Tras el pedido de unidad que firmaron los presidentes de los partidos que componen Juntos por el Cambio a nivel nacional, en Córdoba los ánimos se caldearon aún más. Sucede que, el distrito mediterráneo, tal vez el más antikichnerista del país, vive semanas convulsionadas en el seno de la coalición tras la falta de acuerdo entre el senador Luis Juez y el diputado radical Rodrigo de Loredo para definir de qué manera se elegirán los candidatos para competir contra el peronista Martín Llaryora.

Con el agregado, además, que el heredero del PJ cordobesista para suceder al gobernador Juan Schiaretti siempre mostró un diálogo con el radicalismo y el PRO que acentuó en las últimas semanas con reuniones concretas.

De manera tal, que este será el panorama que encontrará el martes próximo la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, cuando haga escala en Córdoba en el marco de las recorridas que realiza en modo campaña. Con una agenda que el sector que responde a la exministra en territorio cordobés define como "hacer todo lo que no hizo Horacio".

El arribo de Rodríguez Larreta hace un par de semanas a Córdoba con un fin de semana completo dejó un sabor agridulce. Tanto para cordobeses como para la mesa chica del jefe de Gobierno porteño. Incluso, con algunos reproches que continúan y reproches por lo bajo ante la ausencia por vacaciones de Juez y De Loredo.

Las provincias díscolas no acatan el llamado a la unidad de Juntos y pueden perder cinco provincias que creían ganadas 

Ninguno de los dos precandidatos que tiene la coalición cordobesa estuvo cuando arribó Larreta y todo se tradujo a reclamos de los terratenientes de cada uno. Exigiendo firma de alianza o reglamento para interna; dependiendo el sector al que corresponda.

Juez quiere apurar al radical con las encuestas y una definición que pretende sea no más allá de mediados de febrero. Y firmar un acuerdo que establezca la encuesta -con diferencia de 10 puntos entre uno y otro- para ver quién de los dos enfrenta a Llaryora.

LPOJuan Casas

De Loredo, con letra de Macri y de un sector del radicalismo, pretende la interna. El reglamento. "El marco", como lo definió el propio Macri hace unos meses en Córdoba y ante la ausencia en la provincia de la Paso como mecanismo.

Esa presión de Macri a De Loredo, Juez la sabe. Como también conoce el rechazo del expresidente a su figura y la orden a todo el PRO de encolumnarse detrás del diputado. Avisos que se conocieron antes y después de la reunión en Cumelén del expresidente con Bullrich.

La escala de la exministra también es una noticia de poco agrado para Juez. Hombre de Larreta en Córdoba, en la última visita de Patricia se difundió un video del senador en el norte cordobés hablando de trabajar "para que sea Presidenta". Lo que desató un fuerte enojo del alcalde porteño como anticipó en su momento LPO.

Sin embargo, en la última semana del año ese enojo se invirtió y fue Bullrich la del reclamo tóxico al senador que, para algunos en Córdoba, juega al poliamor.

Ahora, Juez deberá decidir si va al encuentro con foto con Bullrich y provoca el enojo de Larreta; o pega el faltazo y le deja la foto a De Loredo, después de la reunión de Patricia con Macri hace unos días.

Larreta, por su parte, mira a la distancia, respalda a todos, pero los insumos le llegan a Juez. Y dice, a los radicales cordobeses que lo visitan, que el reglamento cordobés debe funcionar como una especie de botón rojo, de bomba atómica, y usarse solo en caso de fuerza mayor. Por ahora, resta saber si hay ganas de saltar sobre la bomba y que eso evite la experiencia de máxima tensión en Mendoza. O que Córdoba explote de otra manera, se desgrane.