La ‘hora 0' de este 2023 en la política cordobesa se vivió este lunes con el anuncio de la fecha provincial por parte del PJ y cuando el radical Rodrigo de Loredo confirmó su declinación a la candidatura como gobernador. Así, el adelanto de LPO se confirmó y el senador Luis Juez se convirtió en el postulante a la Provincia de Juntos por el Cambio.

A esa misma hora, mientras De Loredo difundía su decisión, en la Municipalidad el intendente y candidato del peronismo, Martín Llaryora, se reunía con el hombre del PRO y exintendente de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa. El encuentro duró casi una hora y no se llegó a ningún tipo de acuerdo. Pero, se produjo mientras son varios los llamados que recibe el dueño del 'kilómetro 0' de Cambiemos en la previa del armado de las listas provinciales.

Dellarossa logró retener el año pasado el bastión amarillo cuando, contra todo pronóstico, logró que se imponga su candidata, Sara Majorel. En aquel momento, el gobernador Juan Schiaretti impulsó junto al resto del PJ la candidatura de Verónica Crescente y sufrió un duro revés en septiembre pasado.

Sin embargo, y después de los agradecimientos de Dellarossa por el rol provincial de Juez y la apuesta nacional que hizo Horacio Rodríguez Larreta por él, en Juntos admitieron que había un descontento por parte del amarillo cordobés. Al punto, que algunos trataron de reinstalar la posibilidad de una fórmula del exintendente de Marcos Juárez acompañando a Juez; lugar que, en la pelea interna del PRO lo tiene como rival de Héctor Baldassi.

Chance que, en caso de esfumarse la posibilidad de que sea De Loredo quien secunde al senador, tendrá casi con seguridad a otro radical. Y ahí suena el negrista y titular del partido, Marcos Carasso.

En tanto, y sobre la conversación de Llaryora con Dellarossa, desde hace meses que en el entorno del peronista reconocen que "el partido se manejó mal en el departamento Marcos Juárez". Crítica que deslizaron aun con más fuerza después del revés electoral del año pasado y que enciende una nueva controversia con el sector del gobernador Juan Schiaretti.

La mesa chica de Llaryora reconoce hace meses que el sudeste provincial, particularmente los departamentos Marcos Juárez y Unión, no contaron con una construcción territorial y así avalan los números favorables de Juez en las encuestas. Distritos con dos hombres fuertes de Juntos, como es el caso del propio Dellarossa y del radical Carlos Briner, intendente de Bell Ville que amagó con un acercamiento al llaryorismo en el lote Myrian Prunotto pero que, en las últimas semanas, ratificó su pertenencia a la coalición. Con varias reuniones con el presidente de la UCR Nacional, Gerardo Morales, tanto en Córdoba como en Buenos Aires.

Dellarossa, por su parte, también coquetea con un lugar en las listas de diputados nacionales para las Paso. Es por ello que también se habló en la reunión del lunes de un impedimento que podría existir de ocupar dos listas legislativas -la provincial y la nacional-, porque el cierre de las segundas se da precisamente un día antes de la elección provincial. Artilugio, este último, que talló como parte de la estrategia de la biblioteca schiarettista a la hora de definir la fecha provincial.

Ambos, tanto el dirigente del PRO como el radical fueron sondeados para construir un armado transversal de Llaryora en distritos donde los números no le son favorables al schiarettismo y donde se encuentra el núcleo de los intendentes que responden al villamariense Martín Gill. Quienes hace rato marcan diferencias con Schiaretti, aunque no ponen distancia con Llaryora.

Así, en el búnker de la filial cordobesa de Juntos observan que ni Dellarossa, como así tampoco Briner insistirán con un acercamiento al PJ. Para con el amarillo, Juez deslizó en las últimas horas que tendrá un lugar importante en un eventual gobierno provincial de la coalición; y el radical ya desairó al peronismo en reiteradas oportunidades en las últimas semanas. Con lo cual, parecen alejarse las posibilidades de transversalidad que impulsó Llaryora en su momento.