La apertura de las sesiones de Hurlignham tuvo momentos clásicos de Black Mirror, la serie distópica británica que debate el impacto del avance de la tecnología en las relaciones humanas.

El intendente Juan "Juanchi" Zabaleta faltó a la ceremonia fisicamente y abrió las sesiones por Zoom, pese a que estaba a ocho cuadras del Concejo Deliberante. 

LPO anticipó que el ex ministro de Desarrollo Social no quería asistir a la sesión para evitar cruzarse con La Cámpora, con la que mantiene un fuerte enfrentamiento desde que volvió al municipio.

Una ordenanza dicta que en la apertura de sesiones una comisión debe ir a buscar al intendente para hacerlo ingresar al estrado de la presidencia del Concejo.

Por eso Zabaleta ingresó al recinto en su versión digital, como si fuera un holograma, en los brazos de una mujer que llevó la notebook prendida con su rostro en la pantalla a lo largo del pasillo que separa las bancas de los concejales.

Según dijeron a LPO fuentes que participaron de la sesión, el kirchnerismo aprovechó la ausencia del intendente para perpetrar una serie de "maldades".

"Le dejaron el cursor del mouse en la cara, reprodujeron la voz de la gallega del GPS mientras hablaba y le cantaron en contra desde las gradas", dijeron las fuentes.