
La Comisión de Asuntos Constitucionales comenzó este miércoles a tratar una flexibilización de los sistemas de consulta e iniciativa popular a partir de proyectos presentados por los kirchneristas Juliana Di Tullio y Oscar Parrilli, quien como anticipó LPO quiere usarla para que la gente defina si acepta una ampliación de la Corte Suprema a 25 miembros, como proponen los gobernadores.
Pero además, en un breve diálogo con la prensa, Parrilli no descartó que sirva para otros temas como la negociación con el FMI, en la que fue uno de los oficialistas que no acompañó el acuerdo firmado por Alberto Fernández.
La consulta popular es un sistema que permite a un presidente o al Congreso llamar a una votación por un tema especÃfico, pudiendo ser o no vinculante. Recién se reglamentó en 2001 mediante una ley que los proyectos presentados intentan reformar.
El kirchnerismo quiere llamar a una consulta popular para definir la ampliación de la Corte
Proponen que alcance una mayorÃa simple para convocarla (la ley no lo deja claro) y que pueda votarse en simultáneo con otras elecciones, para de esa manera aprovechar la logÃstica nacional. Además, borran la prohibición a temas con mayorÃas especiales, como podrÃa ser la reforma al Consejo de la Magistratura aprobada por el Senado en 2020 y cajoneada en Diputados.
Durante el debate en comisión, Parrilli anunció que en su proyecto la consulta popular sólo tendrÃa las excepciones constitucionales, como una reforma de la carta magna, tratados internacionales, tributos y temas penales. Para esos casos sólo correrÃa la no vinculante, como mecanismo de presión social.
"No estamos siendo originales, ni creativos ni novedosos en este tema, sino lo que queremos es empezar a trabajar y que asumamos que las leyes actuales vigentes, como están vigentes no permiten que las iniciativas de consulta popular se puedan llevar adelante", señaló el neuquino.
Enumeró los antecedentes de este instrumento en el mundo, algunos recientes como la creación del Brexit en Reino Unido, que significó su salida de la Unión Europea. En Estados Unidos es habitual que cada región acompañe la elección presidencial con la definición de otros asuntos, como la legalización de la marihuana.
"Si en 20 años no hubo una sola consulta popular, el mecanismo no funcionó. Evidentemente algún problema tenÃan esas leyes", evaluó el neuquino y anunció que habrá dos o tres reuniones más antes de dictaminar.
Parrilli contó que la reforma cuenta con el respaldo de Cristina Kirchner, quien en su discurso ante el parlamento europeo en 2018 y en su reciente exposición en Chaco habló de acercar a la gente a la polÃtica a través de la participación. La consulta popular serÃa el recurso. "No hay que tenerle miedo a la politización", desafió.
Por otra parte, la iniciativa popular es una propuesta de un grupo de gente para definir un tema y la ley reglamentaria exige el aval del 1% del padrón. Parrilli quiere que sea el 0.5% e igualar los requisitos la ley de financiamiento de partidos polÃticos, que permiten aportes privados.
La oposición asistió a la reunión de comisión, pero no anticipó posición. "Nos gustarÃa dedicarnos a los temas de coyuntura. Hay una convocatoria al secretario de EnergÃa DarÃo MartÃnez", sostuvo la radical mendocina Mariana Juri.
Sin embargo, Parrilli se apoyó en los proyectos presentados por opositores y hasta por Mauricio Macri, para que la consulta popular sea más fácil de hacer. Uno de los últimos es de la diputada Silvia Lospennato, del PRO.
Habrá dos o tres debates de comisión antes de aprobar la ley, que tal vez llegue al recinto junto a la ampliación de la Corte. El oficialismo tiene mayorÃa. Pero en Diputados no.
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