Rodrigo de Loredo repite que este "no es tiempo para hablar de candidaturas". Sin embargo, el jefe de Evolución en Diputados se mueve como candidato, particularmente en el interior provincial, donde el radicalismo tiene su fuerte con cientos de intendencias, en general en pueblos y localidades medianas.

En el plan de quienes arman la estrategia de De Loredo es que sean los intendentes radicales quienes encabecen el pedido de un candidato a gobernador propio, con el nombre de De Loredo como el indicado para desafiar a Luis Juez en la interna de Juntos por el Cambio.

Algo de esto ya pasó en la última gira que De Loredo realizó por el departamento Río Segundo, donde el radicalismo gobierna varias ciudades: el evolucionista escuchó el pedido de ponerse el traje de candidato de varios jefes comunales. Él no rechazó el desafío, al contrario. "Es un proceso de competencia interna que está hablado con Juez", aseguran cerca de De Loredo.

El paso siguiente -o paralelo, está en discusión- es un acto "importante, masivo" en las próximas semanas. Se había pensado en septiembre, pero es probable que se dilate a la espera del cierre del reglamento interno de Juntos por el Cambio. Los deloreistas tampoco quieren pisarse con el acto que Juez prepara para el 2 de septiembre, cuando se cumplirán 15 años de la elección que el líder del Frente Cívico perdió por un mínimo margen contra Juan Schiaretti. Como se sabe, Juez sostiene que le robaron esa contienda y que él fue el real ganador.

"Estamos trabajando para que Rodrigo sea el candidato a gobernador de Juntos", repite Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero, la principal ciudad que administra el radicalismo, y quien acercó a De Loredo a Emiliano Yacobitti y Martín Lousteau. Ferrer no haría nada sin la venia de De Loredo ni el visto bueno de los líderes de Evolución, eso está claro.

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Varias encuestas indican que De Loredo está sólido en la ciudad de Córdoba, aunque no en el interior. Por eso se pensaba que iría por la intendencia, frente a un peronismo que no logra instalar un candidato que parte de los 20 puntos. Por eso, la candidatura municipal de De Loredo no está descartada.

"Es algo que debe evaluarse: Rodrigo podría ser intendente con un Llaryora gobernador pisándole la cabeza y condicionando la gestión. Ese tapón condicionaría a Rodrigo para 2027. Quizá lo mejor sea quedarse con el liderazgo del radicalismo en 2023 y proyectarse para 2027. La gestión provincial que viene estará muy condicionada por la crisis nacional y será incomparable con lo hecho por Schiaretti, que deja la vara muy alta en obra pública", admiten cerca de De Loredo respecto del plan a seguir.