Elisa Carrió encabezó un plenario de la mesa federal de la Coalición Cívica y les pidió a sus diputados "acompañar y discutir" el acuerdo con el FMI que envíe el presidente, como había anticipado LPO. En el PRO insisten en al menos esperar el texto final y en tal caso obligar a Alberto Fernández a negociar por decreto, pero en la UCR están más cerca de una abstención, una forma de ayudar a la sanción de la ley. En este escenario, en el kirchnerismo preparan una resistencia en los recintos, sin capacidad de frustrar la negociación. 

"Es posible que no se produzcan grandes mejoras en la economía luego de acordar, pero estaríamos evitando males mayores como el aislamiento internacional y la parálisis productiva", justificó su postura Carrió, ante un plenario por zoom en el que se encontraban sus diputados nacionales.

Como relató LPO, Lilita ya había hecho sentir esa propuesta a través de los representantes de la coalición en la reunión de la mesa de conducción del último miércoles. Cruzó a Patricia Bullrich, presidenta del PRO, que pretende forzar al presidente a firmar el acuerdo con el FMI por decreto. 

Carrió quiere aprobar el acuerdo con el FMI y se enfrenta a Bullrich

En la UCR prevalece la idea de una abstención, que con la Coalición Cívica dispuesta a colaborar,  ayudaría a Alberto Fernández a tener la ley aun con la rebelión del kirchnerismo duro. Lo anticipó este viernes el presidente del partido, el jujeño Gerardo Morales, en su primera reunión como jefe del comité nacional. 

En el kirchnerismo empezaron a ver un escenario de colaboración de Juntos, que permitiría una votación abierta en el Frente de Todos. "Si Juntos se abstiene hay ley. Máximo vota en contra y quien quiera lo acompaña. Van a tratar de convencer al kirchnerismo duro, pero no a él. Será un libre albedrío", anticipan cerca del ex jefe de bloque. 

Es posible que no se produzcan grandes mejoras en la economía luego de acordar, pero estaríamos evitando males mayores como el aislamiento internacional y la parálisis productiva.

En el bloque que conduce Germán Martínez hay 18 miembros de La Cámpora, pero el hijo de la vice puede acercarse a 30 aliados con referentes de movimientos sociales y figuras como Leopoldo Moreau. Una ayuda de la Coalición y la UCR sobra para contrarrestar esos votos.  

En el PRO todavía hay dudas. La postura de Carrió, ahora confirmada por ella misma, tuvo la reacción de Hernán Lacunza, el último ministro de Economía de Mauricio Macri. "Nadie puede brindar un acompañamiento o un rechazo sobre una hoja en blanco", advirtió en una entrevista a La Nación, quien oficia de asesor de Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. 

Lilita ya había querido diferenciarse del PRO en diciembre, cuando intentó que sus diputados aprueben el presupuesto y en tal caso desaprueben artículos en la votación en particular. "Nos hubiéramos llevado algo más que un título", se lamentó ese día Juan López, jefe del bloque de la coalición, que tiene 11 diputados. 

 En el zoom de este sábado también participaron el presidente de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro y la titular del congreso federal, Maricel Etchecoin.  

Carrió no está dispuesta a dejarse arrastrar por Bullrich. "Se deben honrar las deudas porque es lo que corresponde. No acordar sería la bancarrota. Sabemos que este gobierno no tiene política económica, pero tenemos que apoyar la intención de alcanzar un arreglo por la deuda", sostuvo en el zoom. 

"Se requiere que los gobernadores, en especial los del oficialismo, sostengan al Presidente, Ante un Presidente débil, por eso hay que cuidar y sostener la continuidad de la república democrática. Debemos cumplir con los mandatos constitucionales. La teoría de que ´cuanto peor, mejor´, solo le sirve a unos pocos oportunistas y castiga a los sectores medios y bajos", cerró Carrió.