Al ingeniero se le habla con números. Y con esta premisa, el sector de Juntos en Córdoba que impulsa a Luis Juez y Rodrigo de Loredo para el 2023 arribó después del mediodía de este lunes a las oficinas del expresidente Mauricio Macri.

Encuesta en mano, entraron después de las 13 el senador, hoy convertido en uno de los referentes de la oposición cordobesa, y el radical e intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, armador de De Loredo y de buena relación con el senador Martín Lousteau. De hecho, el deloredista fue uno de los articuladores del encuentro junto al vicepresidente del PRO en Córdoba, Oscar Agost Carreño, un hombre de diálogo directo con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y con la exministra de Seguridad y presidenta del partido, Patricia Bullrich.

El encuentro a Ferrer y Juez les sirvió para que el senador acercara posiciones después de un 2021 marcado por la tensión entre el cordobés y Macri. Porque en las Legislativas del año pasado, el expresidente decidió respaldar a Gustavo Santos, hombre del PRO que acompañó a Mario Negri en las Paso y terminaron cayendo ante Juez y De Loredo.

Después de aquella jugada que en el macrismo tomaron como un desafío, varios actores de la política cordobesa coinciden que Juez y el expresidente se debían un café. Más allá de los encuentros de ocasión en la campaña de noviembre.

El macrismo cordobés quiere acordar con Schiaretti y poner al vice de Llaryora en el 2023

Y eso se concretó en la siesta del lunes en un encuentro al que los cordobeses llegaron con una encuesta de CB Consultores, con números que traen cierto optimismo para Juez.

En términos de imagen, el relevamiento arrojó un 64,4% de positiva, contra un 29,6% de negativa y el 6% de desconocimiento.

En tanto, sobre la proyección de voto, un 33,2% afirmó que lo ‘podría votar'; mientras que 23,3% ‘seguro lo votaría'. Dejando esta última cifra en un voto duro, con ese piso electoral y un techo electoral de más del 56%.

Números que ubican al exintendente como el mejor posicionado del arco opositor según la encuesta. Por encima de los radicales De Loredo, Negri y Ramón Mestre, pero también del macrista Santos. Como así también lo deja por encima del kirchnerista Martín Gill.

La idea es que venga y se sienta cómodo. Es una provincia importante para Macri y sería muy bueno un mensaje de esa contundencia: que queremos derrotar al peronismo de Córdoba

En tanto, en la misma encuesta Llaryora tiene un 57,9% de imagen positiva, un 26,6% de negativa; y un 15,6% de desconocimiento. Con un 31,6% que lo ‘podría votar' y un 12% que ‘seguro lo votaría'.

Por fuera de la encuesta, el encuentro de hoy terminó con un compromiso de Macri de estar en Córdoba entre los últimos días de marzo y el arranque de abril. Y el objetivo de este sector, que se mostró como el más duro a la hora de confrontar con el peronismo cordobés, es que el mensaje del expresidente sea el mismo que lanzaron en su momento Rodríguez Larreta y Bullrich: "queremos ganarle a Schiaretti".

"La idea es que venga y se sienta cómodo. Es una provincia importante para Macri y sería muy bueno un mensaje de esa contundencia: que queremos derrotar al peronismo de Córdoba", dijo a este medio un integrante de Juntos.

"Si es necesario, con los macristas de Córdoba al lado", señaló la fuente. Sobre todo, porque se mantiene el fantasma del acuerdo del PJ cordobés con el ala macrista del PRO desde hace varios meses.

Concluida la charla, el único que se tomó la foto con Macri fue Ferrer. Aunque desde el juecismo terminaron confirmando a este medio la reunión y coincidieron con la posibilidad de un arribo de Macri a Córdoba.

Las reuniones entre el expresidente y el senador siempre tuvieron tensiones. A veces en mayor medida, como fue en la definición de las candidaturas en 2015; en otras ocasiones un poco más relajadas. Aunque nunca hubo feeling.

De hecho, el propio Macri ratificó esto en una conversación con Bullrich en Villa La Angostura hace unas semanas, a pesar del respaldo contundente que la exministra le dio al senador.

Por último, hay sectores de Juntos en Córdoba que además del escenario provincial comienzan a hablar de la sucesión de Llaryora en la Municipalidad. Y aquí, ante la posibilidad concreta de un desdoblamiento de fechas (se votaría en abril o mayo 2023 a gobernador y en septiembre a intendente), De Loredo tiene buenos números. Aunque hay una porción a la que también seduce el radical como compañero de fórmula de Juez.

En tanto, el radical lidera los guarismos en la capital cordobesa y deja relegados a referentes del PRO, como la diputada nacional Soher El Sukaría. Quien, entre otros números tiene un 76,6% de desconocimiento y un 0,6% que ‘seguro la votaría'. 

La encuesta que acercaron a Macri