Sobran antecedentes de una oposición de turno que convoque a una sesión especial, no tenga quórum y pase la tarde haciendo discursos a la televisión. Lo que no se recordaba hasta este martes es que las fuerzas que la citen queden en minoría y sus rivales reescriban la ley que les pidieron tratar.

Por lógica, no debería ocurrir nunca y en Juntos por el Cambio se preguntan cómo les pasó a ellos. Quién tuvo la culpa. Y la respuesta la encuentran en la falta de una conducción del interbloque, que integran 116 diputados, 10 bancadas y muchas figuras de alto perfil que están haciendo sus primeros pasos en el Congreso. Pero por las internas de cada fuerza no hay uno o varios jefes a cargo de pensar estrategia en tiempo real y con poder para dar indicaciones.

El viernes, como explicó LPO, terminaron en una asamblea a los gritos para definir si le bloqueaban el presupuesto al Gobierno. Decidieron que lo mandarían a comisión, pero después lo votaron en contra. 

El Gobierno aprovechó una movida de la oposición para aumentar bienes personales

La secuencia de la sesión de este martes se ganó un lugar en los libros de historia parlamentaria. Empezó el pasado jueves, cuando en plena sesión la diputada del PRO Silvia Lospennato pidió emplazar la comisión de presupuesto para tratar la reforma al impuesto de bienes personales aprobada en el Senado, que por orden de Martín Guzmán estaba cajoneada.

Consiguió una mayoría con el voto de Juntos por el Cambio, los liberales, el interbloque federal y provincias unidas. Y así obligó a Carlos Heller a citar a la comisión de Presupuesto este martes a las 13.

Rompían con el poder implícito que tienen los presidentes de las comisiones para esconder una ley, impedir que se dictamine y obligar a reunir dos tercios para aprobarla en un recinto que funciona con mayorías simples. 

Mario Negri y Juan López. 

LPOJuan Casas

Hasta ahí, era todo ganancia, pero tuvieron la tentación de ir por más y, con la firma de al menos un representante de cada espacio, convocaron a sesión a las 14 del mismo martes, con el plan de aprobar el dictamen propio recién firmado. 

Olvidaban un detalle: nadie en Juntos chequeó si alguno de los partidos que habían acompañado la citación podía ser seducido por el Frente de Todos, que en definitiva era el autor de la ley en cuestión, presentada por el senador Carlos Caserio. Y siguieron rumbo a la sesión como si nada de eso fuera posible.

Así las cosas, este martes aparecieron dos problemas. Provincias Unidas, 5 diputados que representan a Río Negro, Misiones y Neuquén, había decidido acompañar un dictamen del Gobierno, como hace en todas las sesiones. Pero más decisivo para el fracaso de la sesión fue que tres diputados de Juntos no llegaron y dos por estar de viaje: Álvaro González (PRO) y Gabriela Brouwer de Koning, de Evolución radical. La macrista Camila Crescimbeni dio Covid positivo en el testeo matutino que hace la Cámara y se tuvo que volver a la casa. 

En Juntos buscan responsables por haber ido a una sesión sin una mayoría y regalar una ley a medida del Gobierno. Pero no los encuentran porque nadie tiene el rol de interactuar entre los bloques. Los jefes de los partidos buscarán una conducción para marzo. 

Con ese panorama, minutos antes de empezar la sesión sobraban alternativas para que Juntos intentara evitar una derrota en un campo de juego que creía haber armado a su medida. La más fácil era abandonar el recinto, frustrar la sesión y convocarla la próxima semana, con una mayoría al alcance para aprobar el dictamen propio. 

La tendrían servida con los 116 de JxC, los 4 liberales, los 8 federales que en este tema los acompañan; y el riojano Felipe Álvarez, un peronista opositor al gobernador Ricardo Quintela, que intenta contener Horacio Rodríguez Larreta. 

Pero la falta de coordinación entre los bloques de Juntos hizo imposible alguna reacción a tiempo. Tanto, que desde temprano se escuchó en los pasillos a sus diputados más experimentados resignarse a una derrota que no sabían cómo evitar. 

Facundo Manes y Diego Santilli. 

LPO/ Juan Carlos Casas.

La escena más curiosa de la tarde fue cuando había pasado media hora del llamado a sesión, las bancas del frente de todos estaban vacías y sólo se encontraban 125 diputados en el recinto, 4 menos que el quórum. 

El jefe del PRO Cristian Ritondo pidió prórroga para que no se cayera la sesión y Sergio Massa, desde el estrado, le garantizó que los suyos la habilitarían.  Tan bizarro fue el momento que algunos novatos de Juntos  tuiteaban fotos del recinto semi vacío antes del arribo del peronismo en señal de fortaleza. 

Al instante, los 118 del Frente de Todos ingresaron con los 5 de provincias Unidas, los 4 diputados de izquierda, el sindicalista santacruceño Claudio Vidal y el riojano Álvarez. 

La caída del Presupuesto: La oposición vivió horas frenéticas y estuvo tres veces al borde de la ruptura

La mesa estaba servida para que el oficialismo aprobara su dictamen y le adosara los artículos que quisiera y en Juntos nadie reaccionó para impedirlo. Tan fácil la tuvieron, que Massa aprovechó para actualizar su ley de ganancias y Alberto rescató artículos del presupuesto que creía perdidos, como el que grava con alícuotas más altas bienes personales en el exterior. Además se aumentó bienes personales a patrimonios de más de 100 millones. Una mayoría en un recinto tiene el único límite de su creatividad.,

Por si faltaba algo a la mala praxis, los aliados de Río Negro y Misiones se repiten en el Senado pero ahí le alcanzan al Frente de Todos para una mayoría propia. O sea, acordar un ley con sus referentes políticos en Diputados y enviarla a la Cámara vecina es casi como garantizar su sanción. 

Los más incrédulos en Juntos eran los diputados de los bloques más chicos que no participaron de ninguna de las mini negociaciones de este mes y sólo los llamaron a votar. No podían entender como el tablero de la derrota oficialista del viernes había sido revertido por una decisión propia. 

Mario Barletta, Ricardo López Murphy y Mario Negri. 

LPO/ Juan Carlos Casas.

Terminada la sesión, el PRO tuvo varios conciliábulos en público para buscar explicaciones, en el recinto y los pasillos. Además de los palos a González, que tampoco estuvo en la sesión del presupuesto, se preguntaban si había alguna explicación por la ausencia de la cordobesa conducida por Rodrigo De Loredo.

Todos se pasaban la pelota sobre quién fue responsable de llamar a una sesión sin una mayoría garantizada. Lo atribuían a la energía post sesión de presupuesto. "Si nos quedábamos con el dictamen para cuando se pudiera sesionar, era muchísimo. Pero a alguien se le ocurrió ir por más", señalaba a LPO uno de los impulsores de la movida, impactado por el final infeliz. 

Otra sorpresa de los novatos con más ruedo es la vulnerabilidad de cualquier bancada ante un caso propio de Covid 19. Hasta mediados de año, el protocolo de sesiones remotas les permitía a los diputados infectados sesionar por zoom, pero por presión de la oposición se volvió a la presencialidad plena, con hisopados matutinos. El que da positivo deja a su bloque con uno menos y no hay mucho por hacer.

Ex líder de la juventud PRO, Crescimbeni es de esas diputadas que jamás se ausenta y llegó al control de covid sin síntomas. El testeo rápido dio positivo y se tuvo que ir sin poder votar ninguna ley.    

"Yo no sé qué pensaron cuando negociaron eso, porque le dieron a Massa la chance de hacer un hisopado a la mañana y dejarnos con uno menos a la tarde", preguntaba un ex ministro recién asumido como diputado. 

Entendía que si la oposición es la que buscará con más frecuencia una mayoría en estos años, sufrirá la falta de un sistema remoto en caso de emergencias sanitarias. 

Varias de estas preguntas trataron de responderse esta noche los presidentes de partidos de Juntos: Patricia Bullrich (PRO), Gerardo Morales (UCR) y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica). Miguel Pichetto es invitado como "peronista republicano". 

Para ordenar el caos de diputados, negocian algún sistema de decisiones en el Congreso para marzo, con jefe o mesa directiva. Necesitan algún referente que pueda tomar decisiones en momentos cruciales. Y rápido.