Martín Menem tuvo que convocar para este martes, a las 14, a la sesión especial que había pedido Rodrigo De Loredo con el objetivo de discutir la ampliación presupuestaria para todas las universidades nacionales. La resistencia del legislador cordobés a las presiones para que retirase su solicitud hizo que la bancada de PRO estallara de furia, ante la posibilidad de que el peronismo aproveche la escena para emplazar a la comisión de Educación, presidida por Alejandro Finocchiaro, y comprometa al Poder Ejecutivo con la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), cuyos recursos trepan a 1 billón de pesos.

La bronca se produjo, además, mientras los rectores avanzaban en la negociación con las autoridades del gobierno para que el incremento de 270 por ciento concedido a la UBA para gastos operativos se replicara en el resto de las unidades académicas. "La discusión es abstracta", repetía un legislador que esperaba que la convocatoria al plenario de comisiones de Presupuesto, liderada por José Luis Espert, y Educación desactivara la ansiedad radical.

Como explicó LPO, la UCR había quedado en un lugar incómodo la semana pasada y, luego de un zoom con su bloque, De Loredo hasta habilitó que se entablaran conversaciones con el bloque de Unión por la Patria.

En el macrismo, alertaron que el oficialismo corría el riesgo de que los diputados conducidos por Germán Martínez impulsaran el tratamiento del FONID. "Es una pelotudez y ahora Milei se la va a agarrar con De Loredo y se puede detonar todo", lamentaba un miembro del PRO.

Lo más curioso es que, fruto del avance de las autoridades de las casas de altos estudios con la secretaría de Educación y el CIN, en las bancadas del centro que estaban dispuestas a sumar sus voluntades para la sesión empezó a tallar la idea de que bajar al recinto sería ocioso. "Ya está el plenario de comisiones para el jueves y se va a dictaminar, la sesión es para dar discursos", le bajaron el precio en un despacho aliado al oficialismo.

Desde el propio radicalismo deslizaron ante LPO que la jugada de De Loredo contó con el apoyo del gobernador mendocino, Alfredo Cornejo. "Ni Evolución ni el sector de Manes pidieron la sesión", admitieron.

Fuera del Congreso, dirigentes de la UCR interpretan que "De Loredo quiere quedar bien con todo el mundo y termina puteado por todos". "Rompió todo para hacerse mileísta y ahora no tiene cómo volver a cierta racionalidad", conjeturan.

El peronismo, en tanto, podría aprovechar el escenario de este martes, si hubiera quórum, para poner contra las cuerdas a Menem con el FONID. Un macrista se agarraba la cabeza imaginando la reacción de Milei si eso ocurría y el efecto dominó que podría tener hasta sobre la ley ómnibus.

Sin embargo, uno de los legisladores que se sentaría en su banca combinó el fastidio con el desenfado. "De Loredo pidió la sesión especial el viernes a las 8 de la noche pero se ve que no le llegó el mail con lo de las comisiones", ironizó.