Mientras MatÃn Llaryora intenta explotar su rol de "defensor del interior productivo" frente al ajuste que encara Javier Milei sobre las provincias, el Gobierno de Córdoba hizo efectivo "en tiempo y forma" su primer gran vencimiento de deuda por más de 27 millones de dólares, correspondientes a dos bonos tomados por Juan Schiaretti.
"Con estos pagos, el Gobierno de la Provincia ratifica el compromiso de honrar sus obligaciones al tiempo que adopta todas las previsiones necesarias para mantener el equilibrio de las cuentas provinciales, en el marco de las renegociaciones de salarios y jubilaciones que permitan afrontar puntualmente el pago de los mismos", dijo la Provincia, intentando diferenciar las cuentas de Córdoba de las nacionales.
Llaryora quiere dar una clara señal: luego de ajustar salarialmente con una paritaria por debajo de la inflación, promete no frenar obras vitales y ampliar servicios educativos y de salud ante la implosión de ambos sistemas privados, y pagar la deuda que le dejó Juan Schiaretti.
Para fondearse, el cordobés apura un nuevo bono: habilitó a Guillermo Acosta, su ministro de EconomÃa, a sondear el mercado. En ese sentido, la decisión de pagar "en tiempo y en forma" tiene ese propósito: mostrar al Estado cordobés como un cumplidor responsable.
Llaryora aplica una nueva fórmula paritaria: la mitad de la inflación y un no remunerativo
El monto de ese bono serÃa, se especula, de unos 300 millones de dólares con un interés por debajo del 10%. Aunque el destino del financiamiento no fue oficializado, se especula que serÃa para garantizar los vencimientos de otros cuatro bonos que tomó el Gobierno de Juan Schiaretti.
En el horizonte del Gobierno provincial asoman vencimientos de intereses y de capital por 460 millones de dólares en junio y en septiembre. Es un tercio de todos los vencimientos que deberá afrontar Llaryora hasta 2027. En los cuatro años de su gestión, enfrentará vencimientos por 1.427 millones de dólares, con un pico en 2025.
Para no depender de Milei, a la Provincia le conviene buscar inversores financieros en fondos, lo que le permite gambetear la autorización del Ministerio de Interior, cuya participación en la operatoria es obligatoria si los tomadores de la deuda son entidades bancarias.
Las conversaciones con eventuales inversores están en marcha, pero los avances siguen bajo siete llaves. Pero el objetivo de los nuevos dólares es pagar y no reperfilar, entienden en el mercado cordobés.
El escenario de deuda heredada en dólares se complica con caÃda de la recaudación, recesión y crisis polÃtica nacional de impredecibles consecuencias.
En paralelo, el ministro Acosta también está habilitado para colocar letras del Tesoro en pesos, con la obra pública como objetivo. Es un esquema de financiación que Llaryora ya utilizó como intendente.
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