Sin precisiones en el Congreso sobre derrotero del juicio político a la Corte Suprema, este viernes vencerá el plazo para que los ministros del máximo tribunal anuncien su comparecencia ante los legisladores o contesten por escrito a las causales remitidas a sus despachos desde la Cámara de Diputados. 

Fuentes parlamentarias admitieron ante LPO que el desenlace está, por lo menos, condicionado por la proximidad de la segunda vuelta electoral, prevista para el 19 de noviembre.

Aunque el objetivo del kirchnerismo siempre fue sacar el dictamen contra los cortesanos, desde el entorno de uno de los diputados que integra la comisión que investiga a los togados concedieron que "hay que ver cómo evoluciona la campaña antes del ballotage". "Los temas judiciales se vuelven mucho más sensibles antes de las elecciones", argumentaron.

En la última reunión de comisión, el bloque del Frente de Todos logró darle traslado a los cargos formulados en las distintas causales de juicio político contra los cuatro jueces, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti. Entre las motivaciones para acusarlos se cuentan el fallo del 2x1, el saldo del litigio por la Coparticipación entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires, la denuncia sobre la administración de la Obra Social de los judiciales y la puja por la constitucionalidad de la ley de reforma al Consejo de la Magistratura.

Sin embargo, el peronismo transita con cuidado el último tramo hacia los comicios: cerca de una de las espadas del kirchnerismo en la Cámara Baja prestan atención "al temor que tiene Macri de que en la Justicia le suelten la mano". Tras el escrutinio de la primera vuelta electoral, el rumor que recorre los pasillos del Poder Legislativo es que Macri podría apelar, en su desesperación, a la utilización de lo actuado en la comisión de Juicio Político "para ensuciar el tramo final de la campaña".

Por su parte, uno de los opositores más activos en la sala del anexo donde se tramita la batalla del oficialismo contra la Corte intuye que sus adversarios regulan la velocidad porque "necesitan una forma de salir sin ser derrotados". "Cuando el tema llegue al recinto, pierden, así que lo irán estirando hasta que muera solo", aventuró.

La discusión se condimentó, además, con el pronunciamiento de Rosatti en la Universidad de Lomas de Zamora, al evocar la reforma constitucional de 1994 como el último acto de unidad nacional en Argentina y ponderar el fin de la grieta. El tópico había sido adelantado por este medio y constituía una muestra del apoyo de la Corte al candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa.

Consultados por LPO sobre la existencia de alguna comunicación desde el comando de campaña para que se quitara el pie del acelerador en el expediente del juicio político, dos voceros centrales de esa gesta negaron cualquier pedido o mensaje al respecto.

Luego de las expresiones favorables a Massa por parte del presidente de la Corte, el juez Lorenzetti cursó una misiva a sus colegas y también a los medios de comunicación, atribuyéndole a Rosatti "populismo judicial". Si bien la jugada se leyó como el ejercicio de un contrapeso por parte del magistrado rafaelino, en sede judicial ratificaron que no hubo cambios en la relación de fuerzas en el 4º Piso de Tribunales. "Por una carta a la prensa no cambia la cosa", graficaron a LPO.

En ese contexto, diputados del oficialismo y la oposición, como así también jueces con amplia trayectoria, coinciden en que a Massa no le convendría "ningún aleteo en la comisión".