La Cámara de Diputados dictaminó este miércoles la ley que dispone un blanqueo de fondos no declarados para cancelar la deuda con el FMI, pero no tiene los votos para sancionarla. Y continúa cajoneada la que flexibiliza el secreto bancario. Ambas fueron presentadas en simultáneo y Cristina Kirchner reclamó el lunes en su acto de la CTA.

Las leyes fueron prestadas por senadores cercanos a la vicepresidenta y son complementarias, porque con la protección de las cuentas en el exterior que no fueron declaradas (y sólo pueden conocerse por orden de un juez) no será fácil que sus titulares se tienen a repatriar esos dólares y pagar una multa. 

Las comisiones de presupuesto y de legislación general de Diputados dictaminaron la ley que así lo dispone, sin el respaldo de Juntos por el Cambio. Graciela Camaño anunció un dictamen propio, que si es muy diferente al oficial impedirá la sanción.

"El Estado debe poner todo el esfuerzo en esa persecución a evasores y debe ser eficaz algo que no está ocurriendo en nuestro país", sostuvo Camaño, pero consideró que la ley debió haber ingresado por Diputados. 

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El proyecto permite a quienes tengan fondos en el exterior no declarados formalizarlos con el pago de una multa del 20%, que pasa a 35% si pasan los 6 meses de la entrada en vigencia. Y permite que un "colaborador" detecte a los evasores y cobren un 30% de lo que consigan.

"El objetivo es obtener los fondos para hacer frente a la deuda heredada sin que eso afecte las posibilidades que el país tiene de utilizar sus recursos para mejorar la calidad de vida de la población", destacó el oficialista Carlos Heller.

El radical Martín Tetaz anticipó el rechazo opositor. "Si entendemos que el dinero es fungible nos vamos a ahorrar un montón de discusiones. No tiene mucho sentido el destino de los fondos ¿Por qué no recuperamos el dinero de todos los evasores como los locales? ¿A esos no los vamos a buscar o su dinero no sería útil? ¿Por qué solo a los fugadores que se la llevaron a una cuenta off-shore y no a los que la tienen en cajas de seguridad?", se preguntó.

La ley que levanta el secreto bancario permite detectar cuentas en el exterior no declaradas. Pesce logró que el Senado la cajonee y Cristina la reclamó. Incentivaría la formalización de dólares y el pago de la multa que propone el otro proyecto.

"La deuda no se la tenemos que hacer pagar a los trabajadores y a los sectores productivos, sino a los evasores. Y mucho menos me quedó con el discurso de que los argentinos nos tenemos que enamorar de Christine Lagarde porque nos prestó la plata. En todo caso los argentinos nos enamoramos de Yrigoyen, Belgrano, Moreno, Alfonsín, Illia, Perón, Evita, Kirchner y Cristina", respondió el bancario José Palazo.

El proyecto aún no tiene los votos garantizados para su sanción, pero el que levanta el secreto bancario ni siquiera fue tratado en comisión del Senado, donde el oficialismo domina las votaciones. 

Consiste en permitir el acceso a las cuentas y sus transferencias en el exterior al Banco Central, el Congreso, el Poder Ejecutivo y los organismos de control de servicios públicos, entre otros. Pesce cree que puede generar una corrida bancaria y Alberto logró que los senadores no lo traten. Cristina la pide.