Los llamados de la Casa Rosada al Senado no dieron el resultado esperado: Sólo 20 de los 35 senadores del Frente de Todos votaron el acuerdo con el FMI y no hubo kirchnerista que se animara a acompañar al Gobierno.
Y entre los positivos estuvo José Mayans, el jefe de la bancada, quien recién se decidió a pulsar el botón verde tras una visita a Alberto en la Rosada y, sobre todo, la presión de su gobernador Gildo Insfran. De esta manera, al presidente no le será fácil mover una agenda propia en la casa de Cristina, si esa era la idea después de esta ley.
El Senado convirtió en ley el acuerdo con el FMI, sin la presencia de Cristina
Sus llamados a algunos senadores para endurecerse en las discusiones internas parecieron ir detrás de ese objetivo. El lunes, la reunión de bloque pudo haberse picado, pero varios kirchneristas se encargaron de poner paños frÃos.
"Somos un grupo y tenemos que seguir asÃ", sugirió Juliana di Tullio, a quien Alberto quiso convencer de votar a favor a través e Fernando "Chino" Navarro, pero no lo logró. La bancada tiene un motivo tentador para seguir unida: si mantienen sus dos aliados fijos (Alberto Weretilneck y Magdalena Solari Quintana), conserva una mayorÃa propia para aprobar lo que quieran.
Este jueves la reunión de bloque fue más distendida: nadie quiso hablar del acuerdo con el FMI y hasta se hicieron un tiempo para festejarle el cumpleaños a la fueguina MarÃa Eugenia Duré. También armaron el cronograma de la semana que viene, con la ley del Consejo de la Magistratura en primer orden.
Un dato: Cristina y Sergio Massa le darán a La Cámpora casi todos los cupos oficialistas en la comisión mixta revisora de cuentas, encargada de mirar los gastos de los Gobiernos, luego que sean auditados por la AGN. Además de estudiar con lupa los números de Macri, podrán defender los organismos integrados por la tropa propia.
En su discurso de cierre, Mayans hizo varios gestos para preservar la unidad y casi no habló del Gobierno y sus negociadores de deuda. Contó que en una reunión previa a la asunción de Alberto, Cristina decÃa que la deuda "no tenÃa solución" en el corto plazo. Sus diálogos con la vicepresidenta siguieron siendo frecuentes. "Acá se debaten dos modelos", fue otro tramo de su discurso, quitándole peso al consenso entre oficialismo y oposición.
Entre los 15 oficialistas que no votaron la ley, hay cinco senadores de La Cámpora y una decena que se mantuvieron cercanos a la vice. Los primeros difundieron un comunicado con los argumentos del rechazo pero, a diferencia de Máximo Kirchner en Diputados, no identificaron con nombre y apellido al grupo que no votó el acuerdo.
El documento se titula con la frases de Néstor Kirchner "Los muertos no pagan" y la pregunta de si el pacto firmado por Guzmán permitirá crecer para cancelar las deuda. Deja varias advertencias como para pensar que no. Plantea las dificultades de cumplir las metas fiscales sin recesión, cuando ni siquiera se puede usar un peso del excedente sobre lo pautado en otro gasto que no sea reducir el déficit.
También se considera un riesgo anular la inversión en Covid 19, la imposibilidad de reducir subsidios a las tarifas en medio de una guerra que empuja los precios, el impacto en las provincias por la reducción de transferencias, la salida del crédito con las tasas reales positivas, las consecuencias inflacionarias de mantener un tipo de cambio actualizado y el impacto negativo que habrá en las polÃticas de género.
"Los números tienen que cerrar con la gente adentro y con este pacto millones de compatriotas seguirán afuera y otros tantos más quedan excluidos", cierra el comunicado difundido por Fernández Sagasti, quien no habló en la sesión pero sà deambuló por el recinto.
Se la vio conversar antes de la votación con la rionegrina Silvina GarcÃa Larraburu, quien se abstuvo, la igual que la neuquina Silvia Sapag, que lo explicó en motivos "familiares". En la Rosada no esperaban estas deserciones, como tampoco la fidelidad plena a Cristina de quienes no tienen un gobernador de jefe.
Las únicas excepciones a la regla fueron el correntino Carlos EspÃnola y el salteño Carlos Leavy, quienes se sostienen en el albertismo para mantener expectativas electorales (tienen como interlocutor a Juan Zabaleta) y asà lo hicieron valer.
PodrÃa sumarse a esta lista el chubutense Carlos Linares, a quien Oscar Parrilli intentó persuadir para votar en contra. La voz albertista la levantó el entrerriano Edgardo Kueider, quien hasta noviembre amenazaba con armar bancada propia. El presidente ya le hizo saber que no tiene mucho sentido.
Cristina arrastró a La Cámpora (representada en Fernández Sagasti, el rionegrino MarÃn Doñate, los fueguinos MarÃa Eugenia Duré y MarÃn RodrÃguez y Mariano Recalde), pero también consolidó a quienes la acompañaron en sus dos años de senadora, como la chaqueña MarÃa Pilatti Vergara, GarcÃa Larraburu y la santacruceña Ana Ianni, quien habÃa tuiteado a favor del acuerdo cuando fue anunciado, pero al igual que sus coterráneos de Diputados, no lo votó. El peso de Cristina y Máximo en esa provincia sigue vigente.
No tuvo problemas en mantener incondicionales como Parrilli y Di Tullio, a quienes se sumaron voces dÃscolas con la Rosada interesados en desmarcarse, aun en un tema tan sensible.
Es el caso de la dupla de puntanos Adolfo RodrÃguez Saá y MarÃa Eugenia Catalfamo. El primero fue artÃfice de las leyes para restringir el endeudamiento y su reencuentro con Cristina en 2017 sigue vigente. Tal es asà que la vice volvió a presidir la sesión para escucharlo, como también a la salteña Nora del Valle Giménez, otra voz kirchnerista. Catalfamo es leal al hermano y gobernador, Alberto RodrÃguez Saá, el único en oponerse al acuerdo.
El jujeño Guillermo Snopek será un problema para Alberto, porque no le perdona su vÃnculo frecuente con Gerardo Morales. Quedó del lado de la vicepresidenta. Como casi la mitad del bloque.
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- 118/03/2211:10Ya Guzman empezo a redactar un pedido de "disculpas" por que ya sabe que no se va a poder cumplir con la primer revision.