
Martín Menem arrancó la última semana del período de sesiones ordinarias tratando de que se caiga la sesión convocada por los bloques de Miguel Pichetto, Facundo Manes y el peronismo para derogar el DNU del canje de deuda. Fuentes de la bancada liderada por Germán Martínez reconocieron que "está difícil" la posibilidad de reunir los 129 diputados necesarios para lograr el quórum.
Al cierre de esta nota, un diputado de Innovación Federal (IF), el bloque presidido por la salteña Pamela Calletti, adelantó a LPO que sus 8 miembros no bajarían a recinto este martes, a las 15.
Ese grupo de legisladores responde a los gobernadores Gustavo Sáenz, el misionero Hugo Passalacqua y el rionegrino Alberto Weretilneck. Además, cuenta con la adhesión frecuente del diputado neuquino Osvaldo Llancafilo y, en total, contabilizan 9 votos.
Desde Misiones, apuntaron que los cuatro diputados de esa provincia pegarían el faltazo a cambio de la concesión de los talleres ferroviarios a un empresario cercano a la gestión provincial.
Los gobernadores bajaron la sesión contra el DNU del canje de deuda a cambio del presupuesto
Pero los de IF no serían los únicos ausentes que frenarían la embestida opositora contra el decreto 846, pergeñado por Luis Toto Caputo para eludir el control del Congreso y la aplicación de la Ley de Administración Financiera para negociar deuda. En los pasillos de la Cámara Baja hay dudas sobre la presencia plena de la tropa de legisladores que responde al gobernador catamarqueño Raúl Jalil y la misma sospecha se extiende sobre los santiagueños que se referencian en Gerardo Zamora.
La semana pasada, más allá de la muñeca de Menem y la Casa Rosada para lograr que los mandatarios provinciales retiren a sus legisladores y se aborte la sesión contra el DNU 846, el peronismo fue el bloque más lastimado por las inasistencias. Alrededor de una decena sobre un total de 99 diputados resultó determinante para que los kirchneristas Martínez y Paula Penacca declinaran la voluntad opositora contra el decreto.
Por otro lado, la exploración del oficialismo para restarle diputados a la oposición tiene ribetes curiosos. El ex jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, conversaba este lunes con integrantes de la Coalición Cívica, el bloque de Elisa Carrió, para persuadirlos de que tampoco den quórum.
Derrotado y denigrado por Javier Milei en la disputa presidencial del 2023, la amistad con Toto Caputo sería más fuerte que el destrato político para Rodríguez Larreta. En uno de los despachos lilitos, incluso, reconocieron la discusión interna sobre dar o retacear quórum pero no admitieron contactos con el ex precandidato vencido en las PASO por Patricia Bullrich.
Parte del desenlace para el tratamiento de este DNU estaría inevitablemente vinculado a lo que suceda con la sesión convocada por el radical Martín Tetaz para las 13, dos horas antes. El temario se reduce a la consideración de un expediente que ni siquiera se convirtió en dictamen en la comisión de Legislación Laboral, cuyo propósito es terminar con la reelección indefinida de los líderes gremiales y suprimir la cuota sindical posterior a cada acuerdo paritario.
Fuentes parlamentarias especulaban que Tetaz podría llegar a reunir quórum pero parecía improbable que consiguiera los dos tercios para tratar sobre tablas un texto sin respaldos suficientes en la comisión. "Esa sesión es para que se pique todo y se complique el quórum de la que sigue", arriesgaron cerca de una diputada.
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