Martín Menem vaciló cuando los aliados le sugirieron que apurara la votación en general de la ley ómnibus para aprovechar la ausencia del bloque de Unión por la Patria, que había vaciado el recinto en repudio a la represión que las fuerzas de seguridad llevaban a cabo fuera del Congreso.

El presidente de la Cámara de Diputados dijo que no tenía luz verde de Casa Rosada para avanzar con esa estratagema que le acercaron viejos zorros parlamentarios como Miguel Pichetto y Cristian Ritondo.

Dentro del propio bloque libertario se habían avivado de la maniobra y usaron el chat de la bancada para pedir a los diputados que desistieran de sus turnos para hablar y se entregaran a la votación. 

"Dejen de hablar", "Renuncien a la palabra", "¡Cualquier cosa después hablamos che!", fueron algunos de los intercambios entre los diputados en medio del rifirrafe.

'Desde la Rosada no tiran un centro pero nosotros tampoco cabeceamos ni un globo aerostático', se resignan en el bloque libertario.

Como la estrategia se derrumbó, una de las diputadas del bloque dijo con buen tino que le estaban faltando el respeto a los aliados. Fue poco después que Pichetto dijera que los libertarios eran unos "pelotudos" que creían que estaban en medio de una fiesta.

Telam

"Desde la Rosada no tiran un centro pero nosotros tampoco cabeceamos ni un globo aerostático", se resignan en el bloque libertario.

En la presidencia de la Cámara se defendieron y dijeron que los diputados kirchneristas estaban dando vueltas por los pasillos del palacio y podían volver de súbito a sus bancas para frustrar la martingala.

El curso intensivo de los libertarios en la previa de la sesión: "¿Se puede ir al baño?" 

LPO anticipó que los libertarios habían tenido un curso intensivo horas antes de que se iniciara la primera sesión de sus vidas. Preguntaron si podían ir al baño durante el debate, si se podía leer durante las intervenciones de cada diputado y si habría pizzetas. Algunas dudas volvieron a invadir las bancas en medio de la hora clave.