En medio del ajuste universitario impulsado por Javier Milei, la Franja Morada consolidó su liderazgo en las elecciones estudiantiles de la Universidad Nacional de Córdoba, donde se impuso con 52,5 por ciento de los votos, y le sacó casi 25 puntos de ventajas al peronismo unido, que se referencia en Martín Llaryora.

La cosecha le permitió a los radicales y sus aliados socialistas arrebatarle al llaryorismo un centro de estudiantes clave: Derecho. Es la facultad donde se engendró el primer llaryorismo: allí se conocieron el actual gobernador de Córdoba; su mano derecha, el ministro sin cartera Pablo Bario; y otro pilar del poder mediterráneo, Juan Manuel Cid, actual vocal en el directorio del Banco de Córdoba.

Además de Derecho, la Franja controla Médicas, Exactas, Económicas, Arquitectura, Químicas, Agropecuarias, Lenguas y Psicología, es decir el grueso de los centros de estudiantes. El peronismo retuvo Odontología, Artes, Comunicación, Famaf (matemáticas, física, astronomía e informática), Filosofía y Sociales.

Se trata de un golpe duro para el peronismo cordobés: el año pasado, con la aprobación del Gobierno provincial, el peronismo unificó sus vertientes universitarias y confluyeron los peronistas locales con los kirchneristas. A ese esquema se sumaron otras agrupaciones progresistas que integran el Gobierno de Llaryora, como Libres del Sur. Aunque ya había lazos comunicantes entre peronistas y kirchneristas, el acuerdo en la Universidad Nacional de Córdoba lo explicitó.

La de Córdoba fue la primera elección universitaria en el país después de la marcha del 23 de abril. Se realizó mientras la UBA cerraba un acuerdo de financiamiento extra con el Gobierno nacional, bajo la sospecha cierta de que el toma y daca derivará en votos para la ley bases en el Senado, una medida que causó un profundo malestar en los rectores de las otras 59 universidades nacionales.

Mientras el radical Maximiliano Pullaro reclamó públicamente por la discriminación presupuestaria hacia las otras universidades nacionales. El santafesino calificó al gobierno de Javier Milei como "centralista, unitario y porteñocéntrico". "No es justo para quienes vivimos en el interior", dijo Pullaro al reclamar fondos para las universidades del interior.

En este caso, Llaryora no coordinó con Pullaro el reclamo, pese a que a principio de año ambos gobernadores habían actuado en conjunto al marcar diferencias con Milei. El 23 de abril, día de la marcha, Llaryora sí se había expresado como "hijo" de la universidad pública "de enseñanza libre, gratuita y lacia".