En su libro "Primer tiempo" Mauricio Macri responsabiliza por los avatares financieros de su gobierno al entonces director del FMI David Lipton. Según su relato, le impidió intervenir en el mercado de cambios y permitió saltos devaluatorios que martirizaron el tramo final de su gestión. 

Lipton, quien como todo el staff nunca estuvo de acuerdo con el crédito de 2018 (otra confesión de Macri en su libro), dejó su cargo en enero de 2020 y en estos días volvió a ser tema en Argentina, un país que no olvidará: el senador del Frente de Todos Martín Doñate citó un artículo suyo para defender las dos leyes de blanqueo presentadas el último lunes, con el objetivo de recaudar dólares y cancelar la deuda con el FMI. 

"En los últimos 40 años el PIB mundial creció de USD 11 billones a USD 87 billones, pero el 8% de este último PIB se esconde en centros financieros offshore. David Lipton, ex director del FMI, sostuvo en 2019 que con este dinero fuera de las sombras mejorarían los países", posteó Doñate, uno de los cinco firmantes de las iniciativas.

Los senadores peronistas proponen abrir el secreto bancario y crear un impuesto a los bienes en el exterior 

El rionegrino sostuvo que gran parte de este dinero no declarado procede de actividades delictivas, representa no menos de 1 billón de dólares de incremento en los ingresos públicos de todo el planeta y una parte iría para Argentina, "que tiene el récord de encabezar el podio de los países fugadores".

"Debemos comprometernos con recuperar esos dólares que, como dijo Cristina (Kirchner) no es que no están, el problema es que los sacaron ilegalmente a costa del empobrecimiento del pueblo", citó a la vicepresidenta, en un discurso del 10 de diciembre que fuera el origen de las leyes que el Senado trataría en la próxima semana, aunque aún no hubo convocatoria oficial. 

Las leyes tienen advertencias a la AFIP y la UIF por desatenderse de los evasores. Sus autores estiman que sin el secreto bancario y con tecnología de punta, habrá un entrecruzamiento de datos suficiente para escrachar apellidos conocidos que tienen cuentas en el exterior no declaradas. 

Fueron giradas a las comisiones de Presupuesto y de Legislación general, que el jueves se conformó y quedó a cargo del pampeano Daniel Bensuasán. Hubo ocho oficialistas que no las firmaron y uno de ellos, el entrerriano Edgardo Kueider, de los pocos que habla a diario con Alberto Fernández. 

Kueider reclamará algunas modificaciones, como un plazo específico para repatriar los dólares no declarados, que el kirchnerismo calcula cercanos a los 350 mil millones de dólares, a partir de informes de organismos internacionales que llegaron al despacho de la vicepresidente. Son 10 veces las reservas del Banco Central.

Todavía no hubo una queja de la Rosada por los artículos que limitan la capacidad de negociación de Martín Guzmán con el FMI y lo obligan a consultar al Congreso antes de renegociar y no después, como hizo este año. 

Mariano Recalde y Martín Doñate. 

LPO /Juan Carlos Casas

Pero la reacción más dura fue la renuncia de un funcionario de la AFIP porque el proyecto es además un llamado de atención por la falencias para detectar evasores con dólares desparramados por todo el planeta. Hasta le "encomienda" al organismo recaudador utilizar la artillería de tratados internacionales y convenios de cooperación para sumar efectividad. 

También se advierte por la poca acción de la Unidad de Información Financiera (UIF), encargada de controlar el lavado de dinero, que en diciembre cambió su titular: renunció Carlos Cruz, resistido por la vicepresidenta, y lo reemplazó Juan Carlos Otero, quien por ahora no logró calmar las ansias de sus laderos. "Hace como 20 años que trabajaba en la Bolsa de Valores. No vemos que esté dispuesto a perseguir a nadie", sostienen. 

Cristina impulsa mayores controles del Congreso para negociar con el FMI 

En el kirchnerismo hay expectativa por este debate, aun cuando no está del todo claro si tendrán los votos para su sanción. Apuntan a los diputados del interbloque federal, integrados por cordobeses, socialistas santafesinos y peronistas disidentes de Buenos Aires.

El texto lo trabajó Cristina con el senador Oscar Parrilli, en base a informes de organismos internacionales que confirman a Argentina como uno de los países con mayor cantidad de dólares en paraísos fiscales, algunos con cifras precisas. La vice los repasó en la reunión que tuvo en su despacho con el embajador de Estados Unidos Mark Stanley.

Los proyectos levantan el secreto fiscal y las identidades de los evasores podrán llegar al Gobierno, el Congreso y el Banco Central.  A diferencia de otros tiempos, hay herramientas tecnologías para entrecruzar esos datos y encontrar apellidos famosos con miles de dólares depositados en el exterior que no están declarados. 

Para evitar una persecución prolongada, los infractores deberán ingresar en el blanqueo, pagar la multa, regularizar su situación y convertirse en un contribuyente más. 

En ese caso, la senadora Anabel Fernández Sagasti, otra de las firmantes de las iniciativas, recordó que además de capturar divisas con las multas, el blanqueo permitirá engrosar la recaudación fiscal por el impuesto a los bienes personales, que se coparticipa con las provincias.  

En declaraciones a C5N, calculó que podrían repartirse 14 mil millones entre los gobernadores. Por ahora, ninguno de los tres radicales que administran provincias hablaron a favor. Tal vez pronto haya gestiones para que opinen.