El encuentro entre MartÃn Llaryora, intendente de la ciudad de Córdoba y candidato a gobernador del peronismo cordobés, y el ex presidente Mauricio Macri provocó un terremoto en Juntos por el Cambio.
La reunión fue celebrada en las oficinas de Macri el jueves anterior al inicio del Mundial, durante la mañana. Llaryora acababa de regresar al paÃs de una breve gira por Estados Unidos. En la Municipalidad de Córdoba definieron el cónclave como "ameno", con un "repaso de la realidad internacional, nacional y provincial".
Este último punto del temario es el que puso a la coalición en "estado asambleario", con sospechas de futuras traiciones en el marco de un revival del pacto entre Macri y Schiaretti en 2019, cuando Juntos por el Cambio se partió y le cedió la Municipalidad a Llaryora, el delfÃn del gobernador cordobés.
De Loredo se lanzó a gobernador y anticipó que quiere internas con Juez
Tras tener el apoyo de Macri, De Loredo se lanzó como precandidato a gobernador, enfrentándose a Luis Juez, quien está alineado con Horacio RodrÃguez Larreta. Además de la coyuntura, la mala relación entre el senador y el ex presidente es conocida. Con esta interna, el PRO quedó desdibujado de la principal disputa interna de la coalición.
En un torbellino de rumores y especulaciones, entre quienes apoyan la candidatura de Juez sospechan que en la reunión se comenzó a trazar la estrategia para dañar la unidad de Juntos por el Cambio. En la Municipalidad de Córdoba le restan impacto electoral a la conversación. Lo cierto es que no fue Llaryora quien hizo trascender la cumbre, sino el diputado riojano Julio Sahad, quien llegó a una reunión con Macri una hora antes y se cruzó con Llaryora.
La relación Llaryora-Macri no es nueva ni casual: tiene más de una década y cimientos fuertes. Se inició el 14 de mayo de 2010, cuando el ahora candidato a gobernador del oficialismo cordobés era intendente de San Francisco y recibió al por entonces jefe del Gobierno porteño para suscribir un acuerdo con el Banco Ciudad. Ese mismo dÃa, Macri era procesado en la causa por las escuchas ilegales. El porteño ofreció suspender la visita, pero el cordobés se opuso: "De estos momentos se sale con polÃtica", le respondió Llaryora. Macri quedó muy agradecido por el gesto, y desde entonces la relación es constante y sin intermediarios.
Llaryora tiene una de las llaves de la elección que viene: la fecha de los comicios municipales. Puede adelantarlos, pegarlos o despegarlos de los provinciales. En la comuna capitalina se sostiene que la ingenierÃa electoral no cambió y que Llaryora prefiere que los comicios municipales vayan pegados a los provinciales, en una fecha aún no definida.
En el PRO, la reunión Macri-Llaryora cayó como una bomba. "Otra vez aparece el PRO rompiendo Juntos en Córdoba", se lamentó una autoridad del partido que cree que la consecuencia del doble juego de Macri afectará la interna nacional: "No veo a Horacio o a Patricia queriendo perder Córdoba", remarcó.
En off side quedó De Loredo. Juecistas, radicales y del PRO le reprochan por haber ido a jugar con Macri, "otra vez el responsable de que estemos en una situación de ruptura", en palabras del dirigente amarillo consultado. Desde los ¿socios? de Juntos dicen que la situación es similar a la de 2018, en la previa al rompimiento. "Hoy no hay confianza", es la sÃntesis.
En este clima "enrarecido", la sospecha es que el sector macrista puro que representa Gustavo Santos podrÃa emigrar hacia Llaryora si las tensiones se mantienen. "Gustavo no tiene el sello del PRO", advierten en el juecismo, donde intentan bajar los decibeles.
El desorden es tal que "los chat por Whatsapp se cayeron", dice uno de los negociadores del reglamento interno para definir candidaturas.
En el juecismo intentan aplacar la calentura. Sienten que es un buen momento para desmarcarse de Macri: "El tipo está rodeado de jeques cuando acá la economÃa nos lleva puestos. Que Macri explique al PRO qué quiso hacer", es el mensaje desde el Frente CÃvico.
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