
Los decks de los restaurantes porteños que proliferaron en la pandemia enfrentan a Jorge Macri y Roberto GarcÃa Moritán. El jefe de gobierno ordenó poner en regla las mesas que utilizan parte de las calles y comenzar a cobrarles.
Durante 2020 y 2021 los espacios exteriores permitieron que los restaurantes pudieran subsistir durante la pandemia. Tres años después los decks continúan ocupando gran parte de las calles de la Ciudad.
Por alguna extraña circunstancia, esos espacios escapan a las regulaciones estatales y la Ciudad no cobra la ocupación del espacio público. La cuestión fue tema de conversación en las reuniones de gabinete, pero Moritán defendió todo lo posible la situación actual.
Desde su desembarco en el Ministerio de Desarrollo Económico, GarcÃa Moritán se convirtió casi en un delegado de los restaurantes. Antes de su llegada al gobierno, el marido de Pampita manejaba La Mar y Tanta, dos selectos locales en la Ciudad. Su hermano Francisco, también está dedicado a ese rubro, algunos de ellos sobre tierras públicas en el bajo viaducto del FFCC Mitre.
Siguiendo los pasos de Luis Petri, GarcÃa Moritán se disfrazó de pastelero, de pizzero, vendió rabas y revoleó platos en PaulÃn. Sin embargo, temeroso de enfrentarse con los gastronómicos, el ex legislador frenó todo lo que pudo la regularización de los decks. Es comprensible: cualquier modificación a la situación actual enfrentará al ministro con los dueños de restaurantes.
A diferencia de las mesas colocadas sobre las veredas, aquellas que están sobre la calle lograron eludir la aplicación de la normativa porteña.
Presionado por Jorge Macri, Moritán comenzó a relevar a los restaurantes que utilizan esa modalidad que predomina en los barrios de Palermo, Nuñez, Colegiales, Caballito, Recoleta y Villa Crespo.
Aquellos que estaban ubicados en ochavas, una práctica prohibida por la reglamentación porteña, ya fueron removidos y los que siguen en pie serán regularizados y comenzarán a tributar al fisco porteño en los próximos meses.
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Un auténtico duelo de titanes entre dos mentes maestras de la política que deben enfrentarse para resolver el problema más grave que padecen los porteños cada día. Qué bueno que Jorge Macri esté ocupándose de las cuestiones de fondo como esta o el color de los uniformes de los policías.
"Por alguna extraña circunstancia, esos espacios escapan a las regulaciones estatales y la Ciudad no cobra la ocupación del espacio público"
No hay ninguna "extraña circunstancia". Esos comerciantes están ejerciendo su libertad de comerciar en la ciudad. Cobrarles "la ocupación del espacio público" (es decir, un impuesto) equivale a avasallar su derecho a ofrecer bienes y servicios de calidad a bajo precio incluyendo al estado como un socio bobo que recibe dinero a cambio de nada. ¿O ustedes creen que los dueños de restaurantes recaudan para comprar dólares y encanutarlos? Para nada. Ganan dinero para generar riqueza en la sociedad y generan millones de empleos muy bien pagos que tienen un impacto positivo en la economía.
"Aquellos que estaban ubicados en ochavas, una práctica prohibida por la reglamentación porteña, ya fueron removidos y los que siguen en pie serán regularizados y comenzarán a tributar al fisco porteño en los próximos meses"
Una verdadera catástrofe. Imagínense la de emprendedores gastronómicos que irán a la quiebra por culpa de otro abuso del colectivismo estatal sobre la propiedad privada y los emprendimientos que generan riqueza colectiva.
Meses sin informaros de algo que tenga que ver con "la unión nacional, la paz, el orden, la justicia, la defensa común, el bienestar general y la protección de la libertad de todos los habitantes." como dice la Constitución.
Todo es chanchuyos