En una de las últimas maniobras carentes de absoluta prolijidad que realiza el PRO en Córdoba en este opaco 2023, su presidente, Oscar Agost Carreño, en una misma semana abandonó el bloque de Cristian Ritondo en Diputados, se fue al armado de Emilio Monzó, tomó licencia, juró como legislador provincial en Córdoba y retornará a la Cámara baja la semana próxima, para reasumir como diputado. Todo en un puñado de dÃas.
Lo que empujó a otros dirigentes del partido, entre ellos, la vicepresidenta, la ultramacrista Soher El SukarÃa, a tantear la intervención del partido. Aunque hay fuentes que reconocen que querÃa ver cómo se transitaba la jura en Diputados.
Cabe recordar que, en lo que va del año, quien arrancó el 2023 como presidente del partido en Córdoba, Javier Pretto, terminó como viceintendente del peronista Daniel Passerini y asumen este fin de semana. Luego de ello, se fueron otros dirigentes amarillos al armado de MartÃn Llaryora en la gestión provincial que comienza el domingo, entre estos, quien era el titular de la asamblea del partido y dueño del famoso ‘kilómetro 0' de Juntos por el Cambio, el exintendente de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa, quien el domingo jurará como ministro de Industria del llaryorismo.
En tanto, otro extitular de la fuerza, DarÃo Capitani, cerró su etapa como legislador provincial y encabezará la cartera de Turismo con Llaryora, en plena lÃnea directa con Gustavo Santos.
Y, en la conformación de bloques en el Concejo Deliberante y Legislatura provincial, todos llegaron divididos y con mucha conformación de bloques unipersonales. Incluso la propia SukarÃa. Sin contar el episodio de la concejala bullrichista, Jéssica Rovetto Yapur, que llegó a la lista con el aval de Laura RodrÃguez Machado y a quien no dejaron asumir por tener a su pareja involucrada en una causa federal de narcotráfico y una investigación abierta por violencia familiar en contra de su propio hijo.
Con este cuadro sumamente complejo, el último capÃtulo de la novela amarilla lo tiene a Agost Carreño casi de frente a una posible intervención. Principalmente, por decidir su salida del bloque de Ritondo para sumarse a la bancada de Emilio Monzó y Nicolás Massot. Arribo que, según confió el propio titular del partido a LPO, lo hizo con la anuencia de los gobernadores Rogelio Frigerio e Ignacio Torres, de Entre RÃos y Chubut, respectivamente.
Sumamente crÃtico del rol que cumplieron en los últimos meses, tanto Macri como Bullrich. De hecho, antes de conocerse el desenlace de esta historia, algunos aseguran que hubo conversaciones con el larretismo y con las distintas vertientes PRO que quedaron en el bloque de Ritondo. Incluso, reconocen que habÃa realizado este pedido de licencia el 4 de octubre pasado y que no se concretó porque no hubo sesiones.
Agost Carreño llegó en lugar de Santos, tras la renuncia del exministro de Turismo en la segunda mitad del año y cuando el actual titular del PRO ya era legislador provincial electo. No obstante, esta doble jugada de licencia en el Congreso, asunción en la Unicameral cordobesa y regreso al Parlamento el 14 de este mes está siendo observada.
Al margen que cerca del titular del PRO reconozcan que lo hizo amparado en la misma maniobra que en 2019 hizo la esposa del gobernador Juan Schiaretti, Alejandra Vigo.
Los que respaldan a Agost Carreño dentro del bloque de Monzó y Miguel Pichetto sostienen que la bancada de Ritondo "no pasa de marzo". "No va a ser fácil que convivan los de Patricia, los de Macri, los de Horacio... eso estalla en cualquier momento. Total, ya repartieron los cargos", dijo una fuente.
En contrapartida, aquellos que avanzan por la intervención en Córdoba afirman que a Agost Carreño "le queda grande la rosca en Buenos Aires". "Le gusta jugar al lÃmite, pero lastima el sello y la marca. Esto no va a pasar en cuestión de dÃas, como él cree", reconoció una de sus enemigas en Córdoba.
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