El kirchnerismo diseña una estrategia para que ninguno de los dos legisladores que deberían sumarse al Consejo de la Magistratura sean de Juntos por el Cambio y recaigan en partidos provinciales aliados, en la izquierda o hasta en el propio oficialismo.
Según un fallo de la Corte Suprema emitido en diciembre, si el 16 de abril no está sancionada una ley con una nueva conformación del organismo rige la anterior, derogada en 2006, con el presidente del máximo tribunal a cargo, 20 miembros en lugar de 13 y 8 legisladores en vez de 6.
Parece no haber otro destino, porque el jefe del oficialismo en Diputados reconoció que no tiene los votos para sancionar la ley aprobada en el Senado y le pidió al máximo tribunal una prórroga que no llega.
Si nada pasa esta semana en el Congreso, el lunes deberían sumarse al organismo encargado de seleccionar y remover jueces un diputado y un senador por las "segundas minorías". Como no hay un bloque con mayoría propia en el recinto, corresponde a la tercera fuerza en representación.
Con ese dato, los diputados de la UCR y los senadores del PRO preparan una nota para presentar el domingo ante Sergio Massa y Cristina Kirchner con sus elegidos. Pero en el kirchnerismo creen que pueden evitarlo con una interpretación diferente de la ley.
Entienden que como los consejeros que tiene el Congreso en el organismo que selecciona y remueve jueces fueron elegidos en 2018 debería considerarse "segunda minoría" o "tercera fuerza política" a las que no votaron aquella vez.
Es una rosca compleja, porque desde 2016 si ninguna fuerza tiene la mitad más uno de los miembros la representación mayoritaria, a la que le corresponden 2 miembros (con la ley actual y la vieja), no la tiene el bloque más numeroso sino el que recolecte más firmas en los pasillos.
Fue una idea del PRO para sumar un voto más, con sólo un tercio de los diputados. El kirchnerismo la judicializó, pero no tuvo suerte y así cada vez que se eligen consejeros hay una carrera contrarreloj para juntar firmas.
En 2018, la metodología que el PRO habían creado les jugó en contra: las vertientes del peronismo se unieron junto a los cordobeses y nombraron a Graciela Camaño, por entonces del Frente Renovador de Sergio Massa.
Los mandatos vencen en diciembre de este año, pero si la ley se deroga, como señala el fallo de la Corte, el oficialismo creen que para legitimarlos hay que sumar una segunda minoría que no haya participado de ese poroteo o retirar a todos y volver a fojas cero. "No se puede mantener a consejeros elegidos por una ley que no existe más", explican en el kirchnerismo.
De prosperar esta idea, en Diputados competirían por la vacante los 4 de izquierda, los 4 liberales, los 2 del partido de Río Negro y los monobloques de Felipe Álvarez (La Rioja) y Claudio Vidal (Santa Cruz). Si los primeros no participan, podría haber empate. ¿Y si votan para elegir uno propio? Sería un logro histórico y posible.
En el Senado, en 2018 el peronismo se repartió las bancas con los aliados de Santiago del Estero. Fueron para Mario Pais y Ada Iturrez de Capellini. Un año más tarde Cristina los reemplazó con dos propios: Mariano Recalde y María Inés Pilatti Vergara.
Si para definir la segunda minoría se toma en cuenta la votación de 2018, el único que bloque que no participó fue Unidad Ciudadana, por entonces lideraba Cristina, y al año siguiente dejó de existir. ¿Y si lo crean de vuelta sólo para elegir un consejero? Es una chance. Se puede. La otra es rastrear entre los bloque que no existían y están ahora, como el rionegrino Alberto Weretilneck o la riojana Clara Vega.
Magistratura: El peronismo no tiene los votos en Diputados y pide una prórroga a la Corte
Juntos podría sacar una carta ganadora: como el reglamento no habla de interbloques sino de bloques, haría valer los sellos que sumó en diciembre, como Integración y Desarrollo chubutense (Ignacio Torres y Edith Teranzi) o el Partido de la Justicia Social (Beatriz Ávila). ¿Pero acaso son los que elegiría la cúpula de Jxc? No pareciera.
La negociación podría tomar ribetes delirantes pero posibles, como una ruptura simbólica del oficialismo para quedar como mayoría y minoría y repartirse 3 de los 4 consejeros por cámara. Bastaría con un intercambio epistolar de una mañana.
De todos modos, en el Frente de Todos aún no fijaron una postura común sobre cómo proceder. El jefe de los diputados Germán Martínez volvió a pedir este lunes a la Corte Suprema que le otorgue una prórroga y criticó a la oposición por apurarse a asumir.
"Los diputados y senadores opositores que desean asumir en el Consejo de la Magistratura a partir del 15 de abril deben saber que estarán convalidando a una Corte Suprema que está asumiendo facultades legislativas", los atacó.
"¿Por qué convalidar semejante atropello institucional? ¿Cuál es el apuro que tienen? ¿Qué intereses hay detrás? ¿Qué busca la oposición política?", se preguntó.
"Yo voy a seguir trabajando para que constituyamos las comisiones, pongamos en debate la media sanción del Senado y tratemos de tener una nueva ley con el mayor consenso posible", se esperanzó.
Por ahora, no hay fecha de tratamiento y, dato no menor, ni siquiera están conformadas las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia.
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- 111/04/2222:14Para tristeza de Nachito "sobrecito" Fidanza.. la Corte va a asumir en pocos días y todo el oficialismo la tiene y la va a tener bien pero bien pero bien pero bien pero bien bien adentro a fondo y adentro.