar en el Gobierno provincial con Cardozo, su salida del gabinete no puede darse como un hecho: el gobernador cordobés no es de dar volantazos ni cambiar bruscamente estructuras. Aunque, analizan en el peronismo, tiene poco margen para cargar con lastre si, como amaga, quiere proyectarse nacionalmente con un discurso republicano.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.