Con el proceso de reunificación legislativo acelerado por la llamada "ley Arduh", la que habilitó el juego online en la provincia de Córdoba, el radicalismo hace músculo para inclinar la futura Mesa Provincial de Juntos, donde proyecta sentar a tres referentes: uno por Mario Negri, otro por Rodrigo de Loredo y un tercero, por Ramón Mestre, quien aún conserva varias terminales en organismos de peso partidario y administrativo.
El 19 de febrero, en la localidad de Vicuña Mackenna, en el sur provincial, el bloque de legisladores de la UCR, ahora conducido por Juan Jure, ex intendente de RÃo Cuarto, hará su presentación partidaria en un congreso regional, el primero de una lista de cinco encuentros previstos para los próximos 45 dÃas. AsÃ, el radicalismo recupera su lugar de primera minorÃa en la Legislatura provincial, desplazando al PRO del esquema de poder administrativo.
Por lo pronto, en la UCR hay consenso respecto de "soltarle la mano" a Orlando Arduh, el radical que junto con los legisladores del PRO impulsó las apuestas online, una ley a medida del oficialismo provincial por la que no pagó ningún costo polÃtico al aprobarla.
"Arduh es una mancha de petróleo; pero hoy por hoy Arduh es un problema del PRO", dijo un importante dirigente del partido. La opinión de otros referentes consultados por LPO es similar. También hay otra coincidencia: "Lo de Arduh aceleró un proceso reclamado por el afiliado", en palabras de Marcos Carasso, el presidente del partido, respecto de la unificación del bloque.
Para Carasso, la prioridad es que antes de la finalización de febrero esté en marcha la Mesa Provincial de Juntos, paso indispensable para la redacción del reglamento interno que tallará en la definición de los candidatos y la conformación de equipos técnicos conjuntos. Las reuniones se están realizando, pero la desconfianza con los "socios" del PRO no se disipa. Al contrario.
Dos gestos quedaron flotando en el aire en los últimos dÃas: el aplauso de pie que Gustavo Santos le obsequió a Juan Schiaretti en el discurso de apertura de sesiones y la decisión orgánica de los amarillos de apoyar el reclamo de Córdoba ante la Nación por el reparto "federal" de los fondos, de la mano de la estrategia polÃtica del PJ local. "Al menos, debieron ponerlo en discusión con el resto de los partidos de la coalición", es el reclamo del radicalismo hacia sus socios.
En ese marco, y con el frente del PRO abierto, el radicalismo en proceso de ordenarse busca que la Mesa Provincial de Juntos sirva para resolver sus cuitas internas: que haya sillas para Negri, De Loredo y Mestre. En los campamentos de los jefes de bloque en Diputados admiten que la más difÃcil de defender es la del ex intendente.
"De Loredo es el ganador de la elección y Negri es el principal jefe legislativo del radicalismo a nivel nacional, no pueden no estar en la Mesa. Y Mestre sigue manteniendo una cuota de poder interno en la ciudad; hay que buscar la alquimia para que esté representado en la Mesa Provincial". Esa es la aspiración radical.
La reunión radical cara a cara más importante de los últimos dÃas fue entre Mario Negri y Marcos Ferrer, intendente de RÃo Tercero y estratega de De Loredo. Las agendas nacional y provincial se entrecruzaron, pero hay entusiasmo por el retorno al diálogo interno.
El ordenamiento que el radicalismo busca proyectar -alcanzado en el bloque de legisladores provinciales- tiene su contracara en la ciudad de Córdoba, donde los albirrojos están dispersos en cuatro bloques en el Concejo Deliberante: Juntos por Córdoba, conducido por Juan Negri y con cuatro miembros (están los dos juecistas); UCR, integrado por mestristas y presidido por Alfredo Sapp; Evolución, con la única banca del deloredista Esteban BrÃa; y Vamos, de Lucas Balián, quien reemplazó a De Loredo cuando éste saltó a Diputados.
En las últimas horas, Negri sufrió un golpe interno: las dos concejalas del PRO (y que tributan a la diputada nacional Soher El Sukaria), Eugenia Terre y Fernanda Iglesias, abandonaron Juntos por el Cambio para conformar un bloque puro. Por ahora, Negri se mantiene como jefe de la primera minorÃa, con sólo cuatro bancas.
Si BrÃa y/o Balián saltan hacia el bloque radical, éste quedarÃa con cinco integrantes y "Juani" Negri perderÃa la primera minorÃa. Cerca de él confÃan en que los rencores de ambos con Mestre impedirÃan cualquier pase que fortalezca al mestrismo.
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