La votación de los pliegos de los jueces en el Senado desató una ola de especulaciones sobre el agónico empate 35 a 35 para aprobar el dictamen de la magistrada Ana María Figueroa y en el ambiente quedó la sospecha de un acuerdo subterráneo para que no se caigan los pliegos.

Como informó LPO, la escisión del tratamiento de la orden del día 63/23, que correspondía a la ex presidenta de la Cámara de Casación, fue mocionada por la senadora macrista Guadalupe Tagliaferri. Su iniciativa se aprobó a mano alzada y el oficialismo entró en pánico porque, para colmo, el PRO impulsó acto seguido la misma acción para la orden del día 54/23, que promovía el nombramiento del juez jujeño Diego Matteucci.

Las credenciales del togado norteño están marcadas por denuncias de abuso y narcotráfico pero el senador Guillermo Snopek, titular del bloque Unidad Federal, advirtió en recinto que la Fiscalía general de su provincia consideró que no había pruebas para imputarlo. Por eso, cargó contra el gobernador Gerardo Morales, a quien atribuyó "intromisión en el Poder Judicial" porque el juzgado de Matteucci tendría a su cargo causas que molestan a quien fuera compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta en las PASO.

Tal vez por esa razón las bancadas de José Mayans y Juliana Di Tullio concedieron el apartamiento del tratamiento para el pliego de Figueroa pero no concedieron el mismo destino para el dictamen de Matteucci. El temor era que Snopek se bajara de la votación si exponían al juez de su provincia. Aunque sea contrafáctica, la pregunta sobre la posibilidad de que se desalambrara el lote de 35 votos para sostener la continuidad de la jueza resulta estremecedora. 

En el aire quedó la sensación de que si Juntos apretaba el acelerador, el frágil número del oficialismo se caía. En la bancada opositora había interés en la aprobación de varios jueces, pero no querían quedar pegados a Figueroa. Otros nombres que generaban polémica, pasaron el filtro de la negociación. El radicalismo también tenía interés la aprobación de la Universidad de Río Tercero, pero todo el interbloque terminó votando también la del Delta y Pilar, que en Diputados había rechazado. 

En el aire quedó la sensación de que si Juntos apretaba el acelerador, el frágil número del oficialismo se caía

Para el comienzo de la sesión, el Frente Nacional y Popular y Unidad Ciudadana llegaron al quórum con la ayuda del rionegrino Alberto Weretilneck y la misionera Magdalena Solari Quintana. Las cuentas de los despachos que juntaron hasta ayer los votos no incluían entre las manos alzadas las del mandatario electo por la provincia patagónica pero sí computaban las de la representante de la jurisdicción mesopotámica. Sorpresivamente, estuvo en su banca al inicio de la sesión pero abandonó el recinto antes del empate electrizante. "Algunos se hacen los boludos como gato que lo están peinando", soltó una fuente cercana al despacho de la vicepresidenta Cristina Kirchner.

Cristina logró que el Senado vote el pliego de la jueza Figueroa  y abre un conflicto de poderes con la Corte

La parda en 35 se edificó, entonces, a partir de la ausencia de Solari Quintana y Lucila Crexel, como también contó este medio más temprano. El faltazo de la legisladora macrista dio lugar, incluso, a la incursión tuitera de Javier Milei, quien descerrajó que Juntos por el Cambio (JxC) trabó un acuerdo con el peronismo. Su mensaje en redes sociales fue ilustrado con una foto de Patricia Bullrich, la candidata presidencial del espacio, junto a Crexell.

Sin embargo, su voto nunca estuvo en el radar de Mayans. Hasta anoche, el poroteo del formoseño suponía el acompañamiento de la riojana Clara Vega, que ingresó por el PRO pero vota con el peronismo habitualmente, y Solari Quintana, además de una parte del bloque de Snopek. Al oficialismo no le sobró nada: el neuquino Oscar Parrilli se sentó a su banca aunque está atravesando un cuadro de neumonía. Y con el saldo de la votación a la vista, sin su presencia también se hubiera caído el pliego de Figueroa.

Por lo demás, Snopek sembró su dosis de incertidumbre al pedir la palabra durante la sesión y aludir a Morales como el principal interesado en que se derrumbara la suerte de Matteucci. "Me preguntan ‘¿cómo va a votar?' Y... no sé, porque no se sabe hasta que se vota", expresó.

LPOJuan Casas

Desde Unidad Ciudadana dijeron que "lo de Snopek estaba cerrado" pero tanto en esos escaños como en el macrismo confesaron a este medio que el riesgo estuvo. "Luego de la votación dividida, hubo revuelo en la bancada y algunos senadores se fueron a conversar porque se ve que lo tenían muy finito", ilustraron ante este medio desde el PRO.

Ante la pregunta sobre la chance de que la oposición hubiera quebrado el frágil apoyo de los aliados si separaban el pliego de Matteucci, un senador cercano a la Vicepresidenta respondió afirmativamente. "El macrismo fue a fondo pero no le salió", comentó con alivio.

Asimismo, se cuenta en los pasillos del Congreso que el propio Snopek suele decir que nunca revela sus cartas hasta el momento de jugarlas. En su entorno se encargaron de aclarar que su voto para el pliego de Figueroa no hubiera cambiado si se votaba también por separado el de Matteucci.

En el repaso del derrotero que tuvo que atravesar la jueza, con un trámite parlamentario sin impugnaciones pero el desplazamiento efectuado entre camaristas de la Casación y los cuatro ministros de la Corte Suprema, un legislador memorioso recordaba anoche que el senador jujeño retaceó el quórum cuando el oficialismo planeaba aprobar los pliegos pero el debate se superpuso con el cierre de listas en Jujuy. También ayudaron otros senadores del bloque de Snopek como el entrerriano Edgardo Kueider, que logró que le voten su proyecto de tarifas eléctricas.

Por aquellos días, se había judicializado la discusión para dirimir si las listas del propio Snopek, la camporista Leila Chaher y el jefe del PJ jujeño, Rubén Rivarola, podían ir colgados del binomio de Sergio Massa y Agustín Rossi, aunque compitieran por el cetro entre sí. En esa ocasión, el kirchnerismo acusó a Snopek de timbear la suerte judicial de la Vicepresidenta al no dar quórum para el tratamiento de los pliegos.

Vilipendiado, el actual senador ganó las primarias contra La Cámpora y la conducción del PJ. Tras el escrutinio, plantearon cerca suyo que "los que no cuidaron a su jefa fueron ellos", en alusión a los militantes de la agrupación dilecta de la líder del espacio.

La yuxtaposición de la agenda judicial y la construcción política deja heridos en todos los campamentos.