La justicia demora el fallo sobre el casino de los dos barcos flotantes de Puerto Madero, cuya concesión venció en 2019. El expediente está en manos de la Cámara Federal de Apelaciones por una causa iniciada tras una insólita maniobra de PepÃn RodrÃguez Simón. La Ciudad reclama recuperar la concesión que, por la constitución porteña, no puede estar tercerizada.
Sin embargo, los empresarios del juego Federico de Achaval y Ricardo de Benedicto no sólo lograron que la justicia federal no falle sobre el fondo del asunto, sino que además gozan de un amparo que les permitió condicionar el pago de los impuestos que se sumaron con el traspaso. Es un clásico de una concesión que arrancó objetada y muy al filo de la ley y siempre funcionó gracias al amparo de la justicia federal.
La novela del casino flotante de Puerto Madero ya lleva 23 años, pero podrÃan ser muchos más. Comenzó en 1999 cuando Carlos Menem avanzó sobre la autonomÃa porteña y licitó el casino flotante que quedó en manos de Cirsa, la empresa española que manejaba Manuel Lao.
Su presencia en las costas de la Ciudad fue objeto de varios litigios e incluso tanto Fernando de la Rúa como AnÃbal Ibarra intentaron terminar con la concesión.
En su decreto de Menem sostuvo que las aguas del rÃo más ancho del mundo pertenecen al territorio nacional, por lo cual la Ciudad de Buenos Aires no tenÃa jurisdicción para actuar sobre ese sitio. La idea del barco navegando para evadir la jurisdicción porteña es una ficción, siempre estuvo anclado y luego los concesionarios le anexaron un segundo navÃo.
La historia secreta del Barco Casino
La llegada de Néstor Kirchner al poder hizo que la composición accionaria de la empresa se modificara: Salieron los españoles de Cirsa y entraron a tallar sus amigos Cristóbal López, Federico de Achával y Ricardo Benedicto, que también manejan la concesión del Hipódromo de Palermo.
En su último acto como presidente, Kirchner obligó a los propietarios a aumentar la cantidad de máquinas tragamonedas mediante un insólito decreto que multiplicó varias veces las ganancias del concesionario, de lo que se convirtió en una de la salas de juego más grandes del mundo y un lamentable caldo de cultivo de ludópatas.
Con la llegada de Macri al gobierno porteño, la Ciudad afianzó su vÃnculo con los juegos de azar. Por un lado logró que la Corte habilitara el cobro de impuestos a los casinos que estaban en su jurisdicción. Por otro, Nicky Caputo mediante, Cristóbal selló un sólido vÃnculo con el ex jefe de Gobierno.
Macri, Larreta y Cristóbal negocian el traspaso del juego a la Ciudad
Pero un dÃa el fuerte carácter del patagónico provocó una pelea que terminó de la peor manera para López. Macri dejó de recibirlo y, una vez convertido en presidente, presionó para meterlo preso, algo que ocurrió en diciembre de 2017.
Intuitivo, Cristóbal tomó distancia del dÃa a dÃa de los casinos porteños, pero igual no logró evitar la cárcel. Sin embargo, un año y medio antes de que finalizara la concesión, Macri terminó realizándole un inexplicable favor a los dueños del casino flotante. Fue a mediados de 2017.
Bajo la supervisión de PepÃn, traspasó el juego a la Ciudad cuando le quedaba poco más de un año de concesión. El macrismo vendió el traspaso como una carga, pero lo cierto es que los concesionarios se aseguraron la continuidad del negocio. Se suponÃa que a cambio debÃan desembolsar un canon y tributos muy superiores a los acordados en 1999 y pagar deuda acumulada con el gobierno porteño. No lo hicieron.
Los dueños del barco casino fueron a la Justicia para rechazar las modificaciones en la concesión y como siempre consiguieron una cautelar que ordenó "no innovar".
Tras perder en las dos primeras instancias, la Ciudad fue ante la Corte Suprema para finalizar el contrato del casino flotante. Antes que el máximo Tribunal se expidiera, la Cámara decidió sobre la cuestión de fondo en favor de los empresarios y su presentación ante la Corte se volvió abstracta.
Tras el revés, la Ciudad presentó un recurso de queja ante la Cámara Federal para volver a plantear el tema en la Corte, pero todavÃa no tuvo respuesta. La Cámara Federal, otra vez, fue funcional a los concesionarios, que lograron que les den una "moratoria" para pagar los impuestos adeudados, mientras mantenÃan uno de los negocios más lucrativos de la Ciudad, pese a tener la concesión vencida.
La Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal está presidida por Sergio Gustavo Fernández, acompañado por el vocal Javier Greco, mientras que la vocalÃa segunda se encuentra vacante. Fernández además de camarista es vicepresidente del Tribunal de Disciplina de la AFA y tiene excelentes vÃnculos con Daniel Angelici. También es quien le obsequió a Lionel Messi la camiseta que Diego Maradona utilizó cuando debutó en Ñuls. El capitán argentino la lució tras el fallecimiento del Pibe de Oro.
Ese tribunal ordenó que las partes se sentaran para acordar cuántos años serÃan necesarios para que la empresa recupere la inversión, pero en la Ciudad no quieren saber nada con estirar una concesión que fue otorgada por otra jurisdicción. Insisten con que la constitución porteña lo prohÃbe.
Los juegos de azar son uno de los sectores más lucrativos para la Ciudad, tributan miles de millones de pesos todos los meses a las arcas porteñas y suelen dar grandes alegrÃas a la polÃtica.
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Millonarios que precisan robar para seguir siendo mas millonarios.........eso son