
"Esto es muy difÃcil: todos quieren facilitar que haya presupuesto, pero nadie acepta pagar el costo interno de quedar votando con el oficialismo si los otros no lo hacen", se rendÃa en la medianoche un diputado radical después de pasar el dÃa en chats y conversaciones para buscar la uniformidad en la votación de este martes. En el Frente de Todos creen que, a diferencia de lo ocurrido hace un año, no tendrán problemas en aprobar la ley de leyes, pero aceptan que deberán modificar varios artÃculos y se les caerán otros.
"El quórum y la votación en general está garantizada. Lo demás está por verse", aseguraban desde el Frente de Todos, cuyos referentes pasaron el dÃa sin sobresaltos, confiados en que esta vez Juntos por el Cambio no se atreverÃa a dejarlos sin presupuesto, lo que significarÃa chocar de frente contra el FMI en la previa de una campaña electoral.
Fue la sensación que hubo tras más de 50 horas de debates de comisión, en las que Luciano Laspina, economista referente del PRO, llegó a calificar el presupuesto como el más razonable de un gobierno kirchnerista.
Pero la firma del dictamen dejó heridas que este lunes no podÃan saldarse: la aparición del artÃculo que grava Ganancias a los jueces y la incorporación de otros 50, algunos no anunciados por Carlos Heller, encendió a los halcones del PRO, que ni siquiera querÃan dar quórum. En esa posición están desde la semana pasada la Coalición CÃvica, por una orden directa de Elisa Carrió, Ricardo López Murphy y los liberales, con quienes el macrismo duro se mide dÃa a dÃa.
Los radicales quieren aprobar el presupuesto y no dejar por segundo año consecutivo a sus gobernadores sujetos a decretos presidenciales. Pero quedar como colaboracionistas del Gobierno en un recinto oficialista no es una opción redituable.
Molestos por tanta histeria, los 8 diputados del interbloque federal (3 cordobeses, 2 socialistas santafesinos y 3 bonaerenses), capaces de garantizar la mayorÃa a cualquiera de los dos frentes, apagaron los teléfonos.
"Que el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, que son el 91% del recinto, definan qué van a hacer y después nos llamen", fue lo último que dijo el coordinador Alejandro "Topo" RodrÃguez. El cordobés Ignacio GarcÃa Aresca firmó en disidencia el dictamen, pero no se correrá de la decisión de su espacio.
De esa manera, la aprobación del presupuesto, que parecÃa garantizada, se ponÃa en duda este lunes, cuando el Congreso fue un desfilar permanente de referentes radicales sorprendidos por la reacción del PRO durante el fin de semana, cuando pasaron de filtrar que no apoyarÃan el artÃculo que grava Ganancias a jueces a sugerir que tampoco darÃan quórum.
Circuló temprano VÃctor Romero, el cordobés que coordinó la negociación por la UCR y si bien no firmó el dictamen, dejó trascender que la votación en general no estaba en riesgo. "Los radicales están entre votar a favor o abstenerse. No van a salir de eso", garantizaba una fuente opositora.
La abstención también empezaba a imponerse en el PRO, durante una reunión de bloque improvisada en la sede de la Sociedad Rural Argentina, después de la presentación del libro de Mauricio Macri. Pasada la medianoche, los halcones insistÃan en no ir, pero cada vez estaban más solos.
Evolución radical era el bloque más decidido a dar quórum, después de negociar varios artÃculos en la comisión, como la deducción de Ganancias por gastos educativos o la letra chica de la cláusula gatillo para actualizar las partidas si la recaudación es mayor que la prevista, por un cálculo subestimado de la inflación.
En la bancada identificada con MartÃn Lousteau también intentaban aprobar el artÃculo que grava con ese impuesto a los magistrados, pero se les complicaba la negociación con sus pares. Y no iban a darle los votos al oficialismo en soledad.
En el FDT no creÃan necesario negociar nada hasta la reunión de labor parlamentaria, previa a la sesión, convocada a las 12.30. "Ya incorporamos un montón de artÃculos y modificaciones por pedido de ellos. Si no les alcanza para votar en general ahora, no se podrá votar nunca", simplificaban.
Pero aceptaban que ya habÃa algunos diálogos para la votación del articulado, que será la más compleja porque varios podrÃan caerse si no reúnen la mayorÃa. El que menos vida tiene es el que prorroga las retenciones a las exportaciones. JxC está unido: sólo lo vota si hay una reducción de las alÃcuotas sobre la soja.
En el FDT podrÃan incorporar la cláusula para no subirlas, propuesta por el secretario de Agricultura Juan José Bahillo, pero no están dispuestos a bajarla. "DeberÃan explicar cómo recuperamos esa plata", desafiaban.
La cláusula gatillo, como quedó escrita, no le convence al PRO y la UCR y podrÃa haber retoques. También podrÃa haber otra revisión del artÃculo 90, que responsabiliza a las provincias por las deudas a Cammesa, la mayorista energética.
Pero en JxC tenÃan en la mira varios artÃculos más, como la deducción en Ganancias para los camioneros (que insumirÃa 83 mil millones de pesos), la tasa de aviación para financiar la policÃa aeroportuaria y otros que seguÃan estudiando de medianoche. Intentarán bajarlo con una mayorÃa construida federales y liberales. Pero antes deben ponerse de acuerdo en ingresar al recinto para la sesión empiece. La mayorÃa quiere hacerlo.
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Luego veremos el articulado de la ley donde como siempre surgirán empomes varios a los privados.
Lo gracioso es despues ver el desfile de legisladores de juntos por los canales de tv repitiendo como loritos "hay que bajar
impuestos" para que la gilada por enésima vez vuelva a confiar.
La ley sale por las cámaras. Pero NO HAY LEY hasta que el EJECUTIVO, la reglamenta.
El legislativo mira el futuro.
El ejecutivo el presente.
El judicial el pasado