En Quilmes, las tensiones internas no se evaporan en Juntos y hacen prever un cruce en las PASO para definir al candidato que enfrente a Mayra Mendoza en las generales. Desde el grito de "Vamos a volver" que arengó micrófono en mano apenas minutos después de conocerse su derrota en 2019, Molina piensa en su regreso al sillón de mando municipal. Por eso, es número puesto en el larretismo.

Los mayores interrogantes se posicionan en el bullrichismo, donde al menos tres figuras caminan el distrito con pretensiones de enfrentar en las primarias al exintendente, a quien le endilgan falta de diálogo con los otros sectores de la oposición. Sin embargo, Martiniano viene estrechando lazos con viejos socios frentistas en el distrito para moldear el armado que buscará su regreso al municipio quilmeño.

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En ese contexto, circulan encuestas que entusiasman a Juntos en Quilmes al exhibir un escenario de paridad entre Martiniano y Mayra en lo relativo a intención de voto, mientras que, en la interna del bullrichismo, el periodista Walter Queijeiro -alineado con Joaquín de la Torre en la provincia- se posiciona muy por encima del ritondista Guillermo Sánchez Sterli y de la diputada nacional María Sotolano.

Voces del armado de Molina abordadas por LPO se muestran expectantes frente a una elección que avizoran pareja frente a la actual intendenta pero en la que -creen- la balanza la terminará de inclinar el escenario nacional. "La boleta de ellos (Frente de Todos) va a terminar siendo un yunque", dicen quienes promueven el regreso del cocinero, al recordar que ese factor fue determinante para su derrota en 2019.

En ese sector, hay armadores que ponderan en voz baja varios aspectos de la gestión de Mayra pero que analizan que la "sobreactuación kirchnerista" que le imprime a cada acto de gobierno le terminará jugando en contra al pegar su gestión a la escena nacional, en lugar de trabajar un perfil localista.

Por estos días, Molina pule su cronograma de campaña y busca perfiles outsiders para su proyectado gabinete. Entre sus armadores más cercanos, se sostienen el exvice del club Quilmes y referente de la agrupación vecinalista 14 de agosto, Lucas Araujo, y el concejal Guillermo Galetto. Por el lado del radicalismo, todo se encamina a un respaldo a la precandidatura de Martiano por parte de Evolución, sector que en el distrito tiene como principal referencia al exdiputado provincial y actual concejal Fernando Pérez.

Por el lado del bullrichismo, Queijeiro aceita el perfil halcón, levantando el tono de los cuestionamientos hacia la gestión local: "Mayra Mendoza incentiva a sus concejales para que pierdan tiempo y la plata de la gente en crear el día de la visibilidad lésbica en Argentina. Mientras tanto, en Quilmes roban a los vecinos cada vez que salen de su casa. Voy a poner orden en las prioridades", arremetió este martes en Twitter al aludir a una iniciativa del oficialismo quilmeño en el Concejo.

Cerca del periodista de la patada descendente se entusiasman con algunos sondeos. De acuerdo a un estudio de la Consultora Demos, Queijeiro cosecha un 33% de imagen positiva, muy por encima del 5% y el 4% de Sánchez Sterli y Sotolano, respectivamente, quienes poseen un nivel de desconocimiento que merodea el 75%.

En tanto, cerca de Molina resaltan sondeos que dan un escenario de paridad con Mendoza, al tiempo que analizan que, sea quien fuere el contrincante interno en las PASO, el exintendente logrará sortearlas sin dificultad, aunque también ponen el acento en la necesidad de establecer pautas de comportamiento durante la campaña hacia las Primarias, de efectivizarse un cruce. En ese aspecto hicieron hincapié algunas voces que recordaron los afiches que apuntaban contra la figura del exintendente y que llevaban la firma de "Quilmes con Patricia". De limar esas asperezas y evitar heridas sin cicatrizar post PASO, en ese esquema confían en "consolidar Quilmes como un bastión del no peronismo".