Alberto Fernández evitó repetir los papelones de las dos últimas asambleas legislativas, cuando anunciaba una larga lista de leyes que nunca enviaba o quedaban cajoneadas por falta de voluntad del propio oficialismo: este miércoles prometió sólo tres proyectos y reclamó por otros pendientes como la ley de humedales, que está congelada por orden de los gobernadores peronistas. 

"Hago un pedido para que no condicionemos la aprobación de proyectos de leyes que los argentinos están necesitando", suplicó antes de finalizar su discurso. Su último traspié fue en el verano, cuando llamó a sesiones extraordinarias con 27 temas, pero sólo se trataron el último día. 

Solicitó al menos revivir la creación de universidades, la promoción de la agroindustria y "otros proyectos que fueron postergados sin razón aparente".  

Los gobernadores boicotearon la ley de humedales y JxC tuvo dictamen de mayoría

En diputados hay proyectos para crear 8 universidades, pero no pudieron debatirse en las últimas dos sesiones de 2022 por falta de quórum. Alberto sólo mencionó las 5 que se proponen en ciudades de la provincia de Buenos Aires: Pilar, Ezeiza,  Delta, Saladillo y de la Cuenca del Salado, con sede en Cañuelas.

No habló de la Universidad de Madres de Plaza de Mayo, impulsada por el kirchnerismo; ni la de Juan Laurentino Ortiz (Paraná) y Río Tercero (Córdoba), que tiene respaldo de Evolución radical. 

La ley de agroindustria, enviada por el Poder Ejecutivo hace un año y medio, tiene incentivos fiscales para el sector, fue debatida en comisiones en Diputados y hubo intercambio de borradores entre los referentes de cada bloque para aprobarla este verano. Pero no fue posible.

La oposición tiene una interna: algunos sectores creen que no se pueden perder estos beneficios y los más cercanos a las entidades rurales de la mesa de enlace consideran que son inocuos si no se bajan las retenciones a las exportaciones. 

El bloqueo legislativo dispuesto por Juntos por el Cambio en repudio al juicio político a la Corte suspendió el debate, que volvería a partir de un nuevo proyecto presentado por la oposición. Hay conversaciones entre la UCR y el interbloque federal.  

En 2022 el Gobierno logró sancionar proyectos presentados un año antes que estuvieron cerca de caerse como la ley de promoción automotriz o de cannabis medicinal. La tensión del presidente con Máximo Kirchner había paralizado la agenda legislativa y se reactivó con la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía. 

El presidente pidió por la ley de envases, que la oposición no quiere aprobar; y la de humedales, rechazada por los gobernadores del norte del país. Las consideró parte de la agenda de desarrollo sostenible junto a la de bienestar animal, que aún no envió. 

Para 2023, Alberto sostuvo que "es necesario avanzar en las leyes ambientales estructurales que establezcan los nuevos paradigmas del desarrollo sostenible", e incluyó la de bienestar animal, que un debe presentar; la de envases y la de protección de humedales. 

Las últimas dos quedaron trabadas en debates de comisión y sorprendió que el presidente las mencionara porque no las incluyó en su decreto de sesiones extraordinarias.

La ley de envases es impulsada por Máximo Kirchner, se dictaminó en noviembre de 2021, pero no llegó al recinto porque la oposición la rechazó en forma unánime. Se hizo sentir el lobby de las empresas que embotellan gaseosas y aguas, que estarían obligadas a pagar una tasa.

Los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Alberto Rodríguez Saá (San Luis). Los acompaña Horacio Rodríguez Larreta. 

"La ley está guiada por el principio de responsabilidad extendida del productor", la defendió Fernández. No estaba Máximo para aplaudirlo, porque no quiso asistir a la asamblea. 

La ley de humedales tuvo un intenso debate en noviembre en Diputados, impulsada por los santafesinos luego de los incendios forestales en la provincia. Hubo dos dictámenes, uno más proteccionista, que delega en una autoridad nacional el control, impulsado por el oficialista Leonardo Grosso y Graciela Camaño.

Fue rechazado por los gobernadores del norte, la mayoría oficialistas, que mientras se debatía en comisión difundieron un comunicado para pedir que no se aprobara, sin propuestas alternativas. El presidente nunca se había pronunciado, pero este miércoles se mostró de la vereda de enfrente a los mandatarios.

"Es necesaria la ley de Humedales, para cuidar estos valiosos ecosistemas que cumplen un rol fundamental para la conservación de la biodiversidad, el cuidado del agua y la captación de gases de efecto invernadero", evaluó.

La protección de los animales no es tema sencillo en el Congreso. Fue parte de un debate en diputados en 2019, cuando tuvo dictamen una ley para prevenir maltratos promovida por organizaciones ambientales, que luego fue cuestionada por todas las bancadas por temor a que limitada la producción ganadera. Nunca llegó al recinto.

El presidente no fue tan lejos: anunció un proyecto para "reconvertir zoológicos y acuarios. En el siglo 21 los animales no pueden estar encerrados para entretener a los seres humanos".

Los otros dos proyectos anunciados por Alberto son el sistema nacional de residencias y la expansión del financiamiento educativo.  

El primero es la modificación de un decreto vigente de la dictadura que aún rige la distribución, la capacitación y el desempeño de los residentes médicos.

Fue debatido por los ministros de Salud de las provincias en el Consejo federal y hay un proyecto presentado por el senador del Frente de Todos Pablo Yedlin. 

"Queremos que mejoren las condiciones de trabajo y de formación de nuestros médicos y médicas", fue el deseo de Alberto. 

El aumento de la expansión educativo consiste en aumentar de 6% al 8% del Producto Interno Bruto el financiamiento educativo para 2032. El proyecto aún no ingresó. Es otra promesa del presidente.