Alberto Fernández anunció en la apertura de sesiones ordinarias que las tarifas de luz y gas podrÃan aumentar por encima del 20% anunciado, porque tendrán como tope la variación de los salarios, que este año superarán con creces ese porcentaje.
El Presidente planteó asà un desafÃo directo a Cristina Kirchner que controla el área de energÃa del Gobierno y a través de Federico Basualdo, su hombre de máxima confianza en el área, ratificó que los aumentos no superarÃan el anunciado tope del 20%, pese a las presiones del FMI, que lo considera inconsistente con el sendero de ajuste fiscal que acordó con el ministro MartÃn Guzmán.
El kirchnerismo cree que Guzmán no podrá cumplir el ajuste de subsidios que prometió al FMI
De todos modos, fuentes de la Rosada aclararon que no hay previsto un nuevo incremento en lo inmediato. Sà podrÃa haberlo en el resto del año con el tope que marque el Ãndice de variación salarial, tal como establece una ley sancionada por el Congreso en 2018 y vetada por Mauricio Macri. HabÃa sido aprobada con respaldo de legisladores que hoy integran el Frente de Todos y por eso Alberto cree que no deberÃa haber problemas.
"En Argentina se acabaron los tarifazos", dijo luego de anunciar el aumento y reiteró que se buscará "segmentar" las tarifas. En rigor, la segmentación según reconocen los propios funcionarios de EnergÃa no tendrá un impacto significativo en la reducción de los subsidios, gasto que se explica mayormente por el salto en el precio del gas y los combustibles que se importan, agravado por la guerra en Ucrania.
Alberto confirmó además otro anticipo de LPO al anunciar que la decisión apunta a que "el 10 % de mayor capacidad económica deje de ser beneficiario de subsidios" y para el resto se inspirará en la Ley 27.443, que establecÃa que las tarifas solo podrÃan incrementarse teniendo como tope el Coeficiente de Variación Salarial. Esa parte de su discurso indica que más que una segmentación se aplicarÃa tarifa plena a ese universo del 10%, aunque no esta para nada claro como de determinarÃa esa base.
El anuncio de Alberto responde a las presiones del FMI que no consideraba consistente el tope del 20% al aumento de las tarifas que impuso el kirchnerismo. Luego de negarlo reiteradamente, finalmente se confirmó que como querÃa el Fondo los incrementos estarán mas cerca del doble de ese porcentaje. Al anunciar el acuerdo con el FMI, Guzmán dijo explÃcitamente que no iba a haber modificaciones en el aumento del 20% que se acordó internamente luego de larguÃsimas discusiones (ver video).
O sea, la variación salarial será un tope que usará el Gobierno para frenar las exigencias del FMI y podrÃa permitir aumentos similares a la inflación, que los analistas estiman terminará por encima del 50%. "Lo concreto es: el 10% de la población no tendrá subsidios, el resto sà y en ningún caso sufrirá aumentos mayores a la inflación", simplificaban voceros del Gobierno.
El presidente admitió que aún negocian los tramos finales del acuerdo con el FMI que espera "concluir a la brevedad". Lo cierto es que el Gobierno volvió a incumplir sus pronósticos. Luego de infinidad de demoras, habÃan anunciado que antes del viernes pasado se firmarÃa, luego se dijo que este lunes y finalmente que el cierre serÃa este mismo martes cuando le tocaba hablar al Presidente. No ocurrió y se produjo lo que un miembro del equipo económico describió a LPO como "otro papelón".
Alberto prometió que una vez sellado el acuerdo no se tomará mas deuda que la necesaria para pagar la contraÃda por Macri y recordó que presentó una querella para investigar si fue legal.
Con esa provocación logró dividir a la oposición: los legisladores del PRO abandonaron el recinto, pero se quedaron los radicales y los de la Coalición CÃvica, quienes tienen decidido avalar el acuerdo con el FMI que envÃe Alberto, sea cual sea.
Alberto habló una hora y cuarenta y cinco minutos, luego de un minuto de silencio en homenaje a las vÃctimas de las guerra en Ucrania, reclamado a los gritos por el jefe del interbloque UCR Mario Negri.
Los próximos 30 minutos lo dedicó a detallar las cifras del crecimiento económico de 2021 y el combate a la pandemia y se hizo lugar a una autocrÃtica: reconoció que la inflación "es el gran problema" y "la principal preocupación y el principal desafÃo del Gobierno. Hay muchos factores que inciden en la inflación y todos tienen que ser atacados coordinadamente", analizó.
Los legisladores esperaban escuchar algún dato sobre el demorado acuerdo con el FMI, que deberÃa llegar a más tardar esta semana para cumplir con el pago del 21 de marzo, que es de 2800 millones de dólares, una cifra que el Banco Central no tiene.
Alberto prometió que no propondrá una reforma previsional, pero abrirá la puerta para quien quiera trabajar más allá de la edad de retiro pueda hacerlo. Esa afirmación parece dar de baja la idea de EconomÃa de modificar el régimen previsional de jueces y diplomáticos, para recortar los haberes más altos.
También dejó claro que "no habrá una reforma laboral", desechando cualquier opción de modificar las indemnizaciones por un seguro de retiro, como propone la oposición.
Alberto prometió enviar el acuerdo al Congreso "con la totalidad de los detalles", como pide el oficialismo pero no asà la oposición, que prefiere autorizarlo a negociar sin quedar sujeto a compromisos futuros. "Ese será el acuerdo de la Argentina toda y nosotros como poder administrador nos ocuparemos de que sea cumplido para que haya más producción, más trabajo, mejores ingresos y menor inflación", confió.
Dejó un anuncio sobre las alicaÃdas reservas: el gobierno de China le renovarÃa el swap de monedas. "Siempre nos ha apoyado en los momentos difÃciles, y confiamos en que pronto tendremos la autorización técnica correspondiente. Con ello también fortaleceremos la estabilidad cambiaria", concluyó.
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Ofenderse por que le digan a Macri la verdad de lo que es es muy descarado, solo admisible en un pais bananero que lucha por pertenecer a una fiesta a la que nunca lo van a dejar entrar