Victoria Villarruel apuntó contra Emiliano Yacobitti por sus declaraciones respecto de la necesidad de terminar con la formación de cuadros en la universidad pública que, una vez graduados, se convierten en verdugos de la sociedad. Por eso, la Vicepresidenta aprovechó un acto en el Senado por el Día del Profesor, en homenaje a José Manuel Estrada, para cargar contra el vicerrector de la UBA: "Durante décadas se ha hecho un esfuerzo inusitado por parte de la oligarquía universitaria para penetrar las mentes de los estudiantes", dijo.
Desde el Salón Azul de la Cámara Alta, recordó que "hace pocos días una importante autoridad de la UBA sostuvo que la universidad pública tiene que trabajar en el perfil político de sus graduados". "Esta frase, mucho más grave que lo que el periodismo admitió, condensa el mayor problema que tiene actualmente la educación de los argentinos", enfatizó.
Bajo el título "Educación, desarrollo y libertad", la actividad juntó como panelistas al rector de la UCA, Miguel Ángel Schiavone, el director educativa de la escuela técnica ORT, Alejandro Ferrari y la directora de la escuela secundaria N° 7 de Chascomús, Silvina Mengarelli. En ese contexto, parafraseó al propio Estrada, quien postuló que "se educa cuando se fomenta la capacidad de pensar por cuenta propia, integrados a una comunidad educativa".
Según Villarruel, esa "oligarquía universitaria" pervirtió "la voluntad de aquellos que deberían estar formándose para aportar su saber a la patria, siendo profesionales de prestigio y ejerciendo su vocación de la mejor manera en pos de la grandeza de la Nación".
La Vicepresidenta no escatimó adjetivos ni bronca. Ante el auditorio, leyó un texto durante poco más de 8 minutos para afirmar que "de forma vil y artera han intentado socavar la mente de nuestros jóvenes con consignas ideológicas antiguas, alejadas del propósito real del que educa, que no es otro que formar el perfil moral y ético de las generaciones que van a tomar la posta".
Fuentes del Congreso alertaron sobre el malestar que el discurso de Villarruel generó en despachos aliados al gobierno. "Repitió el mismo error que con el acto contra el terrorismo y termina involucrada con un lenguaje militar", argumentaron.
En otro pasaje de su intervención, Villarruel subrayó: "no educamos para formar autómatas o personas vacías de libre albedrío, tampoco educamos seres que protegen la ideología de sus amos. Educamos para crear argentinos libres, que estén formados para pelear por lo que es justo, que griten ante las injusticias y luchen por la verdad". También señaló que "cualquier intento de educar con panfletos e ideologías" abriga el objetivo de "lavar cerebros".
Además, planteó que "educar políticamente es un acto de cobardía, un crimen que se comete contra la última esperanza que tiene la patria".
Luego de mencionar que cursó abogacía en la UBA hace más de 20 años, deslizó que por aquella época se penaba con aplazos a quien pensaba distinto. "Soy de los alumnos que en la casa donde se forma el espíritu crítico y se debate era mejor estar callados y mimetizados en la masa silenciosa", completó.
Y finalmente, disparó: "¿Con qué moral los detractores profesionales que no quieren que nada cambie critican el equilibrio fiscal de nuestro gobierno? ¿Son los mismos que permitieron que la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo reciba más de $1.500 millones durante el gobierno de Alberto Fernández, teniendo nada más que 16 egresados? ¿O son los mismos que se callaban mientras el ex ministro de planificación Julio de Vido, contrataba por más de 300 millones de pesos obras para la Universidad de San Martín, pidiendo un sobreprecio del 56%?".
Con ese criterio, insistió sobre la importancia de dejar de pensar en el perfil político de los egresados para preocuparse por el perfil moral.
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