Entre los referentes cordobeses del Frente de Todos, a pesar de las enormes diferencias con las que transitaron estos tres años, hay una coincidencia que ayuda a entender los últimos pasos: el encuentro de Mauricio Macri con Martín Llaryora fue una señal clave para alejarse de la posibilidad de acuerdo con el candidato del gobernador Juan Schiaretti.

Y así, bajo este mantra, se movieron en los últimos días para confirmar algo que se venía tejiendo de manera subterránea; el Frente de Todos tendrá lista propia en las elecciones provinciales del 2023. Anuncio que lanzaron en la tarde de este lunes en un acto que contó con la presencia del exsenador Carlos Caserio, y los diputados Gabriela Estévez, Pablo Carro y Eduardo Fernández.

Pero la nota de la noche fue la ausencia de Martín Gill, el intendente de Villa María con pasado como funcionario albertista que continúa siendo zigzagueante en torno a su rol dentro del kirchnerismo cordobés.

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Si bien en los últimos días pidió un debate más amplio del PJ cordobés y no encorsetarse en las decisiones de Schiaretti, Gill faltó al acto y las especulaciones regresaron. Sobre todo cuando se conoció el documento crítico de los referentes locales del FdT cordobés a la gestión de Schiaretti.

Desconfianza que se acrecentó cuando se supo que en las primeras horas de este martes el propio Schiaretti haría escala en Villa María para la inauguración de una escuela en un acto con Gill de anfitrión. Horas más tarde cuando fue consultado sobre su posicionamiento electoral, Gill jugó al misterio: "Es muy temprano para tomar definiciones tajantes de cara al 2023".

Tanto la camporista Estévez como el albertista Caserio están convencidos que Martín Gill se encamina a  un acuerdo con Llaryora. Sin lugar en la fórmula a la gobernación, pero eventualmente como funcionario de un gobierno que tenga al heredero del cordobesismo al frente. 

Casi en simultáneo, en la capital provincial el eje Caserio-Estévez empezaba a desprenderse de Gill. Porque si bien es cierto que antes del anuncio del lunes hubo un par de llamados, no cayó bien la ausencia. Al punto que allegados al ex senador albertista reconocen que "Caserio no quiere seguir hablando de Gill".

"Lo respeta, pero cada uno elige qué camino seguir", sentenciaron a LPO desde el entorno del ahora funcionario del Banco Nación. Caserio observa a Gill más cerca de un acuerdo con el schiarettismo que formando parte del proyecto del FdT en Córdoba.

Caserio y Estevez en el acto del Frente de Todos de Córdoba de este lunes.

Volviendo a Gill, aunque lo nieguen públicamente, tanto Estévez como Caserio lo ven proclive a un acuerdo con Llaryora. Sin lugar en la fórmula 2023, pero eventualmente dentro de un gobierno que tenga al heredero del cordobesismo al frente. "Se creyó que podía ir por la vicegobernación, ahora se tendrá que conformar con ser ministro. Se verá", reconoció un referente del FdT a LPO.

Gill y De la Sota se muestran juntos, en un mensaje a Schiaretti

Cerca de Gill desestiman las elucubraciones de sus aliados y explican que el espacio que encabeza tiene previsto un plenario para analizar la situación actual y las alternativas hacia adelante. Convocatoria que, si bien no tiene fecha confirmada y planea reunir a casi 100 intendentes, funciona como un dique de contención que equilibra las dosis de fuego amigo que puedan llegar desde el kirchnerismo cordobés.

"Que Martín no se haya sumado a la conferencia del lunes no significa un alejamiento ni un corte de diálogo con los principales actores del Frente de Todos en Córdoba, el diálogo con los intendentes se mantiene y es en ese ámbito donde se tomarán las definiciones necesarias", explicó a LPO un allegado al intendente de Villa María, explicitando que acaso Gill no quiere aparecer "conducido" por Caserio y Estévez.

Como sea, el final del largo ciclo de Schiaretti en Córdoba abre la posibilidad a futuro de una integración de todo el peronismo cordobés. A nadie se le escapa que Martín Llaryora cree que hay que buscar una integración del peronismo de Córdoba con sus pares del resto del país, porque es muy alto el costo que paga al quedar fuera de un proyecto nacional competitivo.

En ese sentido, en el entorno de Llaryora no pasó desapercibido que en la conferencia del lunes las críticas se centraron sólo en Schiaretti, a quien acusan de acordar con Macri en el 2019 para buscar "la reelección de la derecha".