En la reconfiguración de los acuerdos parlamentarios, la construcción de un nuevo oficialismo aparece como extremadamente compleja por el desguace de Juntos por el Cambio. En el Senado, ante la posibilidad cierta de formalizar un acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza, Luis Juez busca quedarse con la conducción del bloque amarillo, que perdió potencia tras las elecciones de octubre, una silla que le permitirÃa tallar como el principal operador del "interbloque" de Javier Milei.
A los suyos, Juez les hizo saber que es permeable a aceptar, al menos por un año, la conducción del bloque PRO. Sabe que su expertise, su astucia y la potencia mediática lo convertirán en el principal negociador del próximo oficialismo, un puesto que Juez sabe jugar.
En la campaña, Juez abrió la puerta para entrar a La Libertad Avanza y, al mismo tiempo, abrió la ventana por si necesita escapar. Pidió el voto para Milei, pero dijo que él no se harÃa "cargo del pastillero" del próximo presidente, una forma de limitar el apoyo a que "no haya locuras".
También les avisó a los 10 gobernadores de Juntos por el Cambio que ellos "no tienen 20 senadores", una forma de volverse una pieza necesaria en el engranaje de la negociación parlamentaria. Con esa advertencia, Juez irá a la reunión con el grupo de los 10, este martes. Será una nueva instancia de lobby para quedarse con la jefatura del bloque PRO.
Juez no tiene la confianza de Mauricio Macri, pero Macri tampoco tiene mucho más en el Senado. La derrota de octubre dejó el balance del PRO en rojo. En la Cámara Alta, se van Humberto Schiavoni y Gladys González, por lo que la oportunidad de Juez es clara. Sin embargo, luego de que Horacio RodrÃguez Larreta intentara sellar un acuerdo con Juan Schiaretti en junio, mientras Juez le disputaba a MartÃn Llaryora la elección provincial, el lÃder del Frente CÃvico se aferró a Macri y reconstruyeron un acuerdo. La lectura en el juecismo es que hoy "ambos se necesitan".
Si le sale la jugada, Juez recuperará potencia: el radicalismo cordobés lo desafÃa abiertamente por su prematura precandidatura a gobernador para 2027. Ramón Mestre le advirtió a su tropa que Juntos por el Cambio está extinto, por lo que Juez no puede autoproclamarse candidato de ese espacio. Con Rodrigo de Loredo las relaciones también son tensas.
Juez tiene varias cartas: armó bloque propio en la Legislatura provincial y en el Concejo Deliberante, donde estará sentado desde el jueves 30 su hijo MartÃn; y comanda el Tribunal de Cuentas de la Provincia. Un vÃnculo para negociar directamente con el próximo presidente coronarÃa un año de recuperación real del juecismo.
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