
Rodrigo de Loredo soporta la embestida de la dirigencia del radicalismo cordobés para que ocupe la candidatura a vicegobernador de Luis Juez, haciendo más competitiva a la fórmula de Juntos por el Cambio.
Frente a la certeza de que MartÃn Llaryora despegará las elecciones en la ciudad de Córdoba (serán el 23 o el 30 de julio), Juez hostiga a De Loredo para que no lo descalce. El senador nacional advirtió en las últimas semanas que "sin Rodrigo es imposible" disputarle al peronismo su hegemonÃa amasada durante 24 años.
"Si es candidato a vicegobernador será un respaldo a la dirigencia de toda la provincia, porque llena de expectativas reales al partido. Si es candidato a intendente será una solución para los capitalinos; fruto del compromiso asumido con los lÃderes de Evolución", dice uno de los dirigentes radicales que le planteó cara a cara a De Loredo la "necesidad" de fortalecer a Juez.
Se refiere a que el plan original de los apadrinados por Enrique Nosiglia fue conquistar las principales ciudades; una estrategia que chocó con las necesidades de otros actores de la coalición, particularmente con el PRO en la Ciudad de Buenos Aires.
Llaryora desactivó la maniobra para evitar la doble candidatura de De Loredo
En Córdoba, en cambio, sólo depende de la voluntad de De Loredo. Si él no se postula, Juntos por el Cambio no tiene un candidato claro: Juan Negri es el más instalado, pero hay varios que desafiarán al hijo del lÃder parlamentario.
En general, el radicalismo celebró que De Loredo se bajara de la pelea interna con Juez. Pero al mismo tiempo le reclamó al diputado nacional de Evolución un mayor protagonismo. De hecho, el Foro de Intendentes Radicales dijo en un comunicado que "sin dudas" la fórmula Juez-De Loredo los harÃa ganar en todos los pueblos. Sin embargo, los jefes comunales del radicalismo no pegarán masivamente las elecciones locales con la provincial del 25 de junio.
Las encuestas le dan una ventaja inicial a Rodrigo de Loredo sobre Daniel Passerini, el candidato del peronismo para heredar la Municipalidad de Córdoba. El radical sigue sin decir qué hará.
En el comando de campaña del oficialismo relativizan los números de sus propios consultores: dicen que si Llaryora gana la elección del 25 de junio, luego le levantará la mano a Passerini, con lo que intentarÃan enderezar la cancha hasta fines de julio, cuando sea la disputa capitalina. En el medio estarán los despampanantes festejos por los 450 años de la ciudad de Córdoba, con Llaryora y Passerini como anfitriones.
En El Panal admiten que el "peor escenario" para el oficialismo serÃa Juez-De Loredo en la misma boleta provincial. Precavidos, y algo desconcertados, se preparan para esa batalla. Las encuestas que manejan en el PJ advierten que ese serÃa un escenario reñido, y podrÃa llevar el resultado a un escenario similar al de la elección de 2015, cuando la diferencia entre Juan Schiaretti y Oscar Aguad terminó en 6,5 puntos a favor del actual gobernador.
La novela podrÃa extenderse hasta el sábado 6 de mayo, 50 dÃas antes de las elecciones provinciales, fecha lÃmite para la presentación de las listas que competirán en la elección provincial del 25 de junio.
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