El ex subsecretario de Vivienda Iván Kerr y el ex vicepresidente del Banco Central Lucas Llach reivindicaron el sistema de créditos UVA, durante un plenario de comisiones de Diputados convocado para debatir un rescate a los 120 mil deudores que hay en el país. 

Los debates fueron promovidos por el radical Julio Cobos, quien presentó un proyecto para que las deudas UVA se reemplacen por UVI. El primero se actualiza por coeficiente de actualización de referencia (CER) y el otro por la variable de la construcción. 

Asistieron agrupaciones de deudores, abogados representantes y economistas, pero los ex funcionarios dominaron la escena y provocaron varios cruces fuera de micrófono. Cristalizaron además las diferencias que hay en Juntos por el Cambio, donde el PRO frustró un pedido de sesión especial de Cobos para tratar el rescate a los deudores UVA y no estaría dispuesto a aprobarlo en el recinto. 

Cobos bajó la sesión para rescatar los créditos UVA y negocia una ley con Massa

Para Kerr no hay nadie a quien rescatar. "En 2016 el Banco Central creó las UVA y permitió que muchas familias de ingresos medios pudieran comprar su vivienda", los reivindicó y habló de un "boom" de carpetas, sólo comparable con el gobierno de Juan Perón y de Carlos Menem. 

Reconoció que la inflación complicó las cosas, pero recordó que en noviembre de 2019 presentó un proyecto de ley para converger y detener la suba de cuotas si los precios crecen muy por encima de los aumentos salariales.

"Hay que proteger a los deudores, pero también mejorar la calidad del crédito hipotecario para que volviera a ser utilizado en el futuro", señaló. Llach fue aún más crítico con la situación de los deudores y les pidió a los diputados representar a los 47 millones de argentinos, "entre ellos los pobres" y no a 120 mil que tomaron créditos.

"Si queremos que el deudor pague menos de lo que se comprometió a pagar, estamos diciendo que haya pocos incentivos para el prestamista, que no es el banco, sino los depositantes. Si no hay nadie que preste, no hay crédito. Lo que permitió el crédito UVA es reducir muchísimo el pago inicial y por lo tanto permitió el acceso a la vivienda", lo defendió.

Si queremos que el deudor pague menos de lo que se comprometió a pagar, estamos diciendo que haya pocos incentivos para el prestamista, que no es el banco, sino los depositantes. Si no hay nadie que preste, no hay crédito. 

Varios de los deudores presentes se fastidiaron y algunos salieron al cruce. La mayoría pidió un rescate con tasas preferenciales o hasta sin intereses, lo que sería una conversión de los créditos en planes de viviendas. 

"Hay que renegociar estos contratos, porque no es posible mantener el endeudamiento que las familias hipotecaria argentina ya tiene. No se trata de UVI o CVS", aclaró Gastón Rinaldoni, de Autoconvocados UVA Mendoza. 

El propio Llach advirtió también que al existir un retraso salarial, atar un ajuste al CVS puede ser cuanto menos riesgoso. Antes que el ex vice del Central había hablado Adrián Daniel Albor, abogado de un grupo de deudores, que denunció una estafa, que obliga a encontrar responsables. "Es muy violento que vengan algunos a hablar de las bondades de estos créditos", le dijo a Kerr. 

Ivan Kerr y Federico González Rouco. 

La investigadora del Conicet Ivana Sokolof cuestionó el mismo diseño del créditos UVA. "No falló por su mecanismo de indexación, sino por dos falsas premisas desechadas por la evidencia: que el aumento de la oferta de la vivienda va a bajar su precio y que la facilitación del crédito hipotecario aisladamente contribuye a resolver el problema de la vivienda", consideró.

La cruzó el economista Federico González Rouco, economista y gerente de Créditos y Alquileres en el Instituto de Vivienda de la CABA, quien destacó que la mora es sólo del 1,3% y propuso un fondo de compensación, pero sin que se caiga el incentivo al crédito. 

"Es cierto, el capital aumenta. Cada vez se venden menos UVA, pero todos los meses se deben pesos, que ajustados por inflación valen menos. Si hay un pasivo es porque hay un activo y esto también debería ser parte de esta conversación". 

"Si queremos que haya más crédito hipotecario, hay que entender que primero necesitamos demanda y después necesitamos oferta. Hay gente que tiene que querer sacar un crédito y hay gente que tiene que querer prestar dinero. Si de esta conversación sale algo que afecte alguna de estas dos cosas, no va a haber más crédito hipotecario. Se va a terminar de romper el aspiracional de la casa propia", sostuvo.

Lo enfrentó María Isabela Iasala, representante de 400 mil familias damnificadas por créditos. "Todas las familias fueron damnificadas y resultaron vulnerados sus derechos al trabajo y a vivir dignamente, porque este sistema nos empujó a la pobreza". 

"Estos créditos fueron una estaba porque se utilizó información engañosa y fueron otorgados de forma irresponsable por las entidades financieras, que contaban con la información de que no serían viables en el tiempo".